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Luego de tanto correr llegaron a casa de Jungkook, era igual a como Tae la recordaba. Con el césped bien cortado, varias flores de colores esparcidas por el jardín y claro, una gran casa color crema, elegante y muy bien cuidada.

- Aquí nos despedimos Jungkook-ah -se despidió el mayor de los tres- nos vemos mañana pequeño. Adiós TaeHyung.

- Adiós HoSeok.

- Adiós Hobi Hyung.

Luego ambos pequeños entraron en la casa de Jungkook. Se entraron inmediatamente a la habitación del más pequeño.

- Vaya, la expandiste -se sorprendió Tae al ver que la habitación ahora tenía el doble de tamaño de antes-.

- Pues... Después de que te fuiste, mi mami dijo que podíamos romper la pared y así tener las dos habitaciones en una -hizo una sonrisa triste al recordar los hechos- así que ahora tengo más espacio y si quieres quedarte a dormir tendrás que dormir aquí conmigo.

- ¿Q-Que dices?

- Claro, eso... -volvió a sonreír-.

TaeHyung

Toda esta sensación era realmente extraña, un dolor pinchaba mi corazón, pero aún así mostraba una linda sonrisa a Jungkook.

Por momentos sentía culpa, no debí haberlo dejado solo. Era bueno conmigo al igual que sus padres que me amaban como si fuera su hijo. Y me fui... Me fui por el solo hecho de querer que SeokJin me matara.

Que estúpido

Recorrí cada centímetro de la espaciosa habitación, recordando los lindos momentos que había tenido con mi pequeño. Realmente no sabía que pensar, solo habíamos sido mejores amigos, y pues claro, llevábamos una relación muy buena.

Hasta que me fui

Me gustaban sus besos sobre mis labios, sentir sus manos acariciar mi torso desnudo. Escuchar unos suaves "te quiero TaeHyung" de sus finos y pequeños labios. Pero al fin y al cabo, no sé que siento por Jungkook. No sé si sólo es deseo, o es que en verdad me gusta. Y esa vez cuando me lamío el pene... Oh mierda. Ya me encontraba mordiendo mis labios de forma desesperada por solo querer repetir ese acto. Su húmeda lengua pasando por toda mi extensión, mi pequeño atragantandose cada cierto tiempo y luego finalmente llenar su pequeña boquita con mi líquido.

Y ahora estando en la misma habitación que él, con la puerta cerrada, con él cambiándose ropa frente a mi y que a ratos me observa y me sonríe... Estoy confundido. Es lindo, lo admito. Pero ¿es suficiente para mi?

Es más que suficiente tonto

Sonreí acercándome a él antes de que pudiera colocarse una camisa limpia. Lo tomé rápido de lo hombros, y en un movimiento que a penas pude apreciar, ya lo estaba besando con lentitud y pasión.

Al fin

Nuestras lenguas chocaban provocando sonidos obscenos. Poco a poco fui desprendiendo mi camisa para quedar con mi torso descubierto.
Nos separamos por un momento para tomar aire, ahg, realmente odio respirar.

×××

Un leve rubor teñia mis mejillas y una pequeña sonrisa inocente estaba puesta en mis labios.

- Cariño, ¿donde estuviste en la tarde?

Ya era de noche, pasé la tarde en casa de Jungkook, pero estando SeokJin presente no le diría eso a mi madre.

- M-Me quedé en casa de HoSeok, olvidé avisarte.

- Mi pequeño, para la otra no debes olvidarte. Ve a lavarte las manos y vamos a cenar.

Pasé por el lado de SeokJin, sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda al sentir su mirada firme y escalofriante sobre mi.

- Pasé la tarde con Jungkook -dije ya entrando al baño, y antes de cerrar la bendita puerta él me observaba con asco-.

Me gusta Jungkook, SeokJin

Me gustaría gritar esas palabras, me gustaría gritarselas en la cara. Y no aquí en casa, en la escuela, cuando estén todos sus amigos presentes.

Y él único que puede alejarme de Jungkook, soy yo mismo

¿Me extrañarás? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora