Cap. 12 "Estoy dispuesto a hacer lo que tu quieras para que me perdones"

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"Estoy dispuesto a hacer lo que tú quieras para que me perdones"

_________

La peor noche de mi vida. Absolutamente cierto. Me encerré en el cuarto de baño y no podía parar de llorar, escucharlo gimotear solo hacía que el sentimiento fuera más intenso y dañino. No sé en qué momento me quedé dormida con la cabeza apoyada en el váter. Al despertarme me dolía el cuello... Me levanté y no escuché a Louis... Quizás se agotó y se fue a la oficina, no lo sé. Si se fue sería lo mejor.

Caminé hacía la cama y cerré los ojos con fuerza tratando de olvidar el momento en que toda mi felicidad se vino al piso. Si alguien me hubiese dicho ayer a la misma hora que esto iba a pasar, jamás le hubiese creído, pero pasó... La tristeza me hacía sentir más débil. Me dolía el cuello, me ardían los ojos, sentía un frío dentro de mí, quizás producto de tanto tiempo en el suelo. Reparé que no había comido nada, en el hospital no había tenido tiempo... Y en la noche, eso fue lo de menos, lo peor, no tenía hambre.

Me recosté en el lado de la cama de Louis, permitiendo que su aroma me llenara... Tal vez era la última vez que dormía en esa cama, de seguro que este había sido el final... El respeto se había perdido, la confianza, todo se había ido a la basura. Esos pensamientos dejaron de rondar por mi cabeza, abriendo paso a una cortina negra que envolvió mi sueño.

Louis.

Ya eran cerca de las 8 de la mañana y yo seguía tumbado en el suelo, con la espalda recostada en la puerta de nuestra habitación, mientras _________ no respondía. Me paré del suelo por primera vez en la noche y caminé hacía la sala de estar, busqué en el directorio telefónico por un cerrajero... Tenía que ver como estaba, ya me estaba empezando a preocupar porque no me contestaba, además de que ya no aguantaba más sin verla y sin pedirle perdón... Eso era lo que tenía que hacer, rogarle, arrodillarme si fuese necesario, pedirle que olvidará lo pasado y que se diera cuenta que si yo era tan celoso era por amor, y por temor a perderla... De solo pensar en perderla las lágrimas comenzaron a rodar por mi cara, pero me contuve cuando me respondieron al otro lado del teléfono.

-Cerrajería Gates, ¿en qué puedo ayudarle?

-Sí, buen día.- La voz se me cortaba.- Necesito ayuda con una puerta, no encuentro las llaves, y necesito abrirla ya mismo.

-Vera señor, en este momento solo estoy yo en el local y no puedo dejarlo solo, aproximadamente en 1 o 2 horas llega mi hijo y hasta entonces podré ir.- Dijo amablemente.

-No, usted no entiende... ¡Es urgente!- Mi desespero estalló, la noche fue demasiado mala y ya no aguantaba más.

-Señor ya le dije, no po...

-No, el que no entiende es usted.- Le interrumpí.- Mi esposa está encerrada y pudo hacerse daño, no ha respondido en toda la noche.- Comencé a llorar sin quererlo.- Por favor.

-Está bien, ahora mismo voy para allá.- Dijo el señor.- Usted cálmese, y por favor, dígame la dirección.- Le dije el número de la casa y la calle.- 10 minutos y estaré allí.-  Al decir eso colgó.

Volví a subir al cuarto e intenté sin éxito abrir la puerta, seguía con el pestillo. Toqué suavemente la puerta.

-___________, amor, ábreme por favor.- Nada, silencio.- ___________ tenemos que hablar.- Nadie respondió, me dije "paciencia" ya vienen a abrir la puerta.

Esos diez minutos fueron eternos, cuando sonó el timbre, bajé las escaleras lo más rápido que pude.

-Buenos días.- Un señor de cerca de unos 50 años con una caja de herramientas en la mano.- Señor Tomlinson ¿verdad?

-Sí, sí.- Le di espacio para que entrará.- Pase por favor. La puerta está en el segundo piso.- Subimos.- Es esta.- Le señalé la puerta. Examinó la chapa.

-Para abrir la puerta tengo que dañar la chapa.

-Sí, no importa, pero por favor rápido.- Comencé a revolver mi pelo por el desespero.- ¿Ya casi?- El señor llevaba más o menos 3 minutos... Demasiado tiempo en ese momento.

-Una lástima haber dañado la chapa, era finísima y de muy buena calidad, pero ya está.- En ese instante se abrió la puerta.

-Tomé.- Le di un billete de 100 libras.- Quédese con el resto.

-Gracias, señor Tomlinson... Y ojalá arreglé su problema.- Bajé rápidamente y lo acompañé a la puerta.

-Buen día.- Le dije en forma de despedida y subí corriendo al cuarto.

Al entrar, corrí al baño instintivamente, pero no la encontré ahí. Crucé el vestidor y la vi en un ovillo sobré la cama. Me acerqué con cuidado y estaba profundamente dormida, miré sus ojos y se veían inflamados, traía la misma ropa de ayer, tenía el pelo revuelto, el maquillaje corrido y su piel reflejaba palidez. Aun así me parecía la mujer más bella sobre la faz de la tierra. Noté que dormía en mi lado de la cama. Me arrodillé a su lado y tomé con cuidado su mano.

-Shhh, shhh.- ___________ comenzó a moverse apegándose más a la almohada.- Duerme amor.

-Mmmm

-Shhh.- Apretó mi mano y su respiración se tornó pacífica. Me quedé ahí de rodillas velando su sueño, moría de ganas por besarla y acariciarla, pero podía despertarse y reaccionar mal.

Yo más que nadie estaba consciente de que había estropeado nuestra relación, que sería difícil que me perdonará, pero no estaba dispuesto a rendirme. ___________ era muy diferente a mí, ella era más tranquila y en cierto punto no tan pasional, escuchaba las razones y evaluaba los hechos antes de actuar... En cambio yo, solo había actuado como un animal, la había insultado y la había golpeado... Quizás, y rezaba para que sucediera, ella me perdonaría, pero yo jamás lo haría, jamás. Desde la noche anterior me odiaba.

Al cabo de unas cuantas horas de estar de rodillas tomando su mano y viéndola dormir, _____________ comenzó a moverse y abrió los ojos. Por un instante me miró como lo hacía todas las mañanas, pero de un momento a otro se sentó en la cama y su expresión cambio por entero.

-¿Que estás haciendo acá?- ___________, soltó bruscamente mi mano y una lagrima rodó por su cara.

-Tenemos que hablar.- Traté de tomar su mano de nuevo.

-No, no me toques.- Ese tonó frío me congeló, jamás me había hablado así.- Ya todo está dicho, ya dijiste todo lo que pensabas de mi.- Se bajó de la cama por la otra orilla, yo me levanté rápido para que no saliera.

-No amor.- Mi llanto se unió al de ella.- Eso fue un error, yo lo siento, soy lo peor. Por favor escúchame.

-Tú no fuiste capaz de escucharme... Yo tampoco tengo que hacerlo.- No me miraba a la cara.- Ahora quítate de mi camino, no soporto tenerte cerca.- Trató de retirarme.

-No.- Comencé a ahogarme con mis lágrimas.- Mírame a la cara y dímelo.- Tomé su cara con mis manos.- Dime que no me quieres cerca.

-¡Que no me toques!- Más lagrimas salían de sus ojos. De nuevo se soltó de mí... Impotente solo puse mis manos a los lados.
-___________, hablemos. Solo escúchame.- Me miró a los ojos con la mirada vidriosa.- Una sola vez, por favor.- No dijo nada, supuse que era un sí. __________ tragó saliva con fuerza y volvió a mirar al suelo.- Lo de ayer... fue un error. Me volví loco de celos, de pensar que estabas con otro, no medí mis palabras ni mis actos. Soy un completo estúpido por hacerte daño, por herirte de esa manera.- ___________ se quitó las lágrimas de los ojos.- Sé que con unas palabras no voy a remediar el hecho de que te ofendí y hasta...- Pensar en lo que hice me provocaba golpearme.- Y hasta te pegué.- Ella comenzó a negar con la cabeza.

-No Louis, eso no fue lo peor... Los golpes del cuerpo efectivamente duelen, pero tu desconfianza es lo peor de todo y cruzaste la línea.

-Yo se cariño, yo lo sé. Pero estoy dispuesto a hacer lo que tú quieras para que me perdones. A cumplir las pruebas que tú quieras para que todo vuelva a ser como antes.

-Nunca va a volver a ser como antes.- Su cara mostraba tristeza y sus ojos me miraban con profunda decepción.- Jamás.

-No cariño, lo podemos arreglar.- No podía parar las lágrimas que caían, forjé una sonrisa.- Juntos podemos solucionar este problema. Pídeme lo que quieras que yo lo hago.- ___________ guardó silencio por un momento, no dije nada. Solo me dediqué a mirarla. Se humedeció los labios con la lengua, se secó unas pocas lágrimas que tenía en la cara y se revolvió el pelo.

-Louis, lo único que quiero es el divorcio.- La miré y ella ni siquiera pudo verme a los ojos. La sangre se me heló en ese momento y el mundo se me rompió en millones de pedazos... Ella no podía estar pidiéndome eso.

Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora