"Se acabó... Y la perdiste..."
Parte 3
Caminé sin ganas hacía el cuarto de baño. Abrí la llave de la tina para que se llenara con agua tibia, al estar lo suficientemente llena me desvestí y me sumergí en el relajante calor que me ofrecía. Cerré los ojos y eche la cabeza hacía atrás recostándola sobre el borde "Si esta tina hablará..." Abrí los ojos de golpe. Esos recuerdos de situaciones subidas de tono con Louis no podían rondar por mi cabeza en estos momentos, de seguro que me harían bajar la guardia y correr hacia sus brazos... Yo no quería eso ¿O sí? Me apliqué jabón en el cuerpo y lave mi cabello. Salí apresuradamente dándome cuenta que había tardado más de lo que me había propuesto. Ahora tenía que vestirme rápido antes de que llegara Alex y ver que había de comida para tomar antes de irnos al trabajo.
Salí ya un poco mejor. Me sentía más "repuesta". Busqué el uniforme y me lo puse. Para luego bajar a la primera planta y dirigirme a la cocina. En esas sonó el timbre. Arrastré los pies hasta la puerta y al abrirla Alex se me tiró prácticamente encima.
-Cariño ¿Cómo estás?- Lo abracé fuerte, y no me contuve más comencé a llorar.
-Ayyy Alex.- Sorbí la nariz.- Pasa por favor.- Soltó el abrazo de saludo y entró.
-Bonita casa.- Me sequé las lágrimas.
-Gracias, aunque no es mía... Y la diseño Louis.- Más y más lágrimas.
-Bueno, ¿cuéntame que paso? - Alex me siguió camino a la cocina.
-Básicamente...- Tragué saliva.- Nos vamos a separar.
-¡¿QUE?! ¡¿POR ESO?!... No, no, no cariño. Yo habló con él para que sepa que no soy tu amante. Si él quiere voy con Pao... Él ya lo conoce.
-No, no es por eso. Él ya sabe que no le monté el cuerno.- Saqué la cabeza de la nevera para mirarlo a los ojos.- ¿Quieres comer algo?
-Sí... Pero no te molestes en cocinar. Vamos a un restaurante, yo invito... Tienes que salir de acá.- No había pensado en esa posibilidad y se me hacía buena idea.
-Está bien, iré a calzarme y ya bajo.- Corrí hacía la habitación y me puse los zapatos, tomé el bolso y bajé a toda carrera.- Listo, vamos.
-¡Uyyy! Yo creo que deberías maquillarte.- Me examinó.- Y quitarte la toalla de la cabeza.- Me sonrojé, no sabía dónde tenía la cabeza, retiré la toalla inmediatamente. Alex rió.- Venga, déjame maquillarte un poco, solo para esconder esas ojeras.
-No, no tengo ánimos.- Me recogí el pelo en un rollito sin siquiera desenredarlo.- Vamos.
Caminamos hacía el auto y me subí en el asiento del copiloto. Alex manejó hacía una pequeña pizzería cercana al hospital, estacionó y me ayudo a bajar. Por el tráfico nos demoramos casi media hora. Entramos, hicimos el pedido y nos sentamos en la única mesa libre. Comimos un momento en silencio.
-¿Y bien?- Le dio un mordisco a su pizza.- ¿Que ha pasado anoche para que se vayan a separar?- Tomé una bocanada grande de aire.
-Pues, traté de decirle que estaba completamente equivocado, pero él no me quiso escuchar. Al final me cansé de insistirle, además que él se estaba poniendo muy furioso, yo no me aguanté más y le dije que si quería seguir actuando como un Oops que lo hiciera. Entonces él estalló y me golpeó.- Me sequé las lágrimas con la manga de la chaqueta. Alex me miraba atentamente con ese toque de lastima y tristeza.- Luego yo le dije que eso no se lo iba a perdonar, y como guardo silencio le recordé quien eras tú... Y bueno que tú y Paolo son pareja. Me encerré en la habitación y pasé la peor noche de mi vida. Después él logró abrir la puerta y se veía muy mal pero no lo perdoné, le dije que me iba de la casa pero él no lo permitió. Le pedí el divorcio y él me dijo que si necesitaba espacio que él se iba de la casa. Y se fue.- Comencé a llorar sin querer lo suficientemente para llamar la atención de las personas que comían en el establecimiento.
-Ayyy linda.- Agarró mi mano.- Cálmate.- Acarició mi cabello.
-Mi matrimonio se acabó.
-¿Estas segura? ¿Y si lo perdonas? Él solo se dejó llevar por la rabia quizás... ¿Te pegó demasiado?- Preguntó preocupado e inspeccionó mi cara con disimulo para ver si tenía algún rastro de violencia.
-Una cachetada.
-Cariño, quizás solo actúo con él calor en la cabeza. A veces actuamos sin pensar.- Hice una mueca y le di un sorbo a mi gaseosa.
-Eso mismo dijo él. Pero tengo miedo, de perdonarlo y que vuelva a hacer lo mismo al ver que yo se lo pasé una vez.- Traté de sonreír intentando que Alex quitará esa expresión de su cara.- Por eso lo mejor es el divorcio.
-Pues si me pides mi opinión...- Hizo una pausa acomodando sus palabras.- Estás yendo hacía los extremos. Es algo muy radical... Estás exagerando linda.- Lo miré a los ojos y no lo pude creer.
-Alex, no. Solo no quiero que me vuelva a hacer daño. Y en mis manos tengo la manera de evitarlo...- Alex movía su cabeza de lado a lado en señal de negación.- Tú no entiendes.- Escondí mi cara entre mis manos frustrada. Pensé que Alex me apoyaría.
-¿Y botar años de matrimonio a la basura por un error? Según entiendo esta es la primera vez que discuten, porque todo lo de ustedes era perfecto ¿O me equivoco?- Enarcó una ceja.
-Sí, pero era porque yo evitaba las discusiones... Desde hace tiempo comenzó a ser más celoso y controlador.
-A veces los celos son demostración de que tenemos miedo de perder lo que amamos.- Me miró a los ojos y sostuvo mis manos.- No creas que no te entiendo. Me imaginó cómo te sientes linda, pero sé que estarás mucho peor si te divorcias... ¡Ese hombre es tu vida! Es como si yo pensará en dejar a Paolo... ¡Terror!- Sonreí por la cara que hizo.- Tú lo amas mucho, a veces en el amor hay que perdonar.- Me miró fijamente.
-No lo sé... Ahora mismo tengo que pensar mucho.- Miré el reloj.- Y tengo que ir a trabajar, ya van a ser las 8 pm. Llegaremos tarde.- Le di un último sorbo a mi gaseosa y mordí el último bocado de pizza.- Vamos.
Alex y yo caminamos hacía el auto. Luego bajamos en el parqueadero del hospital para entrar a turno. Aquí tenía que dejar a un lado mis problemas y hacer como si nada. Distraerme con el trabajo me haría bastante bien.
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Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-
FanfictionInfiel La vida en un matrimonio es monótona... Siempre lo mismo, después de un tiempo siempre es lo mismo. Todos los dÃas, casa, trabajo, cena en silencio, cama. Cuando me case con Louis nunca pensé que serÃa asÃ. Que él se convirtiera en alg...