Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-

Cap. 33 Parte 2 "No es solo sexo"

"No es solo sexo."

Parte 2

-¿Quieres algo más?- Dijo con voz dulce. Negué.- Bien, toma tu jugo.- Bebí del vaso terminándolo en un solo sorbo. Cuando abrí los ojos Louis me miraba divertido.

-Tenía sed.- Aclaré.- Estaba todo delicioso.

-Debías tener sed, con todo el licor que tomaste ayer.

-Ya, no más reproches.- Frunció los labios pero hizo un movimiento haciéndome entender que me daría la razón. Tomó las bandejas y lo escuché bajar las escaleras.

Tenía que pensar todo lo que teníamos que hablar a conciencia. Quería ir al grano. Ser lo más directa y concisa posible, y esperaba que se lo tomará todo bien. No tardó mucho en volver a la cama conmigo y se tendió a mi lado guardando distancia. Lo miré ceñuda.

-¿Qué pasa? Ven aquí.- Estiré mi brazo pero siguió en su extremo de la cama.

-No quiero incomodarte.- Puse los ojos en blanco. Me acerqué a él hasta quedar encima de su cuerpo.

-Deja de tomarte todo tan literal. Te amo. Puedes tocarme cuando quieras, amor.- Besé tiernamente sus labios.

-¿Me deseas?

-¿Lo dudas?- Asintió.- Te deseo porque eres el único hombre en mi mundo, y no he planeado desfogar mis deseos con las de mí mismo sexo.- Dije en tono de burla tratando de dispersar la tensión.- Y creo que nunca lo haré. Así que me encantas,- Sonrió tan hermosamente como solo él sabía hacerlo.- Y te deseo todo el tiempo.

-Me pasa lo mismo.

-Me alegra, porque así jamás te cansaras de mí y mis exigencias.

-Nunca.- Alzó la cabeza y me besó.

-Nunca.- Repetí y volví a poner mis labios sobre los suyos. Puso sus manos en mis caderas y me pegó a su entrepierna. Gemí mientras el apretaba mis nalgas y subía la delicada tela de la pijama hasta ponerla a la altura de mis pechos. Seguía masajeando y pellizcando mis glúteos, trató de bajar las tangas y paré. Me miró frustrado.- Tenemos que hablar.- Recobré mi respiración normal y me bajé de él para acostarme a su lado sobre su pecho.

-No creo que la cama sea un buen lugar. Me distraes, hermosa.- Suspiró fuertemente y sonrió.- Aunque en cualquier lugar de la casa, quizás del mundo, me distraes.

-Oh, me pasa lo mismo.- Mordí mi labio pensando en las cosas que había pasado en cada una de las habitaciones de nuestro hogar.

-¿A que sí? ¿Por qué no dejamos entonces la conversación para luego, hasta haber despejado la mente? Te lo juro que no estoy pensando.- Me abrazó y por un segundo consideré la idea.

-No es lo mejor, Louis. Tenemos que hablar, es sobre nuestro matrimonio y esto no puede ser solo sexo. Hay más cosas que importan.

-Odio cuando le das tan poco sentido a lo que hacemos.- Bufó.- No es solo sexo.

-Lo sé, pero es lo que más se le acerca. Si describiera todo lo que es para mí, nunca, jamás, terminaría.

-Sexo es algo tan vacío. Es hacerlo con cualquiera.- Frunció el ceño.- Para mi es mucho más que sexo, la palabra nunca le hará justicia. Ese es el momento más especial que tenemos.- Puse mis manos sobre mi cara.

-Está bien, cielo. Entonces, no podemos solo hacer el amor y no hablar de nuestros problemas.

-Mejor.- Sonrió levemente.- ¿De qué quieres hablar?

-Créeme, hay mucho que decir...- Hice una pausa mientras me acostaba de lado para verlo mejor.- En resumen, estoy cansada de esto.- Inmediatamente Louis se giró y quedó frente a mí, sus ojos escrutándome la cara con temor.