Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-

Cap. 14 Parte 2 "Se acabó... Y la perdiste"

"Se acabó... Y la perdiste..."

Parte 2

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El teléfono me despertó. Sentí como si solo hubiese cerrado los ojos por unos cuantos minutos, pero en verdad ya eran las 6 pm. Me paré perezosamente de la cama y tomé el teléfono.

-¿Bueno?

-Hola- Escuché la dulce y preocupada voz de Helen.- Ya es hora, mi niña.

-Gracias Helen.- Bostecé. Aún seguía muy cansada.

-¿Estas mejor?

-Sí, gracias. Iré a arreglarme, antes de que se haga tarde.

-Mañana te iré a ver, sí o sí.- Me dijo con voz tranquila pero firme.

-Sí, mañana salgo de turno a las 9 am

-Entonces te tendré un desayuno delicioso.

-Gracias.- Las lágrimas se asomaron en mis ojos.- ¿Helen?

-¿Sí mi niña?

-Te quiero.- Comencé a emitir sollozos.

-Y yo a ti. Bueno, ahora ve a bañarte a vestirte ¿Comiste verdad?

-No, la verdad solo dormí.

-¿Ves que no te puedo dejar sola?- Aunque sea pude esbozar una sonrisa.- Bueno, ve y has lo que le gusta. Mañana hablamos

-Un beso.

Colgué el teléfono y recordé que no tenía coche. Estaba por llamar un taxi, pero me sentía tan sola que mejor marqué otro número para que me recogiera.

-Hola.- Salude.

-¿____________?- Dijo confundido.La vergüenza me consumió y solo pase saliva.- _________. ¡Habla por favor! ¿Estás ahí?

-Alex.- Dije en un hilillo de voz.- Siento mucho lo de ayer.- Sollocé.- Pero yo no tengo la culpa. Y no quiero perder tu amistad.

-Cariño, eso no va a pasar.- Su voz era demasiado suave.- Soy tu amigo, no el de tu esposo. Además no me dejaré intimidar así de fácil.- Se hizo un silencio largo. Yo procesaba la información. Pensé que él me iba a hacer a un lado y no iba a querer a volver a verme pensando que soy una bola de problemas.- ¿Quieres contarme que paso?

-Sí, necesito desahogarme.- Me fijé en el reloj que estaba en la pared y no tenía mucho tiempo para bañarme, vestirme y comer algo.- ¿Tienes turno hoy?

-Cariño, tú y yo siempre tenemos los mismos turnos. ¡Soy tu ayudante estrella!- Alex chilló y yo reí con fuerza. Mi amigo me animaba siempre.

-¿Puedes recogerme? No tengo coche.

-Claro, cariño.

-¿Sabes la dirección?

-Sí, de una vez que te lleve. ¿Voy ya por ti?

-Sí, por favor.- Ya estaba un poco más calmada. Al menos podía mantener una conversación sin romperme a llorar. Definitivamente mi amigo me hacía bien.

-Y...- Alex carraspeo.- ¿Tu esposo no se enojará de verme en tu casa?- Preguntó, y me imagine que estaba poniendo su cara de "Panic attack"

-No te preocupes... Él no está.- Volvió la sensación de llorar.

-Oh...- Se hizo un silencio.- Esta bien. No tardo mucho. Quizás 15 minutos.

-OK, gracias.

-Te quiero.- Y colgó.