Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-

Cap. 17 Parte 2 "Flores y detalles"

"Flores y detalles"

 

Parte 2

Había tenido tantas veces el impulso de dejar el hospital y correr a su oficina... O en noches estaba segura de salir a donde él estuviera y abrazarlo y arreglar todo, pero ni siquiera me había tomado la molestia de preguntarle donde se estaba quedando... A veces me odiaba, solía ser tan testaruda y orgullosa. Pero a esas razones para no perdonarlo, había una que era la mayor de todas y que le ganaba en peso y magnitud... "El miedo". A pesar de que él asegurará de que no lo volvía a hacer, y aunque su fanaticada -y por fanaticada me refiero a Helen, Alex y su secretaría que me llamó un par de veces- me presionará y me dijera que un error lo cometía cualquiera, yo no podía alejar de mi cabeza ese recuerdo de Louis iracundo... Había sido tan soberbio y bárbaro esa noche... ¿Qué tal que lo tomará de costumbre y me maltratará cuando se le viniera en gana? Simplemente, si eso pasaba, ya no podría soportarlo.

Odiaba esa maldita soledad, en la casa retumbaba el eco de mis pasos o de la cuchara cuando golpeaba el tarro de helado... Así es, estaba sentada, con todas las tarjetas esparcidas en la cama y viendo fotografías en la computadora de nuestras vacaciones y del matrimonio... El teléfono sonó y me juré que si era él lo perdonaría y le diría que volviera a la casa. Mis manos comenzaron a temblar, y ni siquiera miré la pantalla, solo oprimí el botón verde del inalámbrico.

-Bueno.- Respondí nerviosa.

-_________, ¿cómo estás?- La voz femenina del otro lado del teléfono derrumbó con todo lo que ya estaba planeando para la reconciliación.- Nena, ¿estás ahí?- Dijo sacándome de mi ensimismamiento... Solo había una persona en el mundo que me llamaba así.

-Hola Joanna, ¿cómo estás?- Si me preguntaba por su hijo no sabría que responderle.

-No muy bien sinceramente.- Sonaba un poco disgustada.- Estoy un poco preocupada.- Sabía a donde iba dirigida la conversación

-¿Louis te contó?- Le pregunté nerviosa, Joanna y Marc siempre fueron tan buenos, y temía que la relación con ellos se dañara, les tenía demasiado afecto.

-Me ha contado algo, pero no todo... Solo lo más importante.- Hizo una pausa.- Nena, Boo está muy mal.- Sonreí al escuchar el sobrenombre por el que ella siempre le llamaba.- De otra manera yo no hubiese intercedido ¿Lo sabes, verdad? No me gusta meterme en su relación.- Aclaró.- Pero es mi hijo, y por cómo te escucho tampoco estás bien... ¿Por qué no hablas con él? Tiene solución, no es grave, solo una pelea de casados, común y corriente.

 

-¿Te contó lo que me hizo? Créeme, para mí fue grave.

 

-¿Qué hizo?- Su voz cambio radicalmente. No respondí nada.- ¿Nena?

 

-Yo prefiero que él te lo cuente... En serio, yo sigo muy lastimada por el tema, y apreció mucho que te preocupes, pero necesito descansar.- La conversación me estaba agobiando.

-Está bien.- Sonaba aún más preocupada que al inicio.- No olvides, mañana cumplirán dos años de casados... En serio piensa bien.

 

-De acuerdo, lo haré.

 

-¿Podrías llamarlo? Me dijo que no respondías sus llamadas... Por favor nena, por mi.- Tragué duro.

-De acuerdo, descansa.- Colgué.

¿Que pretendía Louis? ¿Hacerme parecer una exagerada? -"Quizás lo estás siendo"- replicó una vocecita interna. Tomé unos minutos para calmarme, y lo llamé, estrictamente para saber que estaba bien. Cogí el celular entre mis manos temblorosas y busqué entre los contactos "Lindo"... Timbró solo una vez y contestó.

-Mi amor...- No sé si fue una pregunta.

-Hola Louis,- hablé rápidamente.- Tu madre me llamó y me pidió que te llamará.

 

-¿Solo me llamas porque mi madre te lo pide?- Sonó triste. No respondí nada- Siento que ella se haya metido, yo le dije que no, pero ella insistió.- Su voz era diferente.

-¿Todo bien?

 

-Tu sabes la respuesta.- Cerré los ojos con fuerza.- No puedo estar nada bien si estoy mal contigo... ¿Hasta cuándo ___________?- Me llamó por mi nombre entero, no diminutivo, nada.- ¿Hasta cuándo me tendrás así? No aguanto más, estoy realmente cansado... Ya he hecho de todo, ya no sé cómo más pedirte que me perdones, estoy agotado... Pero eso no significa que me rindo... Te amo, ¿lo sabes verdad?- No respondí nada, solo me limite a escuchar su respiración al otro lado del teléfono.- ¿Linda?

 

-Buenas noches.- Colgué desesperadamente y lancé el celular al otro extremo del cuarto.

Grité con frustración. Tenía una asquerosa confusión en la cabeza, luchaba con mis demonios internos, con los recuerdos buenos, y un poderoso recuerdo malo. Estaba cansada también, lo amaba, pero le tenía miedo ¿es eso acaso posible?