Cap. 27 Parte 1 "Quiero ser tu mundo"

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"Quiero ser tu mundo"

 

Parte 1

Tan nerviosa como si fuese a cometer un delito. Así me sentía, quizás el delito de romper las ilusiones de mi esposo, aunque no era del todo, pero su cara me decía que él quería los niños ya... Yo no, yo tenía más cosas pensadas para mí que tener hijos. Era joven, con metas y sueños al igual que Lou. Mi subconsciente animándome a seguir me repetía "No es un no definitivo, solamente es pedir más tiempo. De seguro que él lo entenderá" ¿Y si no? Louis interrumpió mi batalla mental.

-Primero, ¿cómo está tu brazo?- Me depositó en el suelo tomándome de la mano.- No he podido preguntártelo desde anoche porque hasta ahora estamos solos.

 

-Está bien, ya casi no duele.- Hizo una mueca.

-Sabes que lo siento mucho... Yo...- Hizo una pausa y pasó una mano por su revuelto cabello castaño.-No sé en qué momento me convierto en ese Louis agresivo, me desquitó contigo, pero no creas que volverá a pasar, no quiero que jamás vuelva a pasar, no quiero que tengas rencor o miedo hacía mí. Saber que te hago daño, y que no es solo físico, me hace odiarme... Pero cuando la cabeza se me nubla, no puedo controlarme ni pensar claro. Yo te amo, y no quiero que estés con otro, ni mires a otro. Yo quiero ser todo lo que tú mires, todo lo que ames, quiero ser tu mundo... Y créeme que yo también odio mis celos... Todavía me repica en la cabeza eso de que yo soy el único culpable si algún día te alejas de mi...- Hizo una pausa y me miró nervioso.- No me vas a dejar ¿cierto?- Negué.-Júrame que nunca me dejarás.

 

-Te lo juro, amor.- Suspiró de nuevo.

-¿Me perdonas por ser un idiota?- Asentí.- Te amo.- Me acercó a él posando mi mano en su cintura y besándome tiernamente. De nuevo se separó.- Y lo más importante,- Mi estómago se apretó, se redujo. Se volvió nada.- digamos que es una especie de regalo de cumpleaños.- Sonrió y guiñó un ojo.

 

-Dime.

 

-Ya te lo había dicho el día del aniversario... Yo quiero un hijo, hermosa... Y no soy el único animado con la idea. ¿Viste la cara de mis hermanas? ¿De nuestros padres?... Es un buen momento, estamos bien.- Yo seguía en silencio solo mirándolo y sintiéndome culpable por tener que aplazar su felicidad.- Yo te amo demasiado, y te prometo que sería el mejor padre de todos. Los amaría demasiado. A nuestro bebé no le faltaría amor ni nada. Te lo prometo...

 

-Lou.- Me interrumpió.

-Imagina como sería un hijo de nosotros dos.- Hablaba demasiado feliz y cada palabra me hacía sentir mal, pero como siempre yo quería complacerlo en todo y no sabía si con esto sería capaz de lidiar.-Imagina nada más sus manitas, sus ojos... Y si fuera una niña, que fuese idéntica a ti.- Tragué saliva fuerte y mi mirada se comenzó a nublar con lágrimas.- De igual manera si es un niño quiero que se parezca mucho a ti.

 

-Louis yo no me siento lista.- Solté de un momento a otro. Louis dio un paso atrás.

-¿No quieres tener hijos conmigo?- Levantó una ceja y la sonrisa se fue borrando de su cara.

-No, no es eso... Claro que sí, y muchos...

 

-Entonces no tengas miedo. Claro que estás lista. Nada va a cambiar entre nosotros, te lo juro. Intentemos...- Acunó mi rostro con sus manos.- Muero por ver niños corriendo por la casa.- Cerré los ojos con la amenaza de que el llanto corriera furioso por mi cara.- Piénsalo, ____________.- Me pegó contra sí y yo lo apreté en un abrazo fuerte.

-Lo voy a pensar.- Las palabras se escaparon. Luego me di cuenta del error que acababa de cometer, porque era darle esperanzas a algo con lo que estaba más que segura que no podría llevar en ese momento. De todas formas lo escuché reír.

-Ahora sí, me debes ciertas cosas por navidad y cumpleaños.

 

-¿Ah, sí?- Pregunté curiosa cambiando de tema y retirando los pensamientos negativos.- ¿Que tanto te debo? Ayer te di tus regalos.- Rozó su nariz contra mi cuello varias veces.

-Sabes que faltan otras cosas...- Puso una mano en mi nalga y la apretó.- Y las quiero ya.

 

-¿Y dónde quieres que te las entregue?- Lamió mi cuello para llegar a mi oreja y morderla. Gemí ansiosa porque siguiera.

-Opino que en la habitación está bien... Pero no creo que pueda esperar mucho, además tenemos la casa sola...- No vaciló más y me cargó en brazos. Comencé a reír como loca.

-Bájame.- Comenzó a subir las escaleras.- Nos caeremos lindo, bájame ya.

 

-Oh, no.- Cuando llegamos a la segunda planta comenzó a caminar más rápido.

Me aferré a su cuello y lo miré a los ojos. Su barba incipiente, la curva de sus labios delgados, su nariz y su cabello castaño hacían de él mi hombre soñado. Se dio cuenta de que lo observaba y para en seco, estiré un poco el cuello y lo besé. Su boca era la adicción más grande de todas. Su lengua se movía rebelde y ansiosa dentro de mí, mientras incitaba a mi lengua a seguirle esa danza acompasada y apasionada que sacaba todo el aire de mis pulmones y me hacía flaquear las piernas. Sin romper el beso, poco a poco me dejo en el suelo y torpemente comenzamos a avanzar por el pasillo hacía la habitación.

Un rastro de chaquetas, gorros y bufandas quedaron en el camino mientras mis manos desesperadamente trataban de quitar los botones de su jean. Cuando llegamos a la habitación, me moví de tal manera que él quedará de espaldas. Lo empujé contra la cama y me senté encima de su cadera mientras me quitaba la camisa.

-¿Dime que es lo que quieres? ¿Qué tanto te debo?-  Louis acariciaba mi cintura mientras me devoraba con la mirada.

-Me debes una noche entera de gemidos y calor.- Sus manos se dirigieron al broche de mi brassier y lo soltó sin dificultad alguna. Si esa era mi deuda, con gusto la pagaría.

***

Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora