Amor, Pasion y Odio -Styles, Tomlinson y tu-

Cap. 16 Parte 1 "Me estas matando"

 

 "Me estas matando"

 

Parte 1

Al llegar Helen me recibía con un agradable desayuno que tomé agradecida. Mientras comía le conté todo lo que había sucedido, desde el día de la discusión hasta hace un rato en el hospital. Ella solo asentía y me secaba las lágrimas.

-Y ahora, no sé si confiar en él... Y me duele mucho, me duele mucho todo... Estar lejos de él, y que estemos al borde de separarnos.- Helen me miraba fijamente hasta que se atrevió a decir.

-Mi niña, usted me disculpará, pero yo creo que pienso igual que su amigo. Obviamente no es que lo perdone así como así, pero tampoco es para que si divorcien. Yo sé que él la quiere mucho, él da la vida por usted. Además que siempre ha sido tan buen esposo, yo nunca los había visto discutir,- se acercó y me pegó a su pecho acariciando mi cabello.- además usted está tan mal con esto.

 

-Sí, pero es que estoy cansada de los celos de Louis, él ni siquiera confía en mí.- Me alejé para darle un sorbo a mi jugo de naranja.- Y es que si yo le diera motivos, lo paso, pero no Helen, yo vivo para él. Yo no salgo, nada... Estoy agotada, yo soy muy joven aún.- Hice una pausa calmando los sollozos.-Lou ya ha tenido más experiencia que yo, y aun así yo le entregué toda mi vida y mi tiempo.- Me sequé las lágrimas.- Pero aun así él duda de mí, y un matrimonio sin confianza... ¿para qué?

 

-Ayyy ____________, todos los matrimonios tienen problemas.- Me miró seria con los brazos en jarras.- Nada más mírame a mí, que con mi esposo llevamos más de 30 años, y a veces me dan ganas de botarlo por la ventana... ¿Pero sabes una cosa? Todo eso se borra de saber que es él, el hombre al que yo amo, con el que estoy envejeciendo.- Me miró con ese cariño de siempre y me abrazó.- Y yo sé que ustedes se aman, que tú amas a Lou y no hay que dudarlo, él te ama mucho.- En ese momento sonó el timbre.- Voy a abrir.- Dijo Helen y se fue hacía la entrada de la casa. Me concentré en las deliciosas tostadas que me faltaban hasta que escuche una voz muy conocida acercarse... Era Lou.

Cerré los ojos y un mareo arrollador me hizo temblar las piernas de solo escucharlo. No sabía que quería hacer, ni que quería decirle en ese momento. Pero si algo caracterizaba a Louis es que era muy insistente.

-¡Miré como está de pálido! y todo maltrecho.- Le reprendía Helen.- Se va a sentar y va a comer algo. Ustedes parecen niños pequeños.- Louis venía tomado del brazo de Helen.

-No, en serio, estoy bien.- Le respondía él con una sonrisa amable en la cara. Cuando mis ojos se cruzaron con los de él, sentí ganas de echarme a llorar a sus brazos, de verdad estaba mal.- Yo solo vine a hablar con _________.

 

-Nada de eso,- sentenció Helen.- Ya está hecho así que come.- Rápidamente le sirvió un plato con lo mismo que yo comía a Louis y se lo puso en la silla de mi lado.