Despertando del sueño

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Estoy sentada a la orilla de mi cama, mirando los hermosos zapatos que me regalo Tom. Aun no me quito el vestido, siento que he estado una eternidad mirando aquellos zapatos. El timbre de mi teléfono me saca de mi trance, es un mensaje de mi madre. Veo la hora, solo han pasado 10 minutos desde que llegamos al hotel. Desbloqueo mi celular y leo el mensaje de mi mamá.

~ ¿Cariño mañana llegas? ~

Leo dos veces para cerciorarme. ¿Mañana? Oh por dios, es tu ultimo día con Tom pienso. No le contesto, dejo el teléfono sobre la cama y me levanto de golpe, tanto que me mareo un poco. Me dirijo a mi maleta y la doy vuelta sobre la cama. Tengo poca ropa limpia, unos pantalones negros apretados, una falda larga azul marino, una blusa blanca sin mangas con encajes por los lados y una camiseta/playera/polera blanca. Que variedad pienso. De mi ropa interior quedaba mas. Me coloco los pantalones y la blusa, y luego saco unas lindas sandalias negras que mi madre me había regalado antes del viaje.

Camino frenéticamente al baño y me miro al espejo. El maquillaje no se ha corrido un centímetro, y a pesar de que me siento linda así, decido sacarme las pestañas postizas. Vuelvo a mirarme al espejo, y sigo sintiéndome una extraña con mi aspecto. No es el peinado, me encanta como luce mi cabello así. Es el maquillaje. Supongo que Martin me mandara una de las mil fotos que nos sacamos en el viaje de vuelta al hotel, así que con un poco de tristeza me retiro con desmaquillante el maquillaje.

Vuelvo a encrespar mis pestañas y colocarles mascara, me pongo un bálsamo labial y listo, quiero sentirme yo cuando me despida de Tom. Salgo del baño y me topo con Martin. Ladea su cabeza y frunce el ceño.

-¿Qué ocurre?-me pregunta. Miro hacia un lado y luego vuelvo a mirarlo.

-Es la última noche acá-le digo. Su expresión cambia, no se descifrarla.

-Pues aprovechémosla, ¿estas lista?-me pregunta, asiento con la cabeza.- Bien, en 5 minutos salimos.

Me alejo hacia mi cuarto. Dejo el bolso de maquillaje en la mesa de noche y me siento en la orilla de la cama, tomo mi teléfono y veo si ha llegado algún mensaje. No quiero responderle a mi madre aun, no quiero aceptar que me voy de acá. Me levanto, meto el celular a mi bolsillo y me voy. Es hora de despertar de este lindo sueño me repito una y otra vez.

¿Suerte o destino? (Tom Holland y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora