Nos bajamos del avión. Buscamos nuestras maletas y luego nos dirigimos a la aduana para los últimos trámites. Cuando por fin nos dan la bienvenida a Los Angeles, nos vamos a la salida. Mucha gente se encuentra en esta, esperando a los pasajeros, algunos con carteles. Me dedico a buscar algún cartel que dijera "The brothers trust". Un hombre con traje azul, sin corbata, no muy alto, sostenía uno. Llevaba gafas de sol, y el cabello negro recogido, con unas cuantas canas, bien ordenado con gel. Nos acercamos a él.
—Hola—le saludo en inglés, dudosa. Se saca las gafas y nos mira.
—Hola, ¿son los ganadores del concurso?—nos pregunta, en un acento americano. Asiento con la cabeza.— Necesito sus nombres para verificar.
Le entregamos nuestros pasaportes, y en su teléfono se queda mirando algo. Nos devuelve los pasaportes, y nos señala con la mano que lo esperemos. Marca algo en su teléfono y llama a alguien.
—¿Estas nerviosa?—me pregunta Martin, en español. Me volteo para verlo a la cara, esta con una sonrisa de oreja a oreja.
—Mucho—replico. Suspiro y volteo a ver al señor que nos recibió.— ¿Nos quedaremos en un hotel?
—Supongo que si—me dice Martin, encogiéndose de hombros.
—Ok—dice el señor, ahora dirigiéndose a nosotros.—El conductor vendrá en unos minutos para llevarlos al hotel.
—Gracias—le digo en inglés, sonriéndole.
—Me tendré que quedar acá esperando a los otros ganadores, pero luego nos reuniremos para hablarles sobre su itinerario—explica.— Tom y sus hermanos se reunirán con ustedes a las 9pm para la cena.
—Gracias—le agradezco nuevamente.
A los pocos minutos un hombre calvo y grande, que también lleva gafas de sol, se acerca al señor que nos recibe y le dice algo al oído. Luego nos mira y nos da una cálida sonrisa.
—Bien, él es su conductor, tienen que ir con él, ya hay algunos ganadores en el hotel—nos dice, y asentimos con la cabeza. Vuelve a colocar el cartel en alto, y el hombre calvo nos indica que lo sigamos.
A la salida del aeropuerto, el conductor se dirige a un auto negro y nos abre la cajuela para colocar nuestras maletas. Luego, nos abre la puerta del acompañante. Nos subimos, cierra la puerta y luego él se sienta en el asiento del conductor, enciende el motor y arranca.
En el camino, no dejo de hablar con Martin, señalando las cosas que nos impresionan. Nos demoramos 20 minutos en llegar al hotel "Garden". En la entrada, nos abre la puerta un hombre de tez oscura, mientras otro hombre, rubio, saca nuestras maletas de la cajuela. A un costado, se encuentra una mujer de cabello castaño, con un traje blanco de dos piezas, falda en tubo, con tacos rojos grandes, y debajo una blusa semitransparente roja. Lleva el cabello castaño recogido en un moño, los ojos azules bien delineados y la boca pintada suavemente de rojo. Se nos acerca sonriente con dos tarjetas en su mano izquierda, mientras que en la otra tiene su teléfono.
—Hola, ustedes deben ser ______ y Martin, felicitaciones—nos dice sonriente, su inglés es de acento británico. Le sonreímos de vuelta.— Aquí tienen la tarjeta de su habitación, y esta otra es para la comida—indica, entregándonos las tarjetas. La de la habitación tiene el número 809, y la de la comida solo dice especial.
—Gracias—le dice Martin.
—Su habitación tiene dos camas y un baño, espero que no sea un problema—dice, negamos con la cabeza.—Síganme por favor.
Comienza a caminar a la recepción, saluda a la recepcionista y pasamos directo a los ascensores. La entrada del hotel tiene una alfombra roja grande, y debajo el piso esta cubierto por una cerámica beige. Llegamos frente a los ascensores, con un hombre moreno detrás de nosotros, que tiene un carrito con las maletas de ambos. Tengo que enviarle un mensaje a mi mamá pienso. El ascensor suena y se abren las puertas. Entramos los 4, la mujer marca el piso 8 y las puertas se cierran.
—Aún estamos esperando otros cinco ganadores más que llegan hoy, desafortunadamente 4 ganadores no pudieron venir y nos pidieron que vendiéramos sus entradas, pero eso es otro tema—comenta.
—¿Todos llegan hoy?—pregunto curiosa.
—Si. Por cierto, olvide presentarme, soy Olivia—dice, y nos tiende la mano. Ambos se la estrechamos.— La agente de Tom.
—Encantado de conocerle—dice Martin.
—Igualmente—dice ella.
El ascensor suena, se detiene y las puertas se abren en el octavo piso. Salimos y seguimos a Olivia, que se dirige por el pasillo a la izquierda, buscando la habitación. Nos detenemos frente a una puerta café con los números 809 puestos en dorado.
—Utiliza tu tarjeta, por favor—me pide Olivia. Me acerco y coloco la tarjeta sobre un pequeño cuadrado metálico.
Al acercar la tarjeta, suena un pitido y se enciende una pequeña luz verde. La puerta se abre, el hombre con las maletas nos sostiene la puerta y entramos a la habitación. Martin y yo nos quedamos mirando fascinados. Las baldosas son cafés, con alfombras blancas en el medio, justo donde hay una pequeña mesa de café rectangular con un florero y papeles sobre esta, con un sillón blanco que da la espalda a un ventanal. A la derecha hay dos puertas abiertas que dan hacia dos habitaciones más pequeñas, donde logro vislumbrar una cama. A mi izquierda, hay otra puerta, supongo que es el baño. Las paredes son de color beige, y hay un televisor colgado en la pared izquierda. Esto no era una habitación, esto era una suite.
—¿Les gusta?—pregunta Olivia.
—Esto es maravilloso—respondo, sonriéndole. El hombre con las maletas ya no esta, y ha dejado nuestro equipaje entre las puertas de las habitaciones.
—¡Perfecto! Vendré a avisarles cuando sea tiempo de reunirnos con los demás ganadores, y les diremos todas las sorpresas que tenemos para ustedes. Mientras tanto, ¡diviértanse! Y si necesitan algo, llamen a recepción y pidan hablar con Olivia Woodward, y los contactare en unos minutos—dice. Le sonreímos agradecidos.— Nos vemos más tarde.
—¡Nos vemos!—le decimos Martin y yo al unísono. Sale de la habitación y cierra la puerta tras ella.
Nos miramos unos segundos con Martin, en silencio y luego nos sonreímos y comenzamos a gritar.
—¡No puedo creerlo!—le grito mientras doy saltitos de felicidad.
—Es un sueño hecho realidad—dice Martin riéndose.
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¿Suerte o destino? (Tom Holland y Tu)
Fanfiction"A veces las cosas suceden por azar, por simple suerte. Es difícil decidir si es realmente así, o si existe tal cosa llamada destino" ______ es una chica de 20 años que estudia enfermería. Fanática del cine, y en particular de Marvel, su vida es bas...