9.

7.9K 755 89
                                    

¿Una fiesta?



—Mierda, Kookie, pensé que no vendrías —bufó Luhan, ajustándose el gorro que había estado jugando en sus manos mientras miraba a su amigo con una mezcla de sorpresa y alivio.

—Déjame decirte que mi omma es de las mejores —respondí mientras subía al asiento del copiloto en el auto, sonriendo al recordar la manera en que había insistido para que asistiera. —Del universo... —susurré la última parte, como si temiera que alguien pudiera escuchar mi pequeño secreto.

—Bien, ya nos podemos ir, ¡par de tortolos! —gritó Lisa desde la parte trasera, su voz llena de impaciencia y humor, mientras sacudía una botella de bebida como si fuera un tambor.

El trayecto fue largo, pero cada kilómetro me acercaba a una noche de diversión que anhelaba. Mis nuevos amigos eran de un barrio diferente, y la idea de socializar me emocionaba y asustaba al mismo tiempo. Había pasado tanto tiempo bajo la sombra protectora de Yoongi, que el miedo de no encajar me había mantenido alejado de este tipo de experiencias. Pero en el fondo, sabía que Yoongi lo hacía porque no quería verme sufrir como lo había hecho en los últimos años. Apreciaba todo lo que hacía por mí, aunque a veces eso me limitara.

Cuando finalmente llegamos a la fiesta, el bullicio era ensordecedor. Desde la entrada, la música y las risas se entrelazaban, creando un ambiente vibrante que prometía aventuras. La gente entraba y salía, algunos afuera bebiendo y riendo, llenando el aire con una energía contagiosa.

—Pequeño Jungkook, ten por seguro que te divertirás esta noche —me dijo Luhan, su voz llena de confianza y un brillo en sus ojos que me hizo sentir un poco más seguro.

—Eso espero, Luhan —reí, tomando su mano mientras me guiaba hacia el interior.

Una vez dentro, la vista era alucinante. Las luces parpadeaban al ritmo de la música, y la enorme piscina era un hervidero de cuerpos danzantes. El neón brillaba con una intensidad hipnotizante, y la decoración era simplemente espectacular. Era obvio que el cumpleañero se había dejado llevar por la opulencia.

—¡Hey, Hobi! —gritó Luhan al ver a un chico de cabellos rojizos que se acercaba rápidamente.

—¡Ohh, Luhan, cuánto tiempo! —respondió el chico, lanzándose a un abrazo que hizo sonreír a ambos. —Y este hermoso chico que te acompaña... —se acercó a mí, extendiendo su mano—. Soy Jung Hoseok, pero puedes decirme Hobi.

—Un placer, soy Jungkook... —respondí, sonriendo mientras me retiraba hacia la mesa de bebidas. La multitud me abrumaba; siempre había sido así. A lo largo de los años, había aprendido a tolerar la aglomeración de personas, pero la ansiedad todavía me seguía como una sombra.

A ver, Kim Taehyung, solo entras, hablas, das el regalo y huyes.

La voz en mi mente era un mantra desesperado mientras me quedaba parado afuera de la fiesta. El bullicio resonaba dentro, y podía sentir la presión de la música vibrando en mi pecho. Estaba tan nervioso que necesitaba un buen trago para calmar mis nervios, pero el plan se desmoronaba ante mis ojos. Cada vez que me acercaba, la idea de perderme en la multitud me aterraba. ¿Y si Hobi me estaba buscando? O peor aún, ¿y si ya estaba con otra persona?

Tomé aire, llenándome de valor. Finalmente, crucé la puerta de la casa. Saludé a algunos conocidos, sintiendo la mirada de los demás sobre mí, su curiosidad palpante. Mis padres tenían un buen estatus social, y eso hacía que la presión de ser perfecto se sintiera aún más pesada sobre mis hombros.

—¡Tae, Tae, viniste! —susurró Hobi al acercarse, rodeándome con sus brazos en un abrazo que casi me quita el aliento. —Me alegra que hayas venido, amigo.

¿Mi Pequeño amor?[VK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora