49.

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"Mientras vives tu vida, algún día desaparecerás 
Si sigues volando, desaparecerás, si no tienes las agallas, la confianza 
Todo se convertirá en el ayer de todas formas, así que ¿De que sirve? 
Quería ser feliz y fuerte pero ¿Por qué estoy haciéndome débil? 
¿A dónde voy? ¿Tiene un final este laberinto?"

-Tomorrow 


La puerta trasera se cerró con un leve golpe, pero el eco resonó como un tambor en la mente de Taehyung. La sirvienta temblaba entre las manos firmes de Yugyeom, cuya mirada reflejaba determinación y un toque de inquietud. Mientras ascendían por las escaleras, la tensión crecía, un nudo en el estómago de Taehyung, cuya única preocupación era Jungkook.

—¿Está bastante lejos? —preguntó Taehyung, su voz grave apenas disimulando el desasosiego.

La sirvienta asintió, su voz temblorosa apenas un susurro.

—El señor Wonwoo quería que aquel omega esté tranquilo. Dice que, como está en espera, no desea que nada malo le pase...

Las palabras resonaron en la mente de Taehyung, haciendo que su pecho se apretara. La idea de que Jungkook estuviera en manos de aquel omega manipulador lo irritaba. ¿Acaso Wonwoo creía que podía controlar todo? Se giró hacia Hoseok, quien, con la ceja alzada, compartía su preocupación.

Pero antes de que pudieran profundizar más, el silencio se rompió. Yugyeom se detuvo, su mirada fija en el pasillo delante de ellos. Algo se acercaba, y la atmósfera se tornó pesada.

Un joven omega apareció, con su cabello oscuro cayendo desordenado sobre su frente. La luz escasa del pasillo resaltaba su delgada figura, y su expresión era una mezcla de desafío y tristeza. Al fijar su mirada en Taehyung, una leve sonrisa se dibujó en sus labios.

—Jungkook te está esperando, alfa —dijo, cruzando los brazos—. Pero llegaste algo tarde.

Las palabras fueron un golpe directo a Taehyung. La sensación de impotencia se apoderó de él; este omega era un provocador, un recordatorio de su fracaso. Su lobo interno se erizó, el olor amargo del desafío inundó sus sentidos, y la rabia comenzó a burbujear en su interior.

—No está muerto —interrumpió Yugyeom, advirtiendo el peligro en la postura de Taehyung—. Seokmin, no deseo dispararte...

El sonido del seguro de su arma resonó en el pasillo, provocando que la sirvienta temblara aún más. Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabían cómo usar un arma, pero disparar a un omega era una línea que no estaban dispuestos a cruzar sin una razón de peso.

—Ni yo tampoco —replicó Seokmin con desdén, chasqueando los dedos. En un instante, figuras emergieron de las sombras, rodeándolos. La mirada de Taehyung se endureció mientras contabilizaba a los atacantes. Sabía que las cosas se estaban complicando.

—No deseo que los planes de mi hermano sean un desperdicio —continuó Seokmin, su tono frívolo ocultando una peligrosa seriedad—. No me importa la vida de ese omega, pero sí la de la familia Lee.

Taehyung recordó las advertencias de su padre y de Yoongi. Aquello no era solo un juego; había consecuencias. Seokmin, el hermano mayor de Wonwoo, era un enemigo que sabía jugar con las sombras.

—Maldita sea —murmuró Taehyung, la frustración fluyendo en su voz mientras los betas apuntaban hacia ellos.

La mente de Taehyung se movía a toda velocidad. Dos cuartos más, y podría estar con Jungkook. Pero ese omega, tan seguro de sí mismo, era un recordatorio constante de que la situación se le había ido de las manos.

¿Mi Pequeño amor?[VK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora