Capítulo 30

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Grace

Seguimos la única pista que Ricardo nos dió, el bar de Jeff, es el único lugar que no está infestado de ángeles caídos.

Puse un truco mental en todos los que están en la sala, Pau era mucho mayor para sus ojos.

Buscaba a Jeff, por alguna razón se llama el bar el Jeff, me debía unos favores, limpié su bar de ángeles caídos que solo ocasionaban peleas con los humanos ebrios, me debe mucho.

Lo ví detrás de la barra sirviendo un trago a un hombre que de seguro no tenía nada que hacer.

Deja la botella, Jeff mira a Pau, él tiene la Visión, es decir, puede ver a través de los trucos mentales de los ángeles, o algo escondido con magia.

-Es el segundo niño de esa edad que entra a mi bar, espero que no venga ese niño, puso nervioso a todos mis clientes- Pau levanta la ceja.

-Jeff, ¿Has visto a esta mujer?- le entrego una foto de ella, es una foto mental, yo la imagino o recuerdo y la imagen que tengo de ella se pasa a un papel.

La mira con detenimiento, finalmente asiente.

-Se sentó con el niño- dice colgándose el trapo que tenía en su mano.

-¿Cómo era el chico?- le pregunta de la nada Pau, la miro confundida, ella me regresa la mirada que me dice que espere.

-Grace- me llama, pongo un papel y el hace una foto mental.

-Es él- dice Pau mirando la foto mental- es el cazador- no recordaba a ese cazador, pero tal vez sea el que saltó por la ventana.

-¿Escuchaste algo de la conversación?-le pregunto.

-Nada- levanto la mirada frustrada- pero dejó la chica este número, se lo dió al niño, pero él la rechazó, entonces se fué- tomo el número, empiezo a salir del Bar y a llamar al número.

Contesta al tercer tono.

-Adam, ¿Cómo te fué con el chico Terence?- pregunta la voz de la otra línea.

No le contesto y empiezo a correr.

-Pau, debemos ir con Terence, el cazador va tras él- ella asiente y toma su forma de dragón, es mucho más pequeña que Ricardo, pero es como de 3 metros, más o menos.

Su piel parece congelada, tiene una serie de picos amenazantes en su cabeza, esa serie seguía por todo su cuello.

Sus alas parecía una viga azul, pero colgando de la viga estaban triángulos imperfectos congelados, su cola es enorme, tiene unos picos pequeños ahí también, pero son menos que en su cabeza, sus ojos son dos puntos azules brillantes, emprende vuelo y saco mis alas y me encamino a Terence, solo debo seguir el camino espiritual que él deja, Pau va detrás de mí.

Terence

Escapamos del Casino por los pelos, cuando estamos muy lejos del Casino es cuando Marco explota.

-¿!Qué parte de que no te metas con ángeles caídos no entendiste?!- grita con las manos al volante con un tic en el ojo.

-Marco, yo- levanta un dedo enojado.

-Cuando una persona que sabe lo que los ángeles caídos son capaces te dice que te harán trizas en un segundo ¿Crees que te lo dice porque no te harán trizas en un segundo? Capaz en dos si eres muy bueno, pero ¿Qué tienes en tu cabeza?- dicho esto Marco empieza a calmarse.

-Fui un estúpido, creí que podía solo- Marco resopla.

Me mira.

-¿Tú crees?-

-Cuidado- grita Pablo, Marco ve el camino y ve una figura pequeña parada en medio de la calle.

Marco no quita el curso, ya que sabe que puede ser un ser sobrenatural, la figura saca una espada que despide un brillo rojo.

Antes de que Marco pudiera frenar la espada cortó a la mitad al auto.

Marco queda de un lado con Pablo y yo quedo solo, el chico queda en medio del carro, puedo divisar que tiene los ojos azules y me miran.

Me dice sin emitir sonido alguno, le leo los labios.

-Lo siento-

Entonces me desmayo por el impacto.

La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora