Capítulo 6

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Narrador

Hay una leyenda muy conocida entre los pequeños brujos. Es una sobre el inicio de una Guerra.

Esta habla del hermano perdido y sus otros 6 sobrevivientes.

Los siete pecados capitales tal vez sean representados por los hijos de Leonel, pero estos son los siete defectos del alma.

Ira. Envidia. Lujuria. Codicia. Pereza. Soberbia. Gula.

Cuando a los siete seres perfectos sean afectados con estos grandes defectos significa que la raza dominante caerá.

Entonces el mundo estará sumido en caos.

Terence

No puedo creer que lo haya hecho. He traicionado a la única persona que me apoyó desde que mi madre murió.

Edd me obligó a asistir. Estaba sudando, no era imbécil, sabía que podía morir a manos de cualquiera de ellos dos. O por mi padre o por ella.

Escucho pasos que se acercan. Tacones. Era media noche.

¿Qué hacía aquí? Es Navidad y estoy atrapado en un problema con mi padre y alguien muy poderoso.

Debería estar viendo películas navideñas viejas. Escuchar los villancicos que las prostitutas cantan para atraer clientes.

Finalmente puedo ver la cabellera pelirroja salir de entre las sombras y ser alumbrada por un farol en el que Edd me tenía acorralado.

——¿Cuánta debe ser tu desesperación como para que pienses que con un nephilim de rehén puedes lograr que cumpla lo que sea que quieras?—— Meredith me mira y luego a Edd que puedo sentir su sonrisa sin verlo.

——Vamos a saltar la parte donde finjes que no te importa y pasemos a la verdadera intención de que tengo a tu secreto a la palma de mi mano—— no veo ninguna emoción en el rostro de Meredith. Parecía tranquila y que controlaba la situación.

——¿Secreto?—— ella alza una ceja—— ¿Qué te hace pensar que me comprendes? un ángel caído tan básico como tú no podría entender nada—— ella hablaba segura y sin mostrar emociones.

——¡Quiero mis alas!, pero no de ángeles normales. Quiero las alas de San Miguel—— ¿está loco?. Una risa empeiza a salir de Meredith. Era una risa dulce, no tan alta ni tan baja. Constante, pero no daba miedo.

——Vaya que los ángeles caídos son más estúpidos que lo que recordaba. Creí que sabías que San Miguel tiene esas alas atadas a su espalda y no pueden ser arrancadas—— siento como Edd se tensa.

——¡Cállate! con esas alas puedo gobernar al mundo. Podré sentarme en el trono y todos estarían a mis pies—— Meredith lo mira.

——Estás mal informado. Las alas no es lo que lo hace estar ahí. Al ser el hermano mayor de los de la primera generación y la contraparte de Lucifer es digno de estar en esa posición. En resumen deberías ganar una batalla con Lucifer para poder ser su contraparte... no debes matarlo porque no creo que quieras volverte en alguien como él, solo ganarle—— Edd empieza a temblar.

——¡Mientes! ¡todo lo que dices es mentira!.

——¿Porqué le mentiría a un muerto? Algo de dignidad deben tener—— entonces escucho como algo puntiagudo atraviesa el cuerpo de Edd. Al ver reconozco el brillo de lo que lo había atravesado. Era el cazador. Era Adam. Edd cae al suelo manchando la nieve de sangre. Veo a Adam que está despeinado y sudando. Además de que tomaba sus costillas con la mano libre que tenía.

——¡Bien hecho, Adam!, ahora puedes celebrar Navidad. Otro se encargará del cuerpo—— Adam asiente y desaparece por un hechizo.

——¿No estás enojada?.

——¿Porqué lo estaría? no me traicionaste, además quería matar a Edd desde hace mucho tiempo. Tú lo facilitaste—— me muestra una sonrisa y yo bajo la mirada.

—Meredith—— la llamo— ¿puedo preguntar algo?—— la miro y ella asiente—— ¿lo que dijiste de Lucifer es verdad? ¿el que le gane será el príncipe del cielo?—— sus ojos verdes me miran y sonríe.

——Por supuesto, pero Lucifer no es alguien fácil de superar. Por eso Miguel sigue siendo el príncipe del cielo, con o sin alas.

Miguel

No podía dejar de pensar en la niña. Había enterrado algo, pero yo no podía escarbar.

La tierra que piso es demasiado caliente y supongo que mientras más bajo, más caliente se vuelve.

No había mucho que hacer aquí. Batraal es el único que si está entretenido. Puede torturar a las almas que están aquí. Pero Cassiel está todo el tiempo extrañando sus alas. Desde hace mucho escucho a Batraal riendo al hacer sus torturas. Me parecía repugnante.

——¡Oye Miguel!—— me llama la voz de Batraal que sonreía—— ¿cuánto apuestas que Cassiel está llorando debajo de esas palmas?—— puedo sentir la ira a través de sus manos que esconden su rostro.

——¡Cállate!—— Cassiel lo mira. Su rostro estaba ya lleno de las marcas que lo persegueririan por toda la eternidad.

Su rostro se deformaba, su mandíbula estaba dejando ver sus dientes. Sería un monstruo para la vista.

Cada pecado tiene sus marcas. Los cobardes se convierten en lo que más temen. Los asesinos sentirán lo mismo que sus víctimas por toda su vida. Los traidores serán más propensos a tener marcas que puedan esconder, pero no el dolor. Así iría. Pero no sabía que Cassiel le tendría miedo a Él.

——Eres un imbécil—— le digo. Su cabello pelirrojo empezaba a crecer tan rápido que sabría a donde iría. Su rostro se deformaria hasta el punto en que sea igual a mi hermano traidor. Hasta que sea igual que Lucifer.

——No puedes culparme por temerle, no soy como tú. Yo no tengo más poder que él... yo no soy el poderoso. Soy el menor.

——¡Claro! qué buena excusa para temerle a alguien que solo buscaba atención—— Cassiel golpea el suelo.

——¡No me importa si lo entiendes o no! ¡¡No soy tú!! ¡No puedo enfrentarme a él! ¡¡Soy un cobarde, lo admito!!—— se levanta enojado—— pero no me engaño. No pienso que estoy fuera de peligro... tú piensas que por tener ese título eres alguien que nunca será derrotado. No vivo en una burbuja de aire que me aísla de la realidad. ¡Tenemos al anticristo vivo! ¡Diana está con Lucifer! ¡Uno de nuestros hermanos está perdido! ¡¡Tú estás en la fosa!!. Pronto él ganará, hay que afrontarlo.

——Lindas palabras Cassiel—— la voz de mi hermano hace que Cassiel se encoja y su piel se vuelva tan blanca como el papel—— pero no eres de mi agrado este momento. Ahora les quiero mostrar algo—— lanza algo viscoso a la tierra roja de la fosa. Batraal la mira.

——Oh merde—— exclama Batraal. Yo me quedo en ese mismo lugar. Mis extremidades congeladas.

——Creí que estaban preocupados por Gabriel. Él está bien, todavía no muere, pero necesito a ese pelirrojo—— tanto Batraal como yo miramos a mi hermano—— no se sientan tan sorprendidos... ninguno de ustedes me caen bien—— entonces ambos desaparecen. Cassiel ya no estaba.

——Creo que ya sé lo que va a pasar—— comenta Batraal—— es la leyenda de los 7 hermanos.

La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora