Capítulo 8

16 4 0
                                    

Narrador

Los brujos acostaban a todos sus hijos en las casas que estaban cerca de las otras.

A esa hora no se veían a ningún niño corriendo, ya que los padres los mandan a dormir. Navidad ya había pasado y las celebraciones habían acabado, la nieve cubría el suelo que era piedra. El cementerio estaba en silencio y una mujer acuesta al inquieto niño que estaba muy feliz leyendo las cartas que sus padres le habían enviado.

——¡Mira tía Margareth! papá me envió otra carta—— los ojos del niño resplandecen de felicidad. Esos ojos azules tan brillantes no se podrían comparar ni con el océano. Su cabello era castaño y lo traía corto y mojado por el baño que su tía lo había obligado a tomar.

Su piyama consistía en pantalones azules de lana que daban el calor que el niño necesitaba para sobrevivir al intenso frío de Londres. Su playera le llegaba al inicio de sus dedos por lo grande que le quedaba. Su cuerpo es flaco y pequeño, lo normal para un niño de 4 años.

Brincaba ansioso por leer la carta, pero su tía le lanza una mirada desafiante. Él se detiene y se sienta en la cama que había destendido por los brincos.

——¿Me la lees?—— le pide reteniendo su emoción, la tía niega divertida y se sienta en la cama junto con el niño.

——No son horas para esto. Siempre quedas muy acelerado luego de que leo las cartas que te envían, mejor te cuento una leyenda ¿te parece?—— el niño deja la carta en la mesita de noche que estaba junto a su cama. No vivían en las mejores condiciones, pero era lo que los brujos debían hacer al ser parte de un alquerre de brujas.

——¡Sí! cuéntame la de los cazadores—— su tía mueve las mantas y el niño se mete en la cama, acto seguido su tía lo arropa protegiéndolo de la fría noche de invierno.

——Muy bien, pero no grites. Vas a despertar a todo el alquerre—— ella asiente y mira a su tía suplicante. Ella suspira y empieza el cuento—— luego de "la noche sangrienta"--

——La primera noche que Leonel se alimentó—— la interrumpe el niño emocionado.

——¿Quién la va a contar tú o yo?.

——Tú—— esconde su boca y nariz con vergüenza debajo de las mantas y su tía se ríe.

——Como decía: luego de "la noche sangrienta" los dioses decidieron que los creados por las razas provenientes de las sangres prohibidas serían una amenaza para los humanos, por lo que decidieron crear una nueva raza que cazara a estas bestias. Los dioses noruegos crearon a los cazadores de dragones, de vampiros y de drows. Los griegos los cazadores de brujas, demonios y arpías. Etc. Y así se creó una nueva raza. Los cazadores al tener la sangre de dioses sus habilidades físicas son mayores a las de un humano, también tiene una fuerte agudeza para la magia permitiéndoles usarla sin vender su alma a algún demonio, pero también tienen las debilidades de un humano: el dolor, la mortalidad y el sentimentalismo. Los cazadores se basan en el honor y el respeto. Los Grandes Cazadores son los más hábiles y sabios y para convertirse en uno el cazador debe recibir una preparación de 20 años para lograrlo o retar a un Gran Cazador en época de Navidad—— el niño no estaba cerca de dormirse como buscaba su tía.

——Tía Margareth, ¿yo algún día seré un cazador?—— ella le sonríe y le da un beso en su frente.

——Claro que sí, llevas la sangre de uno. Serás el mejor de todos.

——¡Sí!—— su tía deja la habitación del niño y se dirige al centro del cementerio donde se estaban quedando el aquelarre. Margareth Kirishima solo rogaba porque nadie descubriera el nombre de los padres de ese niño.

La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora