Capítulo 5

14 3 0
                                    

Narrador

——¡Oye!—— le grita al cuerpo inconsciente de Pau—— ¡¡Despierta!!—— Pau abre los ojos primero tuvo un brillo blanco, pero volvieron a su color ordinario.

——¿Qué pasó?—— pregunta tocando su cabeza al sentir el dolor punzante que hacía que no pudiera concentrarse.

——Perdiste el conocimiento. Mira—— Mafer le enseña el teléfono a Pau. Ella lo toma. En las noticias estaba lo que ella llevaba buscando tanto tiempo.

——¡Está aquí!—— lo suelta y se levanta rápidamente, pero siente la presión en su cabeza hace que se detenga.

——Estás perdiendo el control sobre el cuerpo, no deberías ir ahora—— ella mira a Mafer que se veía preocupada.

——¡No me digas que hacer!, ¿¡acaso quieres que el pacto se rompa!?—— Mafer tiembla, su voz era cada vez más grave.

——N-no... no quiero que solo por verlo destruya todo lo que ha construido—— sus ojos reflejaban algo muy parecido al odio.

——Todo esto lo contruí para estar con él, así que no finjas que te importa. Solo no quieres que tu amiga salga lastimada ¿no es así bruja?—— luego sale. Mafer se queda en el mismo lugar. Lo sabe, piensa con terror.

Terence

El cuarto de motel en el que me estaba quedando era una porquería. Las paredes tienen manchas de viejo y hay ropa tirada por todas partes.

El olor a comida podrida y a polvo era lo que más prevalecía. El baño tampoco era el mejor.

En resumen estaba en problemas. Pero no era por el cuarto. Era la presencia que estaba constante.

Un ángel caído.

——¿Cómo has estado muchacho?—— dice una voz ronca y grave. Edd. Al darme la vuelta lo veo. Tiene un par de cicatrices por todo su cuerpo que se deja al descubierto por su playera holgada con tirantes blanca. Tiene unos pantalones de mezclilla algo rotos y manchados de sangre. Su cabello negro lo tenía casi rapado y sus ojos eran iguales de negros, pero tenían un brillo que yo llamaría soberbia.

——¿Qué haces aquí?—— había tenido encuentros con mi padre desde que lo confronte por la muerte de mi madre. Siempre me amenaza con mi hermana que no sé si existe.

——¿Acaso un padre no puede visitar a su hijo?—— noto el sarcasmo. Ellos no son así. Si fueran los padres ideales no habrían caído del cielo.

——Eres demasiado orgulloso como para tomar algo de tu “preciado” tiempo para ver cómo me va en la escuela—— una risa sale de un agujero que se hacía pasar por su boca. Era una risa que daba asco. Era como una burla.

——Tienes razón, iré al punto. He escuchado de tu relación con la Du Luac—— sus hileras de dientes descuidados me daban náuseas, pero debo verlas cada vez que sonríe—— quiero que organices un encuentro entre ella y yo.

——¿Porqué quieres un encuentro con ella? además ¿porqué te ayudaría?—— una tensión se siente en el aire. Lo miro a los ojos con odio y en los suyos solo veo diversión.

——Respondiendo a tu primera pregunta: No te importa. Y la segunda respuesta es: porque tengo a tu amigo Marco a mi cuenta de vasallos. Puedo decidir sobre su vida y extremidades ¿qué dices? ¿puedes contactarla?.

Adam

Podía sentir mi cuerpo en llamas, el frío de Invierno no hacía que ese ardor se detuviera.

Siempre me pasa esto cuando se acerca Año Nuevo. Cuando la puerta se abre tanto que empieza a succionar a cada alma a su interior.

Pero además del ardor y el dolor estaba también que me ahogando. La presión en mi tráquea me impide poder respirar bien.

Cómo odio estas fiestas.

Puedo llegar al lugar donde en Primavera se puede ver el mar. Ahora estaba congelado y habían personas patinando.

Ahora no había casi gente. La mayoría se fueron a pasar las vacaciones en otros lugares del mundo, pero los que se quedaron no saldrán de sus casas.

No después del ataque a la cafetería de ayer. Bajó las escaleras y estoy frente a la pista de hielo. Me recargo en la pared y respiro hondo. Mi aliento se vuelve hielo al salir de la calidez de mi cuerpo.

Ojalá eso pudiera acabar con el ardor que siento ahora mismo.

Sin poder reaccionar ya no estoy en ColdWood. Ahora estoy en el último lugar donde quería.

Mi espada negra estaba manchada de Su sangre. La tenía pegada a mi pecho y yo no me movía por miedo a lastimarla. No, no otra vez.

——Tranquilo... te entiendo. Cuida de Layla—— luego su cabeza cae estrepitosamente sobre mi hombro dando a entender que ha muerto.

Luego todas las muertes empiezan a pasar frente a mis ojos.

——Detente—— muerte. Sangre. Ella——¡Detente!—— muerte. Sangre. Ella. Todas las escenas se reflejan en mis ojos. No. No de nuevo—— ¡¡Detente...!!—— muerte. Sangre. Ella—— ¡¡... torturador!!—— El sonido de mi espada atravesando el cuerpo humano en el que el torturador estaba.

——Imposible... eso es imposible. Nadie puede escapar de mi “nightmare teller”—— la escencia morada estaba de nuevo saliendo del cuerpo humano.

——¡Alguien llame a la policía!—— gritan las personas que transitaban. Estaba recargado de una pared y mis extremidades no servían. Me dolían. Me ardían.

——¿Qué eres?—— saco la espada y el cuerpo cae.

——No... te... incumbe—— me levanto recargando mi cuerpo con la pared y con un dolor intenso en cada movimiento que hacía.

La gente me veía como a un criminal. Yo intento ignorar los llantos y a los padres protegiendo a sus hijos y esposas.

——Feliz Navidad—— mañana sería Navidad y mi poder de curación no servirá muy bien. Noto como el viento frío choca contra la razón de mi dolor. Las serpientes que muestran mi pecado.

Pongo mi espada para usarla como bastón. El filo negro sobre el suelo y el mango para recargarme. Otro humano viene poseído.

Lo esquivo y cae al suelo por el hielo. Lanzó una de las dagas que se conjuran y los otros demonios se la piensan antes de venir por mí.

Luego uso un hechizo para irme de ahí. Al llegar al lugar siento como mis costillas empiezan a matarme.

Me quedo quieto por el dolor. El ardor empeiza a perforar mi piel. Y sangre empeiza a salir de ahí.

——Adam—— reconozco esa voz. Ese tono. Es ella—— en el muelle a media noche— termina las órdenes y yo solo puedo empezar a curarme para estar ahí.

La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora