Capitulo 13

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Abdiel

Reconocí el lugar cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, era el parque nuevo, lo habían construido ahora en ColdWood para los niños. Recuerdo leer que habían juegos didácticos y resbaladillas, además de bancas y puestos de comida. Me empujaban bruscamente hacia adelante haciendo que casi me caiga. Llegamos a la parte donde entrenan a los perros, en ella se encuentra un hombre de pelo castaño y ojos negros, vestía con ropa de oficina. Mi respiración se acelera.

——Tenemos un trato, déjame verlo—— dice la chica al hombre, el hombre chasquea los dedos y se acerca un niño de 10 años, sin ataduras ni nada.

-Dámelo, ahora, no queremos que alguien salga lastimado, ¿o sí Andrea?- dice el hombre.

Andrea me lleva con el hombre, él me tira al suelo y siento como mis rodillas empiezan a arder. Mi rostro estaba en el suelo junto con una popó de perro que parecía reciente. Lo supe por el olor.

——Damabiah te toca—— dice enojada, al estar a su lado siento un raro poder. El mueve la cabeza y el niño avanza hacia Andrea—— mi niño—— dice llorando y extendiendo sus brazos para que él vaya a ellos, el niño se mantiene—— ven vamos a casa—— le dice entusiasmada.

——Solo vine a despedirme—— dice el niño, la mamá lo mira confusa—— he vendido mi alma a Damabiah, ahora le pertenezco. No podré volver con ustedes—— ni yo me la creo, en el rostro de Damabiah hay triunfo.

——Pero...—— dice Andrea, pero antes de poder terminar Damabiah la interrumpe.

——Debemos irnos Jackson—— Damabiah saca unas alas de su espalda, recuerdo lo que me dijo el hombre sobre que los ángeles me querían muerto. Si mal no recuerdo de mis clases de Religión los ángeles tienen alas.

No se como lo hice, pero mis ataduras se soltaron de mí me levanto rápidamente y todos me miran. El ángel intenta llegar a mí, pero de alguna forma sale despedido de ahí. Salgo corriendo.

Siento como el niño me persigue, él es mucho más rápido que yo y eso que tiene 10 años. ¿Qué le ponen al cereal hoy en día?. Al llegar a la calle me ubico, la estación de policía está a 5 cuadras, si llego lograré escapar.

Echó a correr hacia la policía, con Jackson pisandome los talones

Grace

Voy caminando pensando en lo que me dijo Cassiel, Jev o Miguel.

——¡¡No vas a huir!!—— es de un niño, pero algo hace que siga la voz, estaba muy cerca de la estación de policía.

Se escucha un grito frustrado, entonces alguien se estrella contra mí. Al fijarme era Abdiel.

——Tía—— me abraza, vienen un nephilim de cómo 10 años, se frena al verme. En sus ojos se ve el terror, se va corriendo hacia la dirección ——tía todo es una locura, hay ángeles y demonios. Anticristos.... no quiero nada de esto.

——Grace, dámelo—— dice una voz detrás de mí, era Damabiah, estaba jadeante.

——Damabiah—— digo con desprecio hacia él.

——No actúes como si no supieras la razón por la que estoy aquí—— ambos intercambiamos miradas
-Debo recordarte mi rango- me acerco a él.
-El rango que tenías era muy preciado, pero lo echaste a perder, pertenencias a lo dominadores ahora has caído- si él solo supiera- ahora dámelo- sus ojos despiden furia, solo falta que le salga humo por los oídos.
-¿Yo debo recordarte mi rango?- dice Miguel, está detrás de Damabiah, al verlo queda pretificado- Grace lleva a Abdiel al cuarto del casino, Damabiah y yo debemos hablar de algo- dice tomo la mano de Abdiel y salimos de ahí. Ya lejos saco mis alas, Abdiel se queda mirandolas, tomo su mano y vuelo sacándolo de ahí.

Narrador

Tiempo atrás

Estaba en la institución nuestra pequeña Grace, es donde te enseñan a ser un ángel, te enseñan la historia que nunca acaba. Les enseñan los rangos, también te dicen que si tú padre o madre son de un puesto bajo te quedarás en el puesto bajo. Afortunadamente la madre de Grace era una Serafín, por lo que Grace sería lo que ella querría. El padre de Jev era de los dominadores. Solo podía ser de la segunda o tercera jerarquía.
-Grace, ¿Qué te hizo Rixon?- pregunta la maestra encargada de la generación.
-El me molestó- en el cielo si insultabas a un hijo de un ángel de alto rango y tu eres hijo de un ángel, no podía ser bueno. La maestra tomó un palo hechizado para poder infligir dolor en los ángeles. El ángel lo miró con miedo, como si se lo hicieran en su casa cada día. La maestra levantó el palo................











Grace

Dejo a Abdiel en el piso a una cuadra del casino, guardo mis alas y empezamos a caminar. Me meto en la mente de todos los del casino para ignorarnos, pasamos por la gente directo a las habitaciones. Ya dentro llamo a Miguel, me manda a buzón. Tengo que calmarme, si no todo saldrá mal. La propuesta de Cassiel suena en mi cabeza una y otra vez. Se intensificó al ver a Miguel cuando encontré a Abdiel.
-Tía, ¿Qué eres?- dice por fin Abdiel, suspiro mientras bajo la cabeza. Debo decírselo.
-Soy un ángel, tu padre, Patch, era un ángel caído y tu madre, Nora, es una nephilim- le digo, en realidad nunca creí que sería yo la que le dijera esto.
-Pero, si mi padre es un ángel caído ¿Cómo seré el anticristo?- lo miró sorprendida, lo sabe, lo sabe todo.
-Tu padre biológico es Lucifer, el ángel rebelde, uno de los hermanos restantes de la primera generación- esconde su cabeza en sus manos, se que está confundido- Abdiel, quiero que sepas que Miguel y yo estamos de tu lado, te cuidamos por 17 años- lo intento reconfortar, pero nada funciona. Lo sé.
-Pero, yo soy un chico de preparatoria que tiene un amigo que tiene un estúpido apodo y una chica que él quiere invitar al cine- una lágrima pasa por su cachete.
-Yo sé que es duro, pero no soy la persona indicada para decírtelo- alguien toca la puerta de la habitación. Al abrirla sé que la cabellera pelirroja vino por respuestas- No lo hice Cassiel, no te creo- él solo me mira.
-Llama a la señorita Grey, a ver si a ella le crees- lo miro- no tengo nada contra tí, pero es necesario que- Cassiel es interrumpido por una persona.
-¿Qué haces aquí?- al levantar la mirada veo a Miguel con sangre, Cassiel se da la vuelta viendo como su plan se va a la basura.
-Miguel, yo...............yo- intenta decir, pero sabe que Miguel es más poderoso qué el, por ser mayor.
-Cassiel, te he dicho que me dejes en paz, ahora acosas a Grace, esa no te la perdono- Miguel estaba que saca humo por las orejas. 

La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora