Capítulo 25

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Miguel

-Ya vete Luci, nada de lo que digas me molesta- digo molestandolo.

-Me llamo Lucifer- dice enojado, me doy la vuelta con una sonrisa enorme.

-¿Yo que dije?- si esto fuera una caricatura estaría rojo completamente.

-Dijiste Luci, yo soy Lucifer- se me escapa una risa.

-¿Ya no puedo llamarte por un nombre más corto?- pisa el pie de Cassiel.

-Mi nombre significa "portador de luz"- dice enojado- ¿Qué significa el tuyo?- esta pelea me alegra los 2 000 años que me hacen falta aquí.

-"¿quién es como Dios?" Además mi verdadero nombre no es Miguel es Mîkâêl- empiezo a cavar un hoyo en las paredes, pero hacia los lados.

-Te diré entonces Mîka- empiezo a reír.

-Me gusta ese nombre Luci- remarco Luci, él se enoja.

-Cassiel, por favor deja de fingir tu muerte, me imagino que el dolor es insoportable- dice Lucifer.

Entonces se levanta, lo primero que hace es quitar a Lucifer de su mano.

-¿Qué me delató?- dice apenado.

-Diste un pequeño grito cuando Luci se puso sobre tí- una risa se escapa de Cassiel.

-Mika está diciendo a personas por su diminutivo- explica Luci- creo que te diré Cassi- Batraal empieza a reír.

-No me imaginé que su familia sea tan inestable- se sienta junto a nosotros.

-Yo solo vine a molestar a Miguel, no a hablar con un desterrado- la imagen de Luci desaparece y deja a Cassiel y a mí con Batraal.

-¿No quieres saber quién quiere con tu novia?- dice Batraal, Cassiel y yo lo miramos.

-Eres una molestia- regreso a cavar el hoyo.

Grace

-¿Mamá?- digo desconcertada, su cabello dorado resplandece con la luz de la luna, yo no heredé su cabello, pero si sus ojos verdes.

-No te emocionas niña- me responde- solo vine por Batraal- suspira- como ya está me puedo ir- mira a Patch, lo mira con desprecio- con tantas chicas lindas que hay para que la elijas a ella- dice desilusionada.

-El tiempo no cambia a la gente- digo aburrida, Pau llega corriendo junto a mí, me abraza.

Me desconcierta la señal de afecto.

-Agh- es lo último que dice y sale volando.

-¿Quién es la cascarrabias?- dice Pau, veo como su figura empieza a desvanecerse.

-Mi madre- me levanto del piso.

-No se parecen en nada- Pau continúa viendo al cielo a pesar de que no se ve nada más de ella.

-Es igual de encantadora que siempre- empiezo a reír por el comentario.

-¡Señorita!- grita una voz furiosa, era una mesera- debe de pagar la comida por lo menos- dice con enfado.

Me meto en su mente.

-Ya habíamos pagado, fíjese- digo, vuelve al lugar, empieza a revisar nuestra mesa.

-Madre mía- exclama sorprendida- perdona, me equivoqué- se rasca la cabeza mientras nos muestra una sonrisa nerviosa.

-No se preocupe- digo a la mesera, le doy una sonrisa.

-Me llamo Tulip- se presenta, Patch baja la cabeza con aburrimiento- ¿Cómo se llaman?-

-Soy Grace- me presento con mi mano en mi pecho, luego señalo a Pau- ella es Pau- me giro hacia Patch- él es Patch- da una sonrisa forzada.

-Supongo que es su novio-

-No es mi hermano- sus ojos se llenan de felicidad.

-¿Eres soltero?- dice esperanzada.

-Gusto en conocerte Tulip- digo incómoda, tomo a Pau y a Patch fuera de ahí, Pat y da un suspiro de alivio.

Terence

Marco nos deja a Pablo y a mí en el Casino de los ángeles caídos.

Marco tenía, como todos lo nephilims, el cabello negro, era alto y tenía un poco de barba, siempre lo molestan con ella, sus ojos son azules lo que lo hace atractivo para las chica, estuvo un tiempo en la venta de vasallos, por lo que tiene más bíceps que cualquiera del grupo.

-Estas loco- dice asustado viendo a los ángeles caídos.

-Tal vez- le ofrezco mi puño, lo golpea y salgo con Pablo.

-Esto es una locura- empieza a temblar, los ángeles caídos nos observan con detenimiento.

-Concéntrate, búscalo está aquí- su mirada empieza a pasear por el ambiente lleno de humo, de hombres con grandes apuestas y juegos mecánicos que no son ciertos.

Un ángel caído se pone enfrente de nosotros.

-2 nephilims, parece mi día de suerte- nos observa con detenimiento.

-No estoy de humor caído, será mejor que te apartes de mi camino- dije impaciente.

-Él- señala a un ángel caído que está intentando con una pobre chica.

-No me digas que eres el vasallo de Ed- tengo tu nombre maldito.

Una persona muy conocida se cruza en mi mirada.

Era yo paseando por el Casino.

Miguel.

Por poco mi boca no llega al suelo.

Es imposible.

Está en la fosa.

-Miguel- se me escapa, el ángel caído me mira asustado.

-¿Qué acabas de decir?- dice con su voz temblorosa, mi mirada no se despega de él.

-Lo que escuchaste- dice la voz de Miguel detrás de nosotros, al darme la vuelta lo veo sin el disfraz.

-¡MIGUEL!- grita con todas sus fuerzas la miradas viajan hacia él.

-Tapense los ojos muchachos- pongo mis manos en mis ojos, Pablo hace lo mismo.

Una energía me quema las manos, un destello cruza mis párpados, pero no abro los ojos.

Los gritos de los ángeles caídos se hacen presentes.

Solo podía pensar en Ed sufriendo por lo que sea que Miguel esté haciendo.

Entonces la luz desaparece.

-M... Meredith- dice una voz asustada.

Al abrir los ojos veo a la misma chica pelirroja que cuando salvé a Wood.

-Hola-de nuevo Satanás- dice con desprecio, esta vez puedo ver sus ojos eran verdes, pero daban un lindo destello con la luz de las lámparas, su cabello pelirrojo brillaba mucho más.

Era muy linda, demasiado, su mirada segura encanta a cualquier hombre, es de estatura promedio.

Su piel es completamente perfecta, pero en sus brazos tenía unas cortadas que estaban curando.

-¿Qué me delató?- dice nervioso, lo mira con tanto desprecio.

-Primero Lucifer y luego Miguel- saca la misma espada que despide calor, gotas de sudor empiezan a caer por mi cuerpo, la temperatura subió demasiado- creíste que no sabía que Miguel estaba en la fosa- está burlándose de él.

-Por favor, vete, me iré instantáneamente de aquí- al aparecer no era suficiente para ella, no se había movido ni un  centímetro, acercó su espada  más a Satanás-¿Qué más quieres?- estaba desesperado.

-Que no te acerques al anticristo ni a sus amigos- sube una ceja- ¿Tenemos un acuerdo escoria?- dice escoria como si fuera su nombre, él da un breve movimiento con la cabeza que indica que sí- vete- entonces desaparece.

Pregunta: ¿Se acuerdan de Ed?





La chica aladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora