Capitulo 13

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A medida que pasaban las semanas se encontraba cada vez más enojado consigo mismo, los recuerdos de lo que su vida era y lo que pudo ser lo atormentaban cada momento. Los recuerdos que pudieron haber formado pero dejaron ir al viento las pocas esperanzas que les quedaban.

 Aquellos últimos días había tenido que quedarse haciendo horas extras, y si bien no era fan de ellas como cualquier persona normal, tenía que hacerlas. Así su jefe se sacaba aquella idea de despedirlo. Si le demostraba al grandísimo idiota que estaba más que conforme con el trabajo y que estaba ahí para quedarse sería lo mejor. Si llegaba a perder su trabajo no tenía idea de como seguir, se había dedicado a esa empresa por casi diez años y perderlo todo era un golpe en la espalda.

Pero claro, horas extras significa una niñera, una niñera que necesita dinero para trabajar, dinero que no tiene y por eso hace horas extras. Todo era un circulo que iba a terminar por matarlo.

Otro problema que seguía molestándolo era Louis y su idea de irse a una maldita cabaña como familia, entendía que el ojiazul estuviera tan interesado en formar lazos con sus hijos pero no lo necesitaba ahí ¿o si? porque es verdad que las niñas no irían si Harry no va. Pero eso se arregla con una charla por supuesto. Aún que la idea de alejarse de todos los problemas por al menos unos días era tentador.

Así que cuando estaba agotado y fastidiado por el trabajo también lo estaba por los niños y Louis. Agradecía tener a Zayn, un chico que trabaja con el y que esta más que dispuesto a follarlo para calmar sus nervios. Pero hasta ahí llegaba la relación, puro sexo. 

Su psicóloga le había dicho que debía buscar una pareja, alguien que lo llene de chispas brillantes cada vez que lo mirase,  dijo en realidad que buscase algo que lo haga sentir vivo y eso hizo, a pesar de que la mujer le dijo que era joven todavía y podía buscar alguien con quien sentar cabeza de nuevo él seguía sintiéndose viejo y usado. Busco sexo, muy buen sexo. Y eso funcionaba por el momento.



-¿Taylor? ¿qué estas haciendo amor?-sonrió mientras miraba a sus hijo romper una cascara de huevo y colocar la clara en un vaso- sabes que no puedes comer nada dulce bebé-dio un paso hasta su hijo.

-Pero es que quiero un pastel papá-sus ojos azules lo miraron nervioso, suplicantes. 

-No-negó comenzando a quitar las cosas del lugar- estas recién operado y no puedes comer nada de eso, déjame ayudarte a ir a la cama nene.

-¡Ya estoy bien papá! puedo comer tranquilo.

-Taylor Styles Tomlinson no me hagas repetirlo dos veces, a la cama ahora-el tono firme hizo que su hijo lo girara a ver y asentir, comenzando a caminar despacio. El podía decir lo que quiera, pero la mueca de dolor en su rostro mientras daba pasos decía lo contrario.

-El doctor dijo que dentro de un mes y medio estaría bien.

-¿Cuanto paso de la operación Taylor?

-Quince días-soltó un suspiro- pero estoy mejor papá, lo prometo.

-Cuando vayamos a sacarte los puntos es cuando estarás mejor-sonrió de lado al oír a su hijo quejarse mientras caminaban hasta la cama que había puesto en la sala de estar así Taylor no tendría que subir y bajar las escaleras.

-¿Cuando podré comer todo eso? quiero un pastel, y caramelos-sonrió al solo pensarlo.

-Cuando el doctor lo diga nene, mira algo de televisión ¿si? voy a ver a tus hermanas. 

A pasos lentos se dirigió a la habitación de las niñas, abriendo solo un poco la puerta para verlas sentadas en el suelo mientras jugaban a las muñecas, todo estaba bien. Todos estaban bien, camino hacia su propia habitación para tomar su celular que estaba cargando, habían tres mensajes, dos de su hermana y uno de Zayn. Decidió contestar los de su hermana solamente para bajar con el celular en su mano no sin antes darle otro vistazo a sus hijas.

No quería a nada más en el mundo que sus niños, niños que eran amables y educados. Niños por los cual daría su vida sin dudarlo.

Tomo la computadora y unos papeles para comenzar a terminar aquellos contratos que su jefe le había mandado el viernes, en esos momentos estaba en sus días libres al igual que sus hijos, estaba tan concertado en terminar aquel trabajo que no escucho a su hijo hasta que el grito su nombre.

-¿Qué sucede Taylor? ¿por qué estas gritando eh?-frunció el ceño mirando al niño.

-Estaba hablándote y no me respondías.

-Lo siento bebé-sonrió arrepentido- estoy terminando un trabajo-apoyo su rostro en su mano para bostezar- ¿qué sucede?

-¿Volverías con papá?-abrió sus ojos verdes mientras giraba su vista a su hijo.

-¿Por qué preguntas eso Taylor?-la lentitud de sus palabras hizo a su hijo mirarlo serio.

-No lo se, quizá el pueda... ayudarte en el trabajo y todo eso papi.

-¿Qué te hace pensar que necesito ayuda cariño?-sonrió suavemente.

-No soy ciego papi, trabajas todo el día, nos cuidas a los tres y vuelves trabajar. Apenas duermes algo y yo me preocupo por ti.

-Oh amor-sonrió mirándolo- estoy bien ¿si? no necesito ayuda, los tengo a ustedes mis hermosos niños que se portan bien-tomo aire lentamente- estoy bien, no te preocupes por mi.

Fingió no notar la mirada preocupada de su hijo.

We Are Family //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora