Harry soltó un gemido suave mientras comenzaba a colgar la ropa, con una sonrisa miro a sus niños sentados en las hamacas bajo la sombra dulce del árbol. A Taylor ya que le habían sacado los puntos desde hace dos días, y todo había vuelto a la normalidad. Los niños estudiaban como siempre mientras que él trabaja como antes lo hacia, sin horas extras ni trabajos agotadores que lo dejarían despierto hasta entrada la mañana. No lo necesita de todas maneras.
A demás, no lo iba a admitir en voz alta pero la pequeña charla que tuvo con Louis le dio un empujón, uno pequeñito. Fue como si todo ese tiempo necesito oír las palabras que su ex marido dijo. Casi como si siempre necesito oír que ese dinero también era suyo.
Camino hacia la cocina arrastrando sus pies, apenas tenía veintinueve años y se sentía de cuarenta, era triste a veces pensar que esa era su vida, que esa sería siempre y no había nada para evitarlo.
Saco unos limones de la nevera y comenzó a exprimirlos en una jarra, mirando cada tanto por la ventana a sus niños, sus pequeños y hermosos niños. Oh, desearía nunca dejarlos ir. Salio con cuatro vasos de limonada fresca y fría junto con un libro que ya había leído anteriormente, se sentó en la pequeña silla de madera y vio a sus niños correr hasta él, tomando un vaso mientras hablaban de cosas de pequeños, con chistes internos sobre unicornios y si al final las hadas eran reales o no.
Los rayos dorados del sol chocaban contra su piel dulcemente, el viento mecía sus rizos con delicadeza, y mientras pasaba las hojas no pudo evitar sonreír, las risas de sus hijos entraban por sus oídos en armonía, llenando su corazón de una felicidad inexplicable. Quería parar el tiempo y quedarse así para siempre.
-Papi... creo que vino alguien-levanto la mirada hasta Denise, que apunto hacia la puerta con su pequeño dedo.
-Voy a fijarme-sonrió levantándose, dejando un beso sobre la piel de su frente para cerrar el libro y caminar hacia la puerta, giro su mirada hasta el pequeño gatito que dormía sobre el sofá plácidamente, abrió la puerta para gritar de emoción y saltar sobre los brazos del hombre-Oh Dios-la risa de Niall lo hizo sonreír, sus brazos lo abrazaban con fuerza contra su pecho.
-Hola Harry, ¿Me extrañaste? -su acento irlandés estaba mucho más marcado que antes, supone que volver a su país natal por cinco años lo hizo complementar su acento. No tenía idea de porque estaba llorando, lo había extrañado como nunca había extrañado a alguien en su vida.
-¿Cómo te atreves a preguntarme eso?-se alejo del abrazo para mirar al ya no rubio chico- te dejaste el pelo castaño, te ves bien-sonrió acariciando la mejilla pálida de su amigo- te ves saludable.
-Tu cambiaste mucho también, te dejaste crecer el cabello como siempre quisiste, te ves radiante Harry.
-Oh por favor, dame un abrazo más. Te extrañe tanto Niall-volvió a abrazarlo, sintiéndose cálido de nuevo- ¿Por qué no me dijiste que ibas a volver?
-Quería que sea sorpresa pequeño-acaricio el cabello largo de Harry con sus dedos para dejarle un beso en la sien.
-Estoy tan feliz de verte de nuevo, vamos pasa, siento si hay algo desordenado, tengo mi excusa, tres niños-bromeo guiando al castaño dentro de la casa.
-Esta todo ordenado Harry-sonrió-¿cómo va todo? ¿Taylor esta mejor?
-Sí, ya le sacaron los puntos. Ahora esta jugando con sus hermanas en el patio, ¿Quieres algo de tomar? justo prepare limonada.
-Sabes que nunca podría negarme a tomar de tu deliciosa limonada, ¿Y tu? ¿cómo estás? se sincero niño.
-Debes dejar de decirme niño-sonrió mostrando sus hoyuelos- ya son grande ¿recuerdas?
-Nah, tendrás veininueve años pero luces igual que cuando tenías veinticuatro y todavía tienes esos hoyuelos de niño.
-No los puedo sacar, ya nací con ellos-sonrió- estoy tan feliz de hayas venido Niall, es tan triste hablar solo por mensajes y videollamadas, extrañaba tu presencia aquí.
-Vas a hacerme llorar-sonrió mirando sus ojos azules profundos humedecerse- llévame a conocer a los niños, que nunca vi a las niñas.
-Oh cierto, te fuiste el mismo año que...
-Que ese bastardo te engaño-termino la frase-,me siento mal de no poder volver a ayudarte a superar todo como se debía.
-Oye... tu madre falleció ese año-apretó sus manos juntas- yo también debí haber ido a apoyarte Niall.
-Hubiera amado verte en tu barriga de embarazo la verdad-sonrió tiernamente.
-Estoy seguro que me hubieras llamado gordo-alzo una ceja, escuchando la risa tan contagiosa de su amigo, rió junto a él.
-¿Papi?-pararon de reír para ver a Lizzy esconderse tras la pierna de Harry, ojos verdes brillantes mirando a Niall con confusión.
-Lizzy amor, él es el tío Niall-sonrió viendo como la niña dejaba de cubrirse tras su cuerpo- acaba de venir de viaje desde Irlanda, ¿Qué se dice?
-Bienvenido tío Niall-su voz sonaba temblorosa y asustadiza, odiaba saber que desde tan pequeñas creaba miedo hacia conocer personas nuevas.
-Así que tu eres la pequeña Lizzy, tienes los ojos tan bonitos como los de tu padre-se acacho hasta la altura de la niña quien sonrió sonrojada.
-Gracias-sonrió con sus mejillas sonrojadas.
-No es nada pequeña, ¿Dónde están tus otros hermanos?
Antes de que el irlandés salga por la puerta lo tomo de la mano, girándolo hacia su cuerpo para verlo.
-¿Harry?
-Estoy tan feliz de que hayas vuelto Niall, me hacías falta-sonrió suavemente mirándolo.
ESTÁS LEYENDO
We Are Family //Larry Stylinson//
أدب الهواةHarry y Louis eran la definición de amor verdadero, casados y con tres hijos sufren las desventajas del matrimonio terminado en un divorcio para nada amable y problemas. Entonces, ¿Cómo mierda van a sobrevivir viéndose la cara si apenas pueden habla...