Capitulo 36

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Tomo a Misha en sus brazos antes de comenzar a bajar las escaleras, hacia quince minutos que los niños habían sido llevados a clase y su amigo irlandés se había marchado en otro intento de buscar trabajo. Uno de sus ahora cortos rizos cayo sobre su frente, no estaba seguro de por que los había cortado. Y de alguna manera extrañaba su cabello largo.

Estuvo a punto de dejar a la pequeña felina en su comedero cuando el timbre resonó en el lugar, girando sobre sus talones para estirar su mano y girar el pestillo, encontrando a Louis del otro lado, estaba vestido casual, lo cual era un alivio.

-Hey-sonrió mostrando sus hoyuelos y dientes blancos, siendo observado por la atenta mirada azul- solo debo darle de comer a Misha y estoy listo.

-Te cortaste el pelo-susurro.

-Ugh, no lo repitas-sonrió- aún sigo arrepentido por ello- dejo al gato junto al comedero no si antes darle un beso en su nariz antes de levantarse y tomar su chaqueta negra.

-Creo que luces muy bien-carraspeo antes de ponerse recto, el rizado sonrió confundido mientras ladeaba su cabeza- no digo que antes no te veías bien, siempre te viste...bien-Harry asintió con una sonrisa para abrir la puerta de la camioneta y sentarse sin poder ocultar su sonrisa.

-Entonces, ¿Cómo estas Louis?

-Creo que debería ser yo quien pregunte eso-arranco el vehículo- teniendo en cuenta lo que estamos a punto de hacer.

-Estoy bien-suspiro- relajado-los ojos azules de Louis lo miraron seriamente por segundos, y una parte dentro suyo, supo que no le había creído. Así que estiro su mano y prendió la música, guiando su vista hasta la ventana en un intento de no volver a hablar del tema.

Cada momento que pasaba su corazón latía con fuerza dentro suyo y sus manos comenzaban a sudar en cuanto, luego de casi media hora,  vio un cartel avisando que estaban a dos kilómetros de llegar a la Penitenciaria. Había pensado que estaba listo, se lo había dicho a si mismo toda la noche, cuando el sueño se había marchado y solo tenía su mente atormentándolo. Pero en esos momentos, sabía que no estaba listo. Tenía miedo de encontrar alguien que no era ni la mitad del hombre que recuerda, tenía miedo de que su padre sea frío y violento. Si era sincero, no sabía que esperar realmente.

-Para el auto-susurro, captando la mirada de su ex esposo- ¡Para el auto!-en cuanto el ojiazul estaciono a un lado de la carretera, no lo dejo hablar, abrió la puerta para salir de ahí casi corriendo. Sentándose sobre el asfalto gastado antes de esconder su rostro en ambas manos. Respirando profundamente mientras apretaba sus ojos para evitar llorar.

No levanto la mirada cuando sintió el calor del cuerpo de Louis a su lado, sentándose en el sucio piso y envolviéndolo con su brazo para apoyarlo a su lado, no diciendo ninguna palabra, simplemente quedándose ahí.

-Vas a ensuciar tu ropa-susurro, su voz saliendo rota de dentro suyo, para levantar su vista empañada en lagrimas.

-No importan.

-Lo siento, no se que me sucede. Te hice faltar a tu trabajo y ahora no puedo levantarme y hacer lo que prometí. Soy un idiota-tiro de uno de sus rizos lejos, sus manos temblaban sin sentido.

-No digas tonterías Harry, no eres un idiota, ni me hiciste faltar a mi trabajo. Lo hice porque quise acompañarte-se quedaron en completo silencio por largos minutos hasta que tuvo que volver a hablar.

-Tengo miedo-Louis lo empujo más contra su cuerpo, abrazándolo con ambos brazos- no se... no se como actuar a su alrededor, tampoco se si él será como recuerdo o como se muestra cuando hablábamos a través de un maldito vidrio.

-Esta bien, no tienes que ser fuerte, podemos irnos si eso quieres-alejo su rostro hasta quedar frente al suyo, sus narices podían rozarse y el calor del cuerpo ajeno se mezclaba con el suyo propio- o podes quedarnos. Decidas lo que decidas, esta bien y yo voy a estar aquí contigo.

Harry suspiro, asintiendo antes de tomar una fuerte bocada de aire.

-Estoy listo para conocerlo- la sonrisa de Louis creció antes de estrecharlo entre sus brazos, se permitió cerrar sus ojos. Apretó sus dedos contra su espalda mientras se mantenían quietos, entre los brazos del otro.

Se levanto al mismo tiempo que el ojiazul, dejando que su mano se apoye sobre su espalda baja y lo guié de nuevo al auto, sus nervios presentes pero calmándose al momento que la mano de Louis tomara la suya y entrelazara sus dedos sobre la palanca de cambios.

La Penitenciaria se presento frente a sus ojos antes de lo que pensó, ni siquiera tuvo que esperar mucho tiempo, aquel hombre fue sacado por las puertas, alto y delgado, su piel pálida y su cabello se veía más canoso desde la ultima vez que lo vio.

En cuanto bajo de la camioneta y sus ojos verdes se conectaron lo vio sonreír y caminar a pasos rápidos hasta él, tomándolo entre brazos en un fuerte abrazo.

-Dios, eres más hermoso en persona-sonrió su padre, tomando su rostro en ambas manos- eres más alto de lo que pensaba-Harry soltó una pequeña risa entre as lagrimas que fuero sacadas rápidamente de su rostro por los pulgares de su padre.

-Te extrañe...

-Yo también te extrañe Hazzy.

-¿Hazzy?-la voz de Louis los hizo separarse, con una sonrisa Harry se giro a verlo.

-Papá, él es Louis mi ex esposo, Louis él es mi padre-Harry no podía quitar la sonrisa de su rostro, no mientras los veía saludarse y subir a la camioneta- ¿Tienes algún lugar donde ir?

-Sí, mi amigo me va a prestar un lugar en su casa hasta poder conseguir el mio propio-asintió para si mismo, en algún momento, habían llegado a la ciudad y podía ver los ojos verdes de su padre apreciar los edificios.

-¿Quieres ir a algún lugar antes de parar ahí?

-¿Sinceramente?-suspiro emocionado- me muero por una hamburguesa de Mc Donald's-Louis sonrió de lado para llevarlos ahí rápidamente, estacionando cerca de la entrada.

Harry se mantuvo atrás junto a Louis, mientras que su padre caminaba emocionado hasta la puerta.

-Gracias-sus brazos se rozaban suavemente mientras caminaban, el mayor giro su rostro con el ceño fruncido- gracias por ayudarme en mi crisis hoy, y por... por seguir aquí.

-Es un placer hacerlo.

Las piernas del menor pararon en seco, estirando sus manos hasta las mejillas del ojiazul antes de traerlo en un beso. Sus labios se unían como si estuvieran hechos para hacerlo, lento y con calma. Las manos de Louis se apoyaban con cuidado sobre su cintura mientras lo acercaba a su pecho. Y una vez más, se permitió derretirse sobre los brazos del mayor.





We Are Family //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora