Capitulo 34

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Frente a ambos, Taylor estaba sudando por los nervios. No había duda de ello. Le dio una sonrisa suave antes de tomar entre sus dedos el vaso con agua y darle un lento sorbo, sus ojos verdes nunca apartándose del niño que parecía a punto de perder la consciencia. A su lado, Louis se mantenía tan calmado como el.

Ya habían pasado por aquello unas cuantas veces, y en cada una de ellas, Taylor parecía querer morir de la vergüenza. Podía entenderlo, si sus padres le dieran "la charla" todo el tiempo cuando era joven hasta hubiera pensado en marcharse de la casa. 

Pero prefería que su hijo pase un momento de vergüenza, que cometer un error que arruine su vida.

-¿Sabes para que te pedimos hablar contigo hoy?-el ojiazul pregunto con pura calma, mirando atentamente a su hijo. Conocía lo suficiente a Louis para saber que estaba disfrutando de avergonzar al niño con algo tan básico como el sexo.

-¿No?- Taylor podía decir eso, pero su mirada de niño bueno no funcionaba para ninguno de sus padres, tenían muy claro cuando el niño mentía. Y en esos momentos, lo estaba haciendo.

-Bien, entonces yo voy a decirlo ¿si?- Harry carraspeo levemente al oír cuan ronca su voz salió- hoy vamos a hablarte del sexo, ya hicimos estoy muchas veces ¿recuerdas?

-Sí... no tengo que oírlo otra vez papás... lo juro-los miraba aterrorizado, de reojo vio como Louis giraba su rostro y sonreía a punto de soltar una carcajada.

-Es importante para nosotros, pero sobre todo para ti saber todo de ello y todas las formas de cuidarte amor-repitió.

-¡No, no voy a tener sexo nunca!-gritó aterrorizado- ¡Se que siempre debo usar condón!

Y Harry no podía mentir,  tuvo que morder con fuerza su labio para no reír en esos momentos.

-Solo queremos asegurarnos de saber que tienes conocimiento de como cuidarte y para que sirve amor-Louis respondió esta vez.

-Ya me lo dijeron tres veces antes-su mirada era de una completa suplica- no... no quiero oírlo otra vez ¿por favor?

-Bien, pero queremos que sepas, de que a pesar de tu muy temprana edad y que ambos, tu padre y yo creamos que debas esperar-Harry suspiro antes de hablar- nosotros podemos darte la protección que necesites...

Ni siquiera lo dejo terminar de hablar, Taylor rápidamente se levanto de la silla y corrió a las escaleras, subiéndolas en largos pasos antes se escuchar un fuerte portazo. Harry se giro a ver a Louis antes de soltar una carcajada, seguida de otra y otra más.

-Traumatizamos a nuestro hijo-Louis se unió a las carcajadas, mientras apoyaba su puño en la mesa intentando ahogar las risas.

-Probablemente no estés escuchando ahora mismo y piense que nos reímos de él-sonrió apoyando su rostro en su mano, bajándola hasta su boca y tapándola para evitar reír más.

-Bueno, estaría en lo correcto. Al menos sabemos que nunca va a traer un bebé o una enfermedad-sonrió.

-¡Yey!-rió bajo, agachando la mirada antes de subirla y sonreír ampliamente- oye, déjame disculparme por lo sucedido hoy, no se... no se que le sucedió a Zayn.

-Estaba celoso-dijo obvio, tomando un sorbo del agua sin apartar sus ojos azules de los suyos.

-Él no tendría que estar celoso, ni siquiera salgo con él... no tiene sentido.

-Bueno Harry, no todos son como nosotros. Algunos son posesivos.

-Ugh, no tengo ganas de pasar por eso-fingió un suspiro pesado antes de sonreír.

-Ya estamos viejos...

-Lo se, es algo triste ¿no?-torció su boca en una mueca.

-Algo... pero mientras más viejos seamos hay más probabilidades de comenzar a usar esa cómoda ropa de mezclilla-bromeo el ojiazul, sonriendole solamente para Harry.

-No creo nunca usar esa ropa-mostró sus hoyuelos- sería un anciano horrible...

-Oh cállate.

-¿Qué? solo imaginalo, yo, cubierto de tatuajes y rizos  cortos y ridículos mientras sonrío con mis hoyuelos y dientes de conejo pero-tomo aire- tengo setenta años y estoy cubierto de arrugas y encorvado. 

-Bueno, creo que te verías muy hermoso-sonrió de lado, apuntando sus ojos azules a la pared lejana.

-Estas en tu obligación de decirlo, solo espero seguir cuidando mi figura para entonces.

-Estoy muy seguro de que lo harás, serás el anciano más hermoso de toda la cuadra.

Harry le sonrió, mostrando sus dientes y hoyuelos antes de dejar caer sus rizos sobre su rostro. Estuvo a punto de contestar cuando el celular de Louis comenzó a sonar, obligandolo a contestar. De un momento a otro estaba serio, su voz sonaba calmada y calculadora mientras hablaba con quien sabe. Colgó la llamada minutos más tarde y soltó un suspiro.

-¿Todo en orden?

-No, me llamaron del trabajo. El nuevo asistente esta arruinado todo-apretó sus dedos en el puente de su nariz- ¿Puedes creer que haya enviado un archivo equivocado a la gente equivocada?

-¿Vas a despedirlo?-sintió pena por quien sea que fuera el asistente de Louis, entendía por carne propia como era ser nuevo en un trabajo y arruinarla.

-No, pero si voy a tenes que mandarlo a hacer otras cosas hasta que se acostumbre a la oficina-suspiro levantándose del taburete, el rizado lo siguió de cerca hasta la puerta- debo irme, lo siento.

-Esta bien, es trabajo a final de cuentas. No se puede evitar-le dedico una sonrisa calmada- ¿No quieres despedirte de Tay antes de irte?

-¿Crees que vaya a abrir la puerta?-alzo una ceja mientras abría la puerta.

-Tienes razón-sonrió tontamente.

-Nos vemos el domingo Hazz...

-Maneja con cuidado por favor.

-Tranquilo, si muero mi dinero queda a tu nombre-sonrió tontamente, dándole un guiño antes de subirse al auto y cerrar la puerta.

Harry soltó una carcajada.

We Are Family //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora