We Are Family //Larry Stylinson//

Capitulo 24

Muchas personas me preguntas por que no pongo celos y posesividad en la historia, así que aquí va la razón; los celos no son saludables, tratar a una persona como un objeto no es una muestra de amor y no debería ser romantizada porque no lo es. 

La posesividad es una forma de violencia y no esta bien. 

Sí puede existir el desear ser alguien más para poder estar con la persona que uno ama, pero gritar, golpear las paredes me parece muy asqueroso y de niños. Muchos libros describen estas escenas como una muestra de amor verdadero y no debería ser así.

Una verdadera muestra de amor es el RESPETO mutuo a pesar de todo.

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-¿A dónde vamos papi?-la voz dormida de Denise le hizo sonreír mientras dejaba una suave caricia en su mejilla.

-Es una sorpresa-respondió suavemente mientras colocaba las dos maletas a un lado de la puerta.

-¿Nos vamos a fugar?-la voz emocionada de Taylor le hizo soltar una carcajada.

-No amor, no nos vamos a fugar, estamos esperando a alguien-mordió su labio nervioso, eran las seis de la mañana de un lunes, el primer lunes de vacaciones, sonrió al ver la camioneta negra estacionar frente al garage- ya llego nuestro chófer-bromeo intentando alivianar la tensión que se había creado, girándose para ver a sus hijos- ¿tienen todo listo?

-Sí papi-Lizzy suspiro cansada.

-Adiós Misha-dio un besito sobre la nariz del felino quien maulló al verlo, se levanto sobre sus rodillas para abrir la puerta y tomar las dos maletas siendo seguido por sus hijos dormidos, sus pequeños pies eran arrastrados por el suelo, la puerta de la camioneta se abrió dejando ver a Louis quien camino a paso rápidos hasta él, ayudándolo a guardar las maletas en el baúl.

Las oscuras calles siendo alumbrados por las amarillas luces de las farolas, el ojiazul se acerco a los niños para darles un suave beso en sus mejillas seguidos de un saludo, Lizzy se aferro a los brazos de Louis hasta caer rendida, mientras que el resto de sus hermanos se habían sentado y dormido en los asientos traseros en cuestión de segundos.

-¿Esta todo listo?-susurro su ex esposo bajo el cielo de la noche.

-Sí ¿quieres que te ayude a acostarla?-se abrazo a si mismo sobre el enorme suéter lila, hacía frío esa noche.

-No, estoy bien-sonrió suavemente, acostando a la pequeña y asegurándose de que los tres tengan el cinto de seguridad puestos.

-¿Cuantas horas son de viaje?-abrió la puerta para sentarse en el asiento copiloto, sonrió al sentir el clima cálido del auto.

-Ocho horas, valen la pena. Van a pasar a limpiarla en una hora así que cuando lleguemos todo va a estar limpio.

-Eso es bueno, temía que si hubiera polvo me diera alegría-se acomodo en el asiento.

-Lo se, por eso pedí que limpien todo muy bien-sonrió suavemente para cerrar sus ojos solo por un momento, o eso creyó. Porque cuando abrió sus ojos era de día, hacia calor y las ventanas estaban abajo, dulce viento chocaba contra su rostro moviendo su cabello suavemente, se sentía tan dormido aún que no entendió donde estaba hasta ver a Louis a su lado, tenía la mirada fija y una sonrisa calmada en sus labios mientras hablaba hacia Taylor.

-Es un secreto, no se puede decir-rasco su ojo con su puño para acomodarse en el asiento y bostezar- despertaron a su padre.

-No, no... ya estaba despierto-mintió, carraspeo para bajar el espejo y mirarme- Dios... luzco horrible-frunció el ceño al ver su cabello alborotado y las pequeñas lunas oscuras bajo sus ojos.