Capitulo 14

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 Harry termino de mover los almohadones negros y miro a su hijo, lo había ayudado a bañarse a pesar de los quejidos de su niño y ahora estaba sentado junto a sus hermanas. Era el día del padre y como Taylor no podía irse ya que seguía en reposo Louis tendría que ir a la casa, pasaría un rato con sus hijos y luego se iría. Ese era el plan.

En los anteriores años, Harry desayunaba con sus hijos, ellos les daban artesanías y cartas para luego ser llevados a la casa de Louis donde le daban al ojiazul un regalo y se quedaban ahí hasta entrada la noche.

Este año iba a ser toxicamente hogareño,  Louis iba a ir por la tarde, que era en quince minutos.  Iba a pasar a su hogar, la última vez que su ex esposo entro a la casa fue cuando las niñas eran bebés recién nacidas. Hace cuatro años atrás. Había sido una mierda, Taylor había ido a jugar con un amigo así que solo estaban ellos y los bebés. No sabían de que hablar o como actuar con el otro, gracias a Dios, Louis se marcho a la media hora.

Y ahora se sentía igual que ese día, mientras veía a Louis abrazar a sus hijos y dejarles muchos besos luego de ver el regalo,  la cual era una tablet nueva que había salido hace pocas semanas le hizo sentir incomodo y triste. En un suspiro cansado se dio la vuelta para ir a la cocina, sirviéndose una taza de té de manzanilla para soltar un bostezo, giro su mirada al ver al ojiazul entrar a la cocina.

-Los niños quieren darte un regalo- frunció el ceño, sus hijos ya le habían regalo una carta y unos dibujos, de todas formas dejo la taza sobre la mesada para seguir a Louis hasta parar frente a sus hijos, quienes tenían entre sus manos un pequeño gato gris.

-¿Qué es eso?-pregunto, su corazón palpitando con rapidez al oír al felino maullar y mirarlo con sus ojos verdes, sus hijos dejaron al gato solo quien comenzó a caminar temblando hacia Harry, quien se apoyo en el suelo de rodillas para quedar cara a cara con el felino quien volvió a maullar cuando lo miro- Hola, hola amor, eres tan lindo-susurro con una voz melosa mientras tomaba al felino con sus manos y lo apoyaba en su pecho.

-¡Feliz día del padre!-sus hijos gritaron emocionados.

-¿Es para mi?-alzo sus cejas emocionado, aguantando las lágrimas de emoción al ver al felino caer dormido sobre sus manos. Siempre amo a los gatos, la última vez que tuvo uno fue hace seis años, el pequeño felino se había ido y perdido, recuerda llorar por semanas y meses, dejandole un plato siempre lleno de comida por si decidía volver, Louis lo tomaba de la mano mientras lo buscaban juntos cada día luego del trabajo, le hace sentir feliz ver a un lado de la puerta de la entrada de la casa del padre de sus hijos el mismo plato con comida de felino, le parecía un gesto dulce que a pesar de los años y el divorcio Louis siga poniendo toda las mañanas comida para gato.

-Sí-Denise sonríe emocionada- ¡Taylor tuvo la idea!

-Me encanta-sonrió sorbando su nariz mientras sentía que comenzaba a llorar- oh, Dios que dramático que soy-carcajeo para acercarse y dejar besos en sus hijos.

-Es un persa, es chica-la voz de Louis lo hizo salir de su burbuja feliz, giro su vista hasta los ojos azules de su ex esposo- las cosas para cuidarla estén en el auto-sonrió levemente- hay un rascador también-sonrió hacia el ojiazul y susurro un gracias.

Guió su vista hasta la ventana, las luces naranjas del sol entraban en brillantes rayos. La noche estaba llegando en una dulce lentitud, debió haberse dado cuenta por lo oscura que la habitación estaba o como nadie hablaba en las calles, no había ruidos.

-Dios, ya es de noche y no he preparado la comida-dejo al felino sobre la cama para levantarse y limpiar sus lágrimas con una sonrisa para ver a sus hijos- ¿quieren pizza?-sonrió cuando los niños gritaron un sí- tu no Taylor, aún no puedes comer comida chatarra bebé.

-Pero estoy mejor.

-¿Qué te dije el otro día Tay?-frunció el ceño mirándolo con ambas manos en su cadera. Sonrió al ver a su hijo rendirse y se dio la vuelta, entrando a la cocina para sacar una pizza de dentro del refrigerador y sacar unas verduras de la heladera, cuando dejo todo sobre la mesada se dio la vuelta dispuesto a buscar un cuchillo para chocar contra el pecho de Louis y tambalearse hasta atrás, las manos de Louis lo tomaron de los hombros evitando que se caiga, se alejaron al instante.

-¿Estás bien?-frunció su entrecejo para mirarlo preocupado.

-Sí... pensé que ya te habías ido.

-¿Quieres que me vaya?

-Sí, no. Sí, pero si quieres quedarte por los niños puedes hacerlo, lo sabes-se quedaron mirando directamente por segundos, nadie diciendo nada ni moviéndose, simplemente mirando los ojos del otro en silencio. 

-¿Ya pensaste sobre la idea de irnos?-frunció el ceño.

-¿Irnos? no entiendo Louis...-se dio vuelta, soltando un suspiro bajo para estirar su mano y tomar el cuchillo y comenzar a cortar las verduras, todo su cuerpo erizándose ante la cercanía de Louis mientras lo veía colocar la pizza dentro del horno y comenzar a lavar las verduras que aún no habían sido lavadas.

-A una cabaña con los niños, encontré una muy buena un poco lejos, ocho horas de viaje-lo miro de reojo- hay un rió cerca y el lugar tiene tres habitaciones, es perfecta. Podemos ir en mi camioneta, hay espacio para los cinco. Yo pago todo.

-Louis...

-Se que no crees que es buena idea, pero Harry-suspiro cansado, dejando de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo- siento que no soy importante, me siento como si a pesar de intentar formar lazos no puedo; ellos son lo más importante que tengo, son mi razón de seguir moviéndome y avanzar.

-No es eso...-no alzo su vista, mientras seguía cortándolo los vegetales.

-¿Entonces cual es?

-No puedo-susurro parando para alzar su vista y verlo- no puedo estar en la misma habitación que tu Louis, me rompes el corazón cada vez que te veo. Me dejaste en pedazos que aún no puedo mantener juntos, pasaron cuatro años y sigo triste como el primer día. La única razón por la que estoy aquí ahora mismo es por mis hijos, porque emocionalmente no lo soporto.

-¿Sigues sin perdonarme? 

-Dude por muchos meses si realmente estabas trabajando, los primeros años te creí porque seguías para mi, seguías amándome como el comienzo, pero cuando el embarazo se hizo presente y tu no...-tomo aire-supe que estabas con alguien más. Mis amigos decían que era imposible que me estés engañándome porque según ellos me amabas como a nadie más. Pero te robaste mis noches de sueños, mi cordura y mi salud mental. No podía mantenerme firme y cuando Taylor preguntaba por ti en las mañanas siempre decía que te habías marchado hace poco y le habías dicho que lo amabas. Pero no lo hacías. No llegabas por noches enteras y me sentí como un padre soltero la mayoría del tiempo, se hizo costumbre dejar de llamarte esperando que llegues por la noche.

-Harry...

-Estuve esperando por tantos años que me acostumbre a hacer las cosas solas. Te ame tanto Louis, como nunca amaré a nadie y lo se-sonrió tristemente- compartí mi vida contigo, y creí que me amabas igual o más.

-Te amé tanto que termine huyendo, simplemente me deje ir. Pero puedo jurar que nunca voy a amar a alguien como te ame a ti, como desee vivir el resto de mi vida a tu lado y a pesar de todo lo sigo haciendo. Lo que hice fue lo peor que he hecho, nada va a cambiarlo y no... no se como hablar contigo, no me lo perdono, no espero que me perdones tampoco, es pedir mucho con todo el daño que te hice.

-¿Por qué me dices esto Louis?

-Porque me odio cada mañana que despierto, por haberte lastimado, por haber perdido la confianza en ti, en mis hijos. Se que no vamos a volver, lo tengo claro desde el primer día que firme ese papel. Pero... solo quiero que sepas que-alzo su mirada verde hasta el azul, observando como sus ojos se empañaban para dejar escapar un sollozo y tomar aire- lo siento tanto, por haberte hecho eso por haber hecho eso a nuestra familia. Huí como un cobarde en vez de hablarlo como esposo que eramos  y yo-lo observo tragar saliva nervioso- lo siento tanto Harry.

We Are Family //Larry Stylinson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora