Acomodo su peso sobre la enorme roca caliente mientras mojaba la punta de sus pies en la transparente agua, había un libro sobre sus manos que había sido leído tantas veces que las hojas se sentían como si se iban a caer en cualquier momento, el suave sol de la mañana acariciaba su piel, no había brisa que meciera su cabello o las hojas de los arboles, paso de página para seguir leyendo.
El sonido del agua salpicando, las risas de sus hijos y Louis sumergidos en el agua mientras en la orilla del río un parlante rosado dejaba sonar las últimas canciones que habían salido, se encontró a si mismo cantando mientras leía. La tela de sus shorts se apretaba y arrugaba en sus muslos con fuerza, de haber sabido que le quedaban pequeños se hubiera comprado un par nuevo, de todas maneras se los coloco esa mañana, su cabello caía a un lado de su cuello en una trenza, minutos antes Lizzy había colocado algunas flores que encontró sobre el césped, y las coloco entre su cabello, el resultado le había parecido tierno.
Dejo su libro a un lado suyo, habían estado hace una hora en el río y todavía le parecía hermoso, Taylor comenzó a nadar hasta la roca donde estaba sentado para tomarlo del tobillo con su mano mojada.
-¡Métete papi! el agua esta caliente-su hijo le sonrió enormemente.
Siendo sincero no tenía ganas de meterse al río, quería quedarse al sol un momento, ni siquiera estaba seguro de querer sacarse la ropa para nadar, ni siquiera estaba seguro de sentirse cómodo haciéndolo. Aquellos últimos años su autoestima había subido, sabía que había sacado curvas. Le gustaba su cuerpo, le gustaba su trasero sobre todo. Pero, de todas formas se le hacía incomodo estar así al rededor de Louis. Otro tirón en su pie lo hizo volver a tierra.
-No lo sé Tay, quizá más tarde ¿si?-miro a Louis, se notaba que ejercitaba su cuerpo, algo que antes probablemente no estaba de esa manera, alejo su mirada hasta sus hijas, quienes flotaban al rededor de su padre con una sonrisa, Louis tenía razón, aquel viaje iba a forjar los lazos. Apenas tenían ahí cuatro días ya y todos eran más unidos que antes.
-Pero papi, dijiste eso el segundo día que llegamos aquí y todavía no te metes al agua con nosotros...
Se hizo costumbre para todos, desayunar y luego ir un poco al río, donde se quedaban hasta la hora de la comida y luego se iban. Los días habían pasado rápidamente, por las noches miraban películas y luego iban a dormir, por el momento nunca tuvo un momento de soledad con Louis, lo cual agradecía ¿cierto? los niños no se alejaban del ojiazul en ningún momento lo que evitaba que ambos tengan privacidad.
-Esta bien Tay, pero de todas formas hay que irnos en unos minutos.
-Minutos sirven para mi-sonrió mostrandole sus dientes, negó con una sonrisa para acariciar el cabello húmedo de Taylor con sus dedos.
-Quizá mañana, no me siento de humor para nadar.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo cariño-sonrió mirando a su hijo alejarse antes de zambullirse en el agua.
Cerro los ojos mientras respiraba profundamente y colocaba todo su peso en sus antebrazos mientras levantaba su cuerpo, la música entraba por sus oídos junto con su respiración pesada mientras mantenía el control sobre su cuerpo. Se sentía tan calmado, cambio de postura para ponerse sobre sus rodillas separadas y tirar todo su cuerpo hacia adelante, sus músculos tensándose para relajarse en segundos, no pudo evitar soltar un gemido bajo.
Luego del nacimiento de las niñas había encontrado la paz que necesitaba en la yoga, pasaba horas en su habitación haciendo poses y relajando su mente y cuerpo.
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We Are Family //Larry Stylinson//
FanfictionHarry y Louis eran la definición de amor verdadero, casados y con tres hijos sufren las desventajas del matrimonio terminado en un divorcio para nada amable y problemas. Entonces, ¿Cómo mierda van a sobrevivir viéndose la cara si apenas pueden habla...