Quiero que seas mía

Mi verdadera rival

           La pregunta sorpredió un poco a Jasminka, pues eran raras las ocasiones en las que Diana acudía a visitar al equipo verde y sobre todo, buscando a Amanda.

—No, creo que dijo que necesitaba ir por algunas cosas, pero pronto volverá -respondió Jasminka con una sonrisa.

—Ya veo, ¿crees que tarde mucho? Es urgente hablar con ella.

—No tardará mucho, seguro vuelve en unos diez minutos. Si quieres esperarla, puedes pasar.

—Gracias, con permiso.

          Akko y Diana entraron a la habitación, que estaba ordenada salvo la cama de Amanda, lo cual no las sorprendió; Constanze estaba leyendo un par de libros que insinuaban que trataban de tecnología, y lo que sorprendió a amabas era que parecía que los estaba leyendo al mismo tiempo. Se sentaron en la cama de Jasminka que ella misma les había ofrecido; fue y se recostó en la cama de Amanda. Diana estaba ansiosa por ver a Amanda cruzar esa puerta y confrontarla, mientras que Akko estaba asustada, pues temía a que lo peor ocurriera. ¿Debió haberle contado a Diana? Una parte de ella le decía que fue lo correcto, pue así se evitan problemas mayores, pero otra parte le decía que no debió hacerlo, pues peligra las buenas relaciones que han tenido hasta el momento. No obstante, esas relaciones se habían roto desde hace tiempo, pues al haber un impulso, un sentimiento que va más allá del comprendimiento humano, hay entonces una tarea más compleja donde se deben hacer sacrificios. Diana estaba más que dispuesta a sacrificar su relación de amistad con Amanda si era necesario, no iba a permitir que se pasara con Akko y la obligara a hacer cosas que no quería o peor aún, que lograra conquistarla y se fuera de su lado. «Siempre se debe de tener en cuenta todas las posibilidades en caso de que ocurra lo peor», se decía Diana cuando afrontaba situaciones dificiles, y no era la primera vez; se ha enfrentado a tantas situaciones estresantes que puede tomar decisiones bajo presión sin mucha dificultad, cosa de la cual carecía Akko, pues era más despreocuaba y normalmente se dejaba llevar por sus sentimientos. «A veces tu corazón debe estar en tu cabeza... Como sea, espero que Amanda llegue pronto y acabemos con esto de una vez por todas». Mientras que Diana estaba concentrada y pensando en aquel asunto, Akko conversaba alegremente con Jasminka y de vez cuando se unía Constanze; la tensión del momento se había relajando por un momento, pero Diana sabía mejor que nadie que eso no duraría para siempre y se tendría que enfrentar a una decisión dificil una vez llegue la confrontación. No puede permitir que se saliera con la suya, no otra vez.

          Luego de esperar más de quince minutos, la puerta se abrió bruscamente, dejando ver a una Amanda alegre y energética. Cerró la puerta y apenas se percató de la presencia de Akko y Diana. La tensión volvió a sentirse, Akko estaba incómoda y la sangre de Diana comenzó a hervir, la furia se acumulaba en su interior. Se levantó rápidamente de la cama de Jasmink y se paró enfrente de Amanda, impdiendole hablar.

—Amanda O'Neill. Quisiera hablar contigo seriamente -dijo Diana seria y con un rostro enfadado.

—Primero que nada, buenas tardes -respondió Amanda sarcástica-, y hoy no hice nada malo, así que si viniste por parte de Finnelan, sermá mejor que regreses con tu equipo y... Oh, hola Akko.

—No he terminado -vio con el rabillo del ojo que Amanda se disponía a ir con Akko. La tomó rápidamente del brazo y la jaló con fuerza, sacándola del cuarto y cerrando la puerta tras ella. Amanda se zafó e intentó entrar de nuevo y Diana se lo impidió.

—No te vas a ningún lado -exclamó Diana más molesta que antes-.

—¿Y por qué? ¿Alguna cuenta pendiente entre nosotras? -preguntó Amanda amenazante.

—Sí. Quiero que te alejes de Akko. Me contó lo que le hiciste en la biblioteca, y no voy a permitir que le pongas las manos encima.

—¿O si no qué? ¿Vas a acusarme? Pff, no me hagas reir, niña. Además, debiste ver su cara, en verdad lo disfru...