Lotte y Sucy ya llevaban un par de días en Finlandia y para suerte de Sucy, pasó el interrogatorio de su suegro. Aún así, Sucy temía a que su suegro hiciera algo más.
-Oye Sucy, ¿estás bien? -preguntó Lotte preocupada.
-¿Eeh? ¡Ah! Sí, estoy bien, ¿porque preguntas?
-Bueno, has estado has más callada que de costumbre, me preocupa mucho eso.
-Tranquila, no es nada..., bueno tal vez sea algo de miedo que le tengo a tu padre.
-¿Hmm? ¿Por qué? Él es buena persona.
-Sí, lo sé, pero cuando le dijimos que estábamos en una relación, pareció que algo cambió en el, no lo sé, tal vez sea cosa mía.
-Tranquila, mañana hablaré con él sobre esto.
-Está bien... -Sucy se levantó de la cama y cuando estaba dispuesta a salir, Lotte la detiene por unos segundos.
-¿A dónde vas?
-Iré recolectar unos cuantos hongos, leí que había unos raros por aquí, no tardo.
-Ok, cu-cuidate.
Sucy salió de la habitación y bajó a la planta baja, tomó su abrigo que estaba sobre un estante, se lo puso y salió de la casa. Su mente estaba bastante nublada debido a lo que sucedió hace unos momentos antes, ya que el padre de Lotte se comportó de una forma más hostil, como si quisiera que se mantuviera lejos de su hija y en parte lo entendía, ya que después de todo, es su padre y se preocupa por Lotte, y aún así, siente que su padre la ve como una alimaña que solo trata de irrumpir en la tranquilidad de su hogar. En verdad, que fácil la tienen Akko y Diana..., es increíble que tuvieran sexo en la casa y su padre no sacara la escopeta (sí, Akko les contó lo que pasó aquella vez).Sucy se adentró en el bosque y sin más empezó a buscar los hongos que quería, pero al parecer su mente aún estaba atascada en eso, se sentía muy incómoda y algo excluida. Aaah, definitivamente necesito el consejo de alguien, o tal vez, al menos por ahora, algo de tiempo a solas.
*Mientras tanto con Lotte*
Lotte estaba mirando por la ventana a Sucy, le lastimaba ver así, tenía que hablar con su padre de la situación, no quería que Sucy se sintiera como un insecto. Lotte salió de su cuarto y fue hasta la sala, donde su padre se encontraba bebiendo una taza de café, se acercó y se sentó junto a él.
-Papá...
-¿Qué pasa hija? ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar? -preguntó el padre mientras dejaba la taza de café en la mesa que había enfrente.
-¿T-te molesta que Sucy y yo seamos p-pareja?
El padre se quedó un poco en shock por la pregunta, ya que a decir verdad, no sabía cómo responder a la pregunta, ya que jamás se esperó que su hija fuera lesbiana, que su madre se lo tomó bien, pero él no del todo.
-B-bueno hija, verás..., yo acepto que seas lesbiana aunque no del todo, ¿pero porque ella?
-¿En verdad quieres saberlo? -dijo Lotte frustrada por la pregunta- Bien. Ella ha estado conmigo en las buenas y en las malas, ella trata de ayudarme cuando ya no puedo ponerme de pie, ella es una chica linda que a pesar de no tener gustos normales, yo la quiero así porque la hace única, puede molestar a la gente, ser arrogante, una aguafiestas o lo que sea..., y a pesar de esos defectos yo la amo, y no permitiré que la traten como una escoria que debe alejarse de aquí.
Tanto su padre como ella, aunque más ella, estaba impactada por todo lo que había dicho, era la primera vez que se manifestaba de esa forma a alguien; pocos segundos después el padre habló.
-Si estás segura de lo que dices -su padre de verdad parecía otra persona y no aquel que era tierno y cariñoso con ella-, quiero que te vayas de aquí.
-¡¿Cómo te atreves a decir eso?! -exclamó Lotte mientras unas lágrimas recorrían sus mejillas- ¿Quién eres?
-Soy tu padre, y te digo que te vayas de esta casa.
-¿Qué está pasando aquí? -intervino su madre al escuchar a Lotte gritar.*Volviendo con Sucy*
Sucy había terminado de recolectar lo que necesitaba, así que lo guardó en una bolsa que traía y volvió a la casa, pero había algo raro, ya que vio como el padre de Lotte la empujaba fuera de casa y caía al suelo, mientras cerraba la puerta, ella no perdió el tiempo y corrió hacia ella para ayudarla.
-Lotte, ¿estás bien? -preguntó Sucy mientras la ayudaba a levantarse, y pudo notar que estaba llorando.
-N-no, no lo estoy... -Lotte abrazó con fuerza a Sucy mientras escondía su cabeza en su hombro, aún llorando.
-Tranquila, no sé lo que haya pasado pero no pienso dejarte aquí.
Siguieron así abrazadas por un rato hasta que Lotte se tranquilizó y fueron a una pequeña banca que había cerca de la casa y se sentaron a conversar.
-Dime que pasó, ¿por qué tu papá te sacó de la casa?
-E-es que... Al parecer tenías razón, él no acepta nuestra relación, y me echó.
-¡¿Qué?! ¿Cómo se le ocurre hacerle eso a su hija? Ya va a ver -Sucy se levantó de la banca furiosa por lo que le hizo su padre, en vez de apoyarla, solo la echó cual perro.
-¡E-espera Sucy! No le vayas a hacer nada.
-Tranquila, no haré algo para matarlo.
Lotte no alcanzo a decirle algo ya que ya había entrado a la casa, tenía miedo de lo que podía pasar; Sucy entró a la casa y vió que el padre parecía esperarla.
-Sabia que vendrías -dijo el padre de Lotte con los brazos cruzados.
-¿Y eso que? -Sucy no perdió y corrió hacia él, pero antes lanzó una poción que tenía guardada, y lo que hacía era debilitar el cuerpo de un ser viviente; Sucy aprovechó que tenía la guardia baja y le dió un par de golpes en el rostro y lo noqueó, luego de eso, salió de casa pero ella sabía que iba a durar poco.
-¿Sucy, qué pasó? -preguntó Lotte preocupada.
-Nada, pero será mejor irnos de aquí, él no tardará en levantarse hacernos algo.
-¿De qué hablas?
-Te lo digo luego, pero dime, ¿dónde están nuestras escobas?
-E-en el patio trasero.
Sin perder tiempo, Sucy tomó a Lotte de la mano y empezó a correr al patio, donde ahí estaban las escoba, corriendo hacia ellas, las tomaron y se montaron en ellas, recitaron el hechizo para volar y casi de inmediato empezaron a volar lejos de la casa. Ya llevaban un rato así, viendo solamente bosque.
-Y... ¿A dónde vamos ahora? -preguntó Lotte, ya que iban sin rumbo.
-Iremos a un lugar secreto, solamente mi familia lo conoce así que no nos encontraran.
-Pero...
-Lo sé. Volveremos cuando las cosas se tranquilicen, no quiero que te haga daño tu padre. Esto lo hago por nosotras.
Ambas siguieron volando por un rato, Sucy iba a la cabeza para poder guiar a Lotte; volaron hasta llegar más o menos por el sur de Noruega, donde llegaron a un pequeño pueblo pero en vez de ir ahí, se dirigieron a las afueras en donde por supuesto, solo había carretera y árboles.
-Sucy, ¿por qué vamos por aquí? -preguntó Lotte un poco preocupada.
-Hay un lugar secreto aquí..., mira, allá está -Sucy empezó a descender a un lugar donde aparentemente no había nada.
-Oye, pero no hay nada -dijo Lotte una vez aterrizaron en el lugar.
-Eso es lo que crees.
Sucy sacó su varita y con un sutil movimiento, se mostró una casa algo grande lo cual hizo que Lotte se sorprendiera.
-Esta casa la utilizaba mi familia para sus experimentos, aunque también la utilizaban para descansar. No te preocupes por el tamaño, solo nosotras dos podemos verla.
-M-menos mal -Lotte agachó la cabeza con cierta tristeza, Sucy lo notó y se sintió bastante mal al verla así, se acercó a ella y la abrazó, mientras acariciaba su cabeza.
-Todo saldrá bien amor. Sé que estuvo mal lo que hice, pero no podía dejar que te hiciera eso, me parte el corazón ver cómo sufres. No quiero verte sufrir... Esto es algo que no le he contado a nadie pero te lo contaré.*Hace muchos años, en algún lugar*
Sucy estaba con su hermano que era más pequeño que ella, y lo quería bastante. Ellos eran casi inseparables, pero un día, sus padres decidieron divorciarse y esto les afecto a ambos, pero más a su hermano que cayó en un estado de depresión que duró por muchos años hasta que, pasó lo que ella temía, y por desgracia ella lo descubrió. Lo encontró muerto, con cortes en todo el cuerpo, eso destrozó a Sucy y luego de eso no volvió a ser la misma de antes, aunque eso no fue del todo el detonante de su carácter, fue uno de ellos; aunque no tanto fue eso la causa de su suicidio, sino que su madre era mala con ellos, incluso los golpeaba y ambos no podían hacer algo. Durante ese tiempo se volvió cada vez más fría, aislada de los demás, hasta cuándo entró a Luna Nova y conoció a Akko y Lotte.
-Y desde día, no volví a ser la misma y me prometí, que si alguien daña a los que más amo, lo haría sufrir para que se aleje..., temo a que te pase lo mismo que a mi hermano y no quiero que eso pase.
-¿Y por qué no me lo contaste antes?
-No lo sé, tal vez porque no quería preocuparte más de lo que estás.
-Jaja, que graciosa.
-Lo sé, bleeh. Mejor durmamos, ha Sido un día muy.... Interesante.
-Tienes razón. Vamos amor.
Lotte y Sucy caminaron por un pasillo algo largo donde había muchas habitaciones, que la verdad, ni Sucy sabía porque tantas; entraron a una que estaba a la mitad del pasillo. El cuarto tenía un escritorio, un librero pegado a pared de la derecha, un par de armarios y una cama matrimonial, claro, sin olvidar que aquella habitación tenía su propio baño. Se cambiaron de ropa y se colocaron sus pijamas y se acostaron sin perder más tiempo, pero cuando Sucy estaba por dormir, Lotte le habló.
-Sucy...
-¿Qué pasa? -preguntó Sucy girando su cabeza hacía ella.
-He estado pensando sobre lo que pasó allá. Siento que él no es mi padre, sino alguien.
-Yo también lo pensé, pero ya lo averiguaremos luego, solo espero que no sea otro ser con deseos de grandeza, jeje -rió Sucy burlona al recordar el momento cuando enfrentaron a Tánatos, ya que él solo quería grandeza y poder.
-Igual espero que no sea así -Lotte agachó un poco la cabeza algo desanimada, entonces Sucy tomó su barbilla y alzó ligeramente su mirada hacia ella.
-Todo saldrá bien cariño, debe haber algo detrás de su comportamiento..., no te preocupes, ¿de acuerdo?
-S-sí... Por eso te amo, haces que me sienta mejor.
-Jeje, claro -Sucy volvió a su postura original-. Buenas noches.
-Buenas noches.
Ambas finalmente se durmieron para comenzar bien el día siguiente, pero aún se mantenía la inquietud sobre el padre de Lotte, él jamás se había comportado de esa manera, él siempre estaba al pendiente de su hija y la apoyaba siempre en sus decisiones pero esta vez fue diferente, la trató como alguien despreciable que debería desaparecer. Si en verdad odias quién soy ahora, no te lo perdonaré. No me importa si no cambias de parecer, solo quiero que te alejes de mi y de Sucy y que no nos molestes más... Solo dejame vivir como soy.
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Quiero que seas mía
RandomDesde hace meses, desde la liberación del Gran Triskellion, un nuevo sentimiento en Akko surge hacia una cierta rubia, la futura heredera, Diana Cavendish. Ella no puede explicarse el por qué, pero cada vez que está cerca de ella su mente se alborot...