Castigada

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Los días pasaban en Luna Nova, tranquilidad en los salones y pasillos, nada podía arruinar aquella paz, ¿o sí? Unos momentos después, se escuchó una explosión en uno de los salones, y todos ya sabían quien había sido la responsable del aquél alboroto.
-¡Señorita Kagari! -exclamó Lukić disipando el humo que estaba por todo el salón con su varita -A la oficina de la directora.
-Pero yo no tuve la culpa -dijo Akko ya que en efecto, no había sido su culpa-. Fue Sucy la quien lo provocó.
-A mi no me metas -dijo Sucy sin mirar a la castaña.
-No le pregunté quién fue, le dije que fuera con la directora.
Akko asintió apenada y salió del salón para ir a la oficina de la directora, pero alguien la estaba siguiendo muy discretamente por los pasillos.
-¿Por qué siempre me pasa esto a mí? - se dijo Akko mientras caminaba con la mirada baja y no se dió cuenta y chocó con alguien.
-¿Estás bien? -preguntó Akko ayudando a la chica a levantarse.
-Sí, no te preocupes -respondió con bastante calma.
-Lo siento, debería fijarme por donde caminó jeje -rió nerviosamente.
-Definitivamente, pero si me disculpas me tengo que ir... Eeeeh, ¿como dices que te llamas?
-Me llamo Atsuko, pero puedes decirme Akko.
-Yo soy Sarah, un gusto.
-Digo lo mismo... Oye, si quieres puedes ir con nosotras en la hora del almuerzo.
-¿Nosotras? ¿Tu y quién más?
-Mis amigas, obvio.
-(¿Qué le pasa a esta chica?)
-Piénsalo ¿sí? Bueno, me tengo que ir, nos vemos.
Sarah se quedó muy confundida por las palabras de Akko, le eran algo nostálgicas, como si de una u otra forma, las hubiera escuchado alguna vez en el pasado. Ya lo recuerdo, jeje... Que buenos tiempos.
Sarah volvió en sí y se dirigió a la biblioteca para poder leer un poco.
Volviendo con Akko, ella había llegado a la oficina de la directora, que no le fue una sorpresa que ella estuviera aquí.
-Directora... -Akko estaba por decirle, pero está le hizo una seña para que se quedara en silencio.
-Ya se lo que pasó. Volviste a causar problemas.
-Bueno, a-algo así..., pero esta vez no fue mi culpa. De verdad que no le miento pero si usted me impone un castigo, lo aceptaré.
La directora Holbrook se quedó pensando un momento, ya que no demostraba que mintiera, pero aún así un castigo debía ser puesto, y no solo para ella, sino también para los que estuvieron involucrados.
-Mire -empezó a hablar Holbrook-, le creeré que no fue la responsable esta vez, pero aún así no la voy a exonerar. Usted y su equipo irán a reparar las escobas rotas y limpiarán la cocina después de clases, ¿quedó claro?
-Sí...
-Muy bien, puede retirarse.
Akko lentamente se dirigió a la puerta, se despidió y salió de la oficina, un poco aliviada pero algo decaída, ya que pensaba en salir con todas sus amigas y su novia al pueblo, pero debido a este incidente causado por "ella". Demonios Sucy. Tendría el día libre si no fuera por ti... Aaah, ya que, no puedo simplemente escapar, no quiero más problemas de los que ya tengo.
Akko no volvió al salón, en d decidió ir a la biblioteca, esperando a que fuera el almuerzo y reunirse con sus amigas.

*Hora del almuerzo*

El almuerzo había llegado. Akko se levantó de la silla en la que estaba y salió de la biblioteca; mientras iba caminando por los pasillos, Akko pudo ver a Sarah dirigiéndose al comedor así que Akko empezó a seguirla, pero esta notó su presencia, se detuvo y volteó a verla.
-¿Por qué estás siguiendome? -preguntó Sarah cruzándose de brazos.
-¿Qué? ¿Yo? ¿Siguiéndote? -dijo Akko bastante nerviosa- Por favor, solamente voy al comedor con mis amigas y mi... -Akko se tapó la boca antes de soltar una tontería.
-¿Tu qué? No escuché -dijo Sarah acercándose más a Akko y está se estaba poniéndose más nerviosa.

Akko estaba entre la espada y la pared, no sabía que decirle a Sarah, la incomodidad aumentaba en Akko, y para su buena o mala suerte llegó Diana y se interpuso entre Akko y Sarah, y Diana abrazo a Akko como si estuviera protegiéndola de algún peligro.
-¿Te estaba molestando? -preguntó Diana con dulzura.
-N-no, está bien. Solo estábamos hablando.
-Lo que tú digas -dijo Sarah sarcástica-. Mejor iré a comer, nos vemos en otra ocasión Akko.
Sarah se retiró y fue al comedor, dejando a Akko y Diana solas, aún abrazadas.
-¿Quién era esa chica? -preguntó Diana notándose lo celosa que estaba.
-Solo una conocida amor, no te pongas celosa.
-¡N-no soy celosa! -exclamó Diana volteandose y cruzándose de brazos.
Akko se acercó a Diana y la abrazó por la espalda como si pidiera perdón por su comentario, que fue correspondido para su suerte.
-Perdón si te ofendí -dijo Akko casi susurrando.
-No te preocupes... A decir verdad sí estaba un poquito celosa, no me gusta que otras chicas te hablen, bueno, exceptuando a nuestras amigas.
-Sí, aún así. No es necesario que pongas celosa, yo te amo y no amaré a alguien más, eso jamás lo dudes.
-Lo sé amor, pero aún así, no me gusta que te hablen o peor aún, que te coqueteen.
-Jajaja... Sabes Diana -Akko dejó de abrazarla y se puso enfrente de ella-, me gusta que te pongas así, me haces sentir especial.
-C-como sea, mejor vamos a comer.
-Esta bien amorcito.
Ambas se tomaron de la mano y se dirigieron al comedor, donde en una de las mesas estaban todas sus amigas.
-Hasta que al fin llegan -dijo Amanda un poco molesta.
-Lo siento, tuvimos un pequeño problema -dijo Akko sentándose junto a Diana en los espacios que quedaban, y como habían tardado, sus amigas se tomaron la molestia de servirles lo suyo.
-¿Que tipo de problema? -preguntó Hannah.
-Una chica estaba coqueteando con Akko -dijo Diana seria.
-Pufff... ¡Jajajaja! -Amanda explotó en risa por el comentario de Diana, hasta que después de unos 20 segundos dejó de reirse, incluso soltó unas cuantas lágrimas de tanto reír-. No inventes, ¿cómo alguien haría eso después de lo ocurrido la semana pasada?

Quiero que seas míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora