Quiero que seas mía

Idea tras idea

—¿A las dos? –Diana confundida y un poco curiosa
—S-sí... E-es sumamente importante –dijo Akko más nerviosa que antes.
—Adelante, te escucho.
          Akko no sabía cómo iniciar, era como estar en una gran y enorme sopa de letras tan confuso que ni una sola palabra se revelaba.
—Veras.... Hace un tiempo que nosotras dos nos llevábamos bien, se que no lo recuerdas, pero era verdad y....
          Diana le hizo una seña con la mano que indicaba que parase, ya que le era una tontera lo que decía.
—Si sólo veniste a decirme esas cosas, pierdes tu tiempo y el mío.
—Pero Diana....
—Nada de peros, te voy a pedir que te retires.
          Akko sintió como se le hacía un nudo en la garganta, sintiendose triste por las palabras de Diana, ya que ni siquiera le dejó hablar, lo único que le quedaba era irse.
          Akko se fue del cuarto dejando de nuevo a Diana sola, y ésta estaba bastante dolida por lo que le dijo a Akko. ¿Qué esté dolor? ¿Cómo es posible que me duela decirle eso a Akko? Tal vez sólo esté cansada.... No, es algo más.... ¡¿Qué malditas seas es?! Mierda...
          Diana ya estaba bastante estresada, y no solo por los deberes en la academia, sino el hecho de sentirse como alguien despreciable al tratar de esa forma a Akko, le dolía tanto que ni siquiera podía pensar en aquello, así que decidió despejar su mente con alguna novela o algo así.

          Akko estaba más que desanimada, en ese momento no quería hablar con nadie ni siquería ver a Lotte o Sucy, quería estar sola, al menos en ese momento. Esto se complica demasiado, tengo que encontrar otra forma de hablar con ella. Akko pensaba y pensaba como hacer que pudiera entablar conversación con Diana, sea de buena o mala forma.

*Mientras con Lotte y Sucy*
 

        La pareja estaba en su habitación pasando un buen rato a solas, ya que debido a ciertos asuntos de ambas no tuvieron mucho tiempo que digamos.

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Aquí quiero hacer un paréntesis, en el tiempo que Akko estuvo sola, todas las estudiantes y maestras habían vuelto, solo que por el momento no se había dado cuenta al igual que Diana, nada más era eso, así que continuemos.
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—... Al fin solas –dijo Sucy convencida de aquello.
—Ni que me lo digas, esto de los proyectos son muy largos.
—Hm, eso no importa ahora amor, lo que importa ahora es que podemos disfrutar.
          Lotte todavía un poco nerviosa, se acercó a Sucy y la besó tímidamente en los labios, ya que era su primera relación amorosa, no tenía muy en claro que hacer, o más bien, como besar, ya que eran bastante torpes, pero al parecer a Sucy no le molestaba en absoluto.
—Te amo Sucy –dijo Lotte jadeante por la falta de aire.
—Yo también te amo Lotte, jamás pienses que es lo contrario.
—No lo haría ni de broma.
          Lotte volvió besar a Sucy, pero esta vez fue un poco más agresivo, llevando a Sucy y así misma a la cama de la primera mencionada de forma inconsciente. No podían detenerse, su cabeza les decía lo contrario a su instinto, pero el instinto era más fuerte, empujando a ambas a algo totalmente nuevo de todo lo que conocían.
—Sucyyy –dijo Lotte entre besos un tanto excitada.
          Sucy, que estaba abajo de Lotte, empezó a desabotonar la camisa de la filandesa, dejando ver su brasier rosado, lo cual hizo que Lotte se apartara de Sucy y se sentara en el borde de la cama a pesar de que quería, hacerlo con quién más amaba, pero tenía algo de miedo.
—L-lo siento Sucy –dijo Lotte muy apenada–, es que... N-no me siento segura.
—Tranquila amor –Sucy gateo hasta que quedó junto a Lotte–, no quiero obligarte a algo que no quieres, tómate tu tiempo.
—Gracias.
          Sucy acostó su cabeza en las piernas de Lotte, la cual por mostrarle un poco de cariño, empezó a acariciar su cabeza. Mi pequeña Sucy.