Morello - Capítulo 4: Primer día.

1K 144 34
                                    

Después de que terminara el primer bloque de clases, fui directo a la cafetería del campus.

Estaba un poco decepcionada porque no había aprendido nada nuevo en mi primer día aquí, pero había conocido a mis maestros y compañeros. La mayoría habían sido agradables, pero también hubo de aquellos bastardos de los que no te quieren prestar ni un sacapuntas por haberlos corregido, a petición de los maestros debo añadir, porque jamás me ha gustado participar en clase. Desgraciadamente, los profesores son como sabuesos, en cuanto huelen que sabes las respuestas, no dejan de preguntarte lo que resta del maldito año, sólo para que los demás crean que también deben saber las respuestas.

Bastardos.

Axxas me había mandado un mensaje, diciendo que no lo vería hasta que terminaran las clases, porque tenía que arreglar algunos problemas con su horario, así que comería sola. Tomé mi charola que había llenado con un par de hamburguesas, una soda gigante, y un sándwich de pollo, y fui directo a la primera mesa que vi vacía. Había muchas persona en el comedor, pero aún así, había un par de mesas que se encontraban desiertas.

—¿Brooke? —Me detuve ante la sedosa y aguda voz que me llamaba, y me giré para ver a una chica pelinegra que sonreía regiamente. Tenía un bronceado envidiable, y unos profundos ojos verdes, que hacía resaltar más con delineador negro. Quizá era mi imaginación, pero la chica tenía un aire demasiado sereno y misterioso, y no pude evitar compararla con Cleopatra—. Te llamas Brooke, ¿verdad? —Asentí—. Ven, siéntate. —Pidió. No me había dado cuenta de que ella también se encontraba sola, y supuse que era porque ella lo quería así, porque muchos chicos le lanzaban miradas apreciativas. Me acerqué y me senté frente a ella—. Estamos juntas en clase de aerodinámica. —Informó, y pude reconocerla como la amiga de Marcus. Le sonreí.

—Oh, sí. Rasheld, ¿verdad? Lo siento, no te reconocí.

—Causaste revuelo en el aula, pensé que el último año sería igual de aburrido que los demás. —Soltó una risa tímida—. Nunca te había visto por aquí, ¿eres nueva? 

—Sí, es mi primer día. —Confesé, antes de tomar mi primera hamburguesa y darle un gran mordisco. Joder, la comida del lugar era buena. Señalé la otra al ver que ella mordisqueaba una manzana tan verde como sus ojos—. ¿Quieres? Puedes tomar el sándwich. —Ofrecí.

Demonios, quería ése sándwich.

—Gracias, eres muy linda, pero ya comí. —Su voz era increíblemente suave, y llamativa—. ¿Te transfirieron? —Negué.

—Estoy en un programa avanzado, acabo de terminar el instituto, pero hice exámenes antes de ingresar aquí, y aprobé más de la mitad de las materias por conocimientos previos. —Expliqué—. Estoy cursando materias de todos los semestres, y saldré en dos años o menos. —Ella levantó las cejas, sorprendida.

—Vaya, ahora entiendo todo. —Sonrió—. Entonces no tendrás ningún problema con el modelo que nos pidieron. —Aseguró. Me encogí de hombros.

—No suena complicado.

—No lo es, y Vojshtech será un buen compañero. —Declaró—. Es un chico muy inteligente.

—Tu compañero es Marcus, ¿cierto? —Pregunté desinteresadamente.

—¿Lo conoces? —Su sonrisa me indicó que quizá me había delatado sola.

—No realmente. El sábado hubo una fiesta, y me colé. —Ella se echó a reír.

—¿Te colaste en la fiesta de Léon? —Hice un gesto a modo de disculpa.

—Te aseguro que no fue agradable. Me atraparon, pero Marcus me salvó. —Aquello pareció sorprenderla.

Ain't talking about loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora