V. SIR.

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Pasaron unas semanas desde aquella plática, durante estas Prusia me llevo a ver su enorme ejército para según él, me "familiarizarme con la gran fuerza prusiaca que derrotará a Austria y lo volverán el rey del mundo" o algo así, a veces la egolatría de Prusia me asombra.

Aunque no lo parezca tengo el cargo de Coronel del regimiento von der Goltz, por lo que ya conocía el funcionamiento de el ejército, esto no lo detuvo además también me explico la razón de "su magnífica identidad humana" está era necesaria para poder estar cerca del rey sin sospechas, me explico que en mi mandato sería un soldado y no cualquier soldado, ya contaba con el título de Mariscal.

Pensaba que había escogido ese título por su egocéntrismo sin embargo al verlo en las prácticas blandir su espada ferozmente y sin quitar su enorme sonrisa del rostro cambie de opinión, era demasiado hábil, es fantástico me hace pensar que realmente mi padre lo hizo fuerte pero que nunca le quitó su libertad por eso yo tenía que hacerlo grande, no importará el precio pero soy consiente de lo que esto significa, en el fondo ... no quiero pero no le voy a decir eso a Prusia, pensará que soy un gobernante mediocre o miedoso, el confía en mi, se lo prometí aunque no debí hacerlo.

Un día mientras lo veía desde lejos practicando con los soldados, vi llegar a un joven a caballo, aparentaba diez o doce años, rubio y con el uniforme militar utilizado en el Sacro Imperio Romano ¿Ese podría ser SIR? Mi pregunta se respondió enseguida cuando Prusia lo vio inmediatamente detuvo el combate y corrió a recibirlo, se abrazaron efusiva mente bueno Prusia estrujo al joven, parecían tan felices, deje de observarlos cuando voltearon a mi ventana, me escondí rápidamente. Seguí como si nada hubiera pasado pero unos minutos más tarde Prusia entro empujando la puerta ruidosamente y  grito:

- Fritzz!! ¡¡¡Te voy a presentar a mi hermano!!!

Digo esto mientras señalaba al pequeño como si fuera la joya más rara del mundo.
Él joven se acercó , nos vimos por un tiempo, examinando nos , de cerca note que tenía los ojos de un color azul oscuro nada parecidos a los de Gilbert además de su pelo, su tamaño y su apariencia realmente no sé parecían en absoluto. Rompió el silencio antes de que se volviera incómodo.

- Es un gusto conocerlo al fin, su majestad, rey Federico II de Prusia, soy el Sacro Imperio Romano , perdón por los malestares que le pueda causar mi hermano y le suplico que lo cuide lo mejor posible.

- El placer es mío, no se preocupe Prusia nunca podría molestarme y me asegure de que sea más fuerte de lo que ya es.

Vaya, nunca me imaginé que el hermano de el gran y asombroso Prusia fuera un ¿Chico? Tan educado, su reverencia fue impecable, su voz tranquila y sus palabras acertadas, simplemente la diferencia era abismal aunque los años de este pueden ser la razón pero en ese caso ¿Por qué Prusia es así? No es que no me agrade solo a veces es demasiado "asombroso" para mí.

- Kesesesese ¿por qué tan formales? Son muy aburridos ustedes dos kesesesese.

A esto SIR volteó a ver a su hermano enojado y le digo:

- Y tú deberías tener más respeto por tus superiores y tú hermano mayor.
-kesesesese vamos no te enojes, solo fue una broma.

Dijo mientras le quitaba su sombrero y se lo ponía él.

-Oye devuélveme eso!!.

Trato de alcanzarlo pero la diferencia de tamaño era notable mientras él parecía un niño de diez, Prusia aparentaba tener mi edad o algo más grande pero eramos casi de la misma estatura. Decidí interferir antes de que empezarán a pelear o pasará algo más, ya que desconozco las consecuencias de una pela entre naciones por más infantil que parezca.

- Prusia dale su sombrero a tu hermano, ahora.
- Aa que aburrido Fritz pensé que estabas de mi lado.

Dijo devolviendo el sombrero y haciendo pucheros.

- Gracias su majestad, como verá mi hermano es algo inmaduro para su edad, discúlpeme por no criarlo como es debido.
Dijo acomodándose el sombrero y pisando fuertemente a Prusia quien mostró una mueca de dolor.

- No se preocupe usted hizo un gran trabajo que él no aprendiera es otro asunto.
- Eso creo.

Gilbert logro liberal su pie de la presión de su hermano, nos miró enojados y se marchó hecho un manojo de quejas, al salir cerró la puerta con tanta fuerza que se escucho por todo el palacio. SIR volteó a verme.

- Mejor voy con él, con su permiso su señoría.

Volví a quedarme solo, vaya con que esa es su relación pero realmente no parecen llevarse mal cuando Prusia lo recibió tenía una sonrisa tan radiante como el sol al igual que SIR que aunque durante nuestra charla no mostró ninguna emoción en particular, se notaba "feliz" con su hermano.
Era raro ¿Por qué si es el mayor es más pequeño que Prusia? Y ¿Por qué dijo "criar a Gilbert? ¿Cómo "nace" una nación?
Otra vez el mundo que se me abrió me deja tantas preguntas, en ese momento Gilbird entro por la ventana y se posó en mi cabeza, como si fuera mi corona, esta águila siempre me sorprende, cuando voltee a fuera ya era algo tarde, el sol se ocultaba.

Decidí salir a buscar a esos dos para invitarlos a cenar, me hubiera tardado en encontrarlos si Gilbird no me hubiera guiado a través de sonidos. Estaban en una de las salidas del palacio, SIR estaba sentado en las escaleras viendo el sol esconderse mientras tenía una mano sobre la cabeza de Prusia acariciando su pelo suavemente ,este estaba dormido sobre sus piernas tan tranquilamente que parecía un gato en el regazo de su amo, decidí acercarme sigiloso, él volteó a verme rápidamente, como si hubiera notado mi presencia instantáneamente, me miró y volvió su vista al horizonte. Me senté a su lado ,mientras que Gilbird cambiaba a su cabeza, él empezó a hablar.

A tú ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora