XVII. Planeación

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Un día después de terminar mis deberes, decidí ir a componer y tocar una nueva pieza, tenía una melodía en la mente desde que visite el pueblo así que fui al pequeño auditorio, comencé a escribir, no había visto a Prusia durante el día, ayer me acompaño un rato en el estudio después fue a ver a las tropas pero hoy no tenía ni la mínima idea de su paradero.
Seguí probando notas y ritmos cuando alguien me sorprendió poniendo sus manos en mis hombros, salté, grite asustado, mi flauta estaba apunto de caer al suelo pero por suerte Gilbert logro alcanzarla antes.

- Kesesesese ya casi.
- Gilbert! No me asustes así.
- Kesesesese hubieras visto tú cara jaja
- Oye!!
- Así que Fritz, ¿Tocas?
- Noo solo estaba jugando ,como tú.
- Kesesesese bueno, bueno, perdón.
- Si claro.
- Oye oye oye oye oye oye oye oye
- ¿Qué?
- Déjame escucharte.
- Pero es que estoy...
- Mi hermano dijo que eras bueno y para que el diga eso debe se verdad.
- Bueno pero si tocó me harás un favor.
- Kesesesese mientras se pueda, claro.
- ya lo prometiste, eh? Después no me vayas a fallar.
- ¿Yo? ¿Fallarte? Primero: Eso nunca pasará y, segundo: En mi vocabulario no existe esa palabra kesesesese.
- Bueno más te vale.

Después de eso, busque una de de mis partituras favoritas y comence a tocar, estaba algo nervioso pero me concentre más en mis manos que en la expresión de Prusia, creo que tocó bien pero no tanto seguramente Prusia a escuchado mejores músicos en su larga vida. Cuando termine, observé a Gilbert quien tenía los ojos cerrados...espera!

- Prusia!! No te duermas mientras tocó.
- No estoy dormido solo quería concentrarme en el sonido.
- aa ya esté aa , y y ¿ qué tal? ( A veces Gilbert se comporta totalmente serio pero con algo así me agrada que me pusiera atención)

Gilbert abrió sus ojos, me miró profundamente cuando hacía esto sentía como si el rojo me absorbiera pero no era como en las pesadillas, era más cálido, no me sentía en peligro, no me sentía solo, no me sentía triste o temeroso, era una sensación extraña.


Ambos nos observamos por unos minutos que parecieron horas, decifrando nos hasta que un picoteo en la ventana nos distrajo, Gilbert y yo volteamos, era Gilbird exigiendo entrar, volví a mirar a Prusia este solo se levantó y me sonrió , sentí como mis mejillas cambiaban de color
¿!Qué fue esa sonrisa?!.
Gilbert fue a abrir la ventana y Gilbird voló hacia su cabeza, lo picoteo un poco después se quedó tranquilo.
Ambos voltearon a verme y Gilbert empezó a hablar:

- Realmente eres bueno en eso Fritz.
- aaa este gra gracias.
- ¿Podrías tocar un poco más?
- ah? Claro, claro.

Prusia solo sonrió tenue mente algo raro en él y se sentó donde antes con Gilbird en la cabeza, empece a tocar. Pero paré :

- espera dijiste que me harías un favor.
- Si, claro que lo haré pero quiero escucharte un rato más.
- mmm el favor que te quiero pedir es algo que me ayudaría a tocar.
- eh?
- Verás tú hermano también me contó un secreto tuyo, dice que eres bueno con el piano y realmente necesito acompañamiento, ¿podrías?
Prusia puso una mueca de disgusto, me miró y negó con la cabeza.

- No, no, no eso no se puede.
- ¿Por?
- Es que...
- Dijiste que me harías un favor, vamos Gilbert.

Hice mi mejor cara de súplica que pude, podría funcionar.

- Pero Fritz realmente no soy tan bueno.
- Vamos, eres el increíble Prusia puedes con una simple partitura.
-Es que ,Agg!!

Gilbird le estaba jalando la oreja mientras Prusia trataba de detenerlo.
- Auu!! Bueno, bueno ya ya , me rindo , tocare ,para , para, pero solo una vez.

Gilbird instantáneamente dejo su oreja en paz aunque estaba roja como una cereza, Gilbird voló hacia el piano y se colocó en una esquina, Gilbert se acerco regañadientes, sobando se la oreja, me miró, soltó un suspiro, y le dí la partitura:

A tú ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora