XXI. Código Federico.

88 13 7
                                    

Pasaron varios días después de aquello, Prusia y yo hemos estado mmm evitándonos supongo solo estamos algo incómodos... Sí debe ser eso.
Mientras la mudanza avanzaba poco a poco y las compras se hacían lentamente, yo salí a dar recorridos por la capital para no verme mal al irme además de que al ir me dí cuenta que nuestras leyes actuales no eran eficientes en lo absoluto, había muchas fallas así que mi meta se convirtió en redactar un código que rigiera a Prusia con las nuevas ideas ilustradas antes de marcharme a Sanssousi.

Comencé reuniéndome con mi jurista Svares y mi canciller Heinrich von Carmer para tener otro punto de vista sobre la situación legal de Prusia, pedí consejo de mis amigos ilustrados en Francia realmente era un proyecto muy ambicioso, me enfoque solo en terminarlo por lo que las visitas de Prusia se hicieron cada vez menos, ya no cenábamos juntos o por mi trabajo o por los entrenamientos ( en los cuales se estaba apurando tanto como yo porque él vendrá conmigo... obviamente) , me entristecía pero estoy haciendo esto por él, por su bien y para su futuro, eso me inspiraba cada vez más, no se lo había dicho era una completa sorpresa, no sé si le gustaría pero aún así seguí esforzándome cada día y presionando a mi corte para algunas cosas , pufff a veces sus mentes retrógradas no me comprenden sin embargo son bastante consientes en algunas cosas.

Un día por la noche como a las once, estaba yo tranquilamente terminando un nuevo capítulo para el código cuando mis puertas se abrieron de par en par de golpe por un mmm enojado Prusia.

- FEDERICO II, REY DE PRUSIA, ¿POR QUÉ ME IGNORAS ASÍ?.
-ehh?? 

Las puertas se cerraron tal y como se abrieron, de golpe, todos ya saben de nuestra cercana relación pero gritarlo a todo pulmón aa debería decirle algo, Gilbert se paró del otro lado de mi escritorio... El código!! Tomé los papeles lo más disimuladamente posible y los metí en un cajón.

- Tú ...tú... tú me has estado ignorando, ya no me invitas a cenar, ni me recibes en tú oficina, ni me observas en los entrenamientos,ni me hablas cuando vamos al pueblo, ni me buscas cuando estoy dormido, Qué hice ahora?
- eh...No, no ,no, no hiciste nada, lo lo siento es mi culpa ,estoy arreglando muchas cosas para partir sin dejar nada pendiente y no te estoy poniendo la suficiente atención, lo siento.

Dos cosas:
Primero: Prusia sabía que lo observaba mientras entrenaba y también dormido, Qué penaa! Digo si ya lo no puedo con estos sentimientos al menos trato de esconderlos(//'#'//)
Segundo: Contra su carita de culpabilidad, no puedo hacer nada y menos cuando se que estás cosas lo afectan más de lo que parece, es raro que esta vez me allá encarado, SIR tiene razón con que a veces no sabe cómo expresarse pero ... Tal vez ahora me tenga más confianza,no sé, además la verdad, si es mi culpa, si le diera más tiempo pero tengo que terminar esto.

-Entonces ¿No estás enojado por el abrazo?
- aaa de no, no, para nada.
Je ¿Creyó que era por eso? Rayos, me estoy empezando a sonrojar.

-Kesesesese bien entonces vamos.
-eh?

Me tomo de la mano y me sacó de mi oficina, bueno con esa sonrisa de vuelta que me lleve a donde quiera.
Terminamos donde menos esperaba, frente a la segunda puerta sellada del palacio.

- Prusia esto...
- Si aquel día, yo quería invitarte a ver esto realmente debí hacerlo desde un principio pero ya sabes, hasta el asombroso yo tiene pena de mostrar sus secretos.

Así que eso es lo que iba a hacer, parece que después de todo si confía en mí no solo como un líder sino también como un mm ,¿amigo? Sí ,amigos esta bien.

- Gracias Prusia por confiarme tus secretos pero si realmente no lo quieres hacer, está bien, no me enojaré contigo.
- No!, ya lo decidí, te lo mostraré, solo a ti.

A tú ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora