A tú lado

XXXIX. Junto a ti.

- aaaa!

Casi me caía cuando mi hermana salto sobre mí, ¿Qué acaba de pasar? Todo fue tan rápido ¿Cómo? ¿Cuándo?¿Porqué?

Mi cerebro estaba apunto de colapsar, cuando vi el rostro de Prusia, el camino de sus lágrimas se veía aún en sus mejillas, me preocupe al instante, cierto, Prusia había llorado, jamás pensé que él haría algo como eso, siempre sonriente y vivaz, sé que no siempre es alegre pero nunca pensé que llegará a extremos como llorar, trate de acercarme pero SIR con una expresión aún más preocupada que la mía se lo llevó arrastrando. Mi hermana y yo nos quedamos abrazados, sorprendido por ver a Gil así, se veía tan tan... solo, tan triste, aaa me preocupa.

- ¿Qué pasó?
- Ni idea ¿Hice algo malo?
- Claro que no, hermanito, seguramente el mariscal solo se emocionó de más.
- Claro...
- Vamos, sonríe, te ama ¿No?

Mi hermana me sonrió y apretó mis cachetes, cierto, derrepente mi corazón volvió a enloquecer.

-aaa ¿si ?
- jajaja Federico pensé que nunca te volvería a ver así.
- Oye! (//•∆•\\)
- Me alegro por ti hermanito.
-... Pero...
- Basta, se lo que piensa, solo disfrútalo Federico, no vas a hacer nada malo, siempreee haces todo bien y piensas lo contrario.
- aa
- es verdad.
- Bueno, no te lo puedo negar, soy asombroso.
- jajaja suenas como el Mariscal
- o cierto..je supongo que me estoy acostumbrando a sus modismos

Después de eso, ella y yo solo estuvimos platicando de mi nueva relación aunque ¿Esto qué tipo de relación es? Lo amo, me ama, somos .. ¿pareja?

No sé, ahora solo me preocupa Gilbert. En la noche logré librarme de mi hermana aunque disfruto mucho su compañía, a veces, en temas románticos suele ser mm algo insistente                   ( recordando cuántos novios buscó para él), recorrí el palacio buscando a Gilbert y lo encontré durmiendo junto a su hermano en su habitación, je se ven tan lindos, los dejaré por ahora, se ve bien supongo que SIR sabe que hacer en estas situaciones aunque son diametralmente diferentes se nota que se aprecian.

SIR tal vez solo exageraba cuando lo conocí ,me dijo que desaparecería pero ahora se ve mejor que antes aunque Prusia si creció un poco desde la guerra, esos dos se necesitan el uno al otro como yo a Guillermina, no creo que sí uno desaparece el otro siga como si nada ¿Verdad? Sigo sin comprender muchas cosas sobre la naturaleza de las naciones.

Yo también me fui a dormir, me gustaría decir que mi noche fue tranquila pero sería mentira, todo mi día se repitió en mis sueños, Prusia, Gilbert, solo él una y otra vez pero luego cambio ese día, hace tantos años, un día como hoy, un día que nunca olvidaré.

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- ¿Su majestad?~

Recuerdo muy bien ese día.

- aa Federico ¿Dónde estás? Federico

Mi sueño solo me hizo volver a esos años.

- Mein Gott Federico!
- Te asuste.
- aaa! por un momento pensé que te habías perdido, no te desaparezca así.
- Vamos conozco mi cuidad, no me perdería.
- Ese no es el problema! Si algo te pasará yo... Digo el reino se volvería loco y el rey aa posiblemente mataría a medio Berlín.
- aaghh no lo menciones.
- Lo siento su majestad.
- Hans, no me digas así, Federico está bien.
- A sí perdón, es la costumbre.
- Vamos dijiste que me llevarías a un nuevo lugar.
- Claro, vamos.

Junto a él, todo era mejor, era una de las tantas tardes en las que nos escapaba mos del castillo, como ahora era invierno, las calles de Berlín estaban cubiertas de nieve y el frío viento congelaba nuestros dedos aunque nuestras manos estuvieran unidas. No recuerdo si fue antes o después de mi cumpleaños solo recuerdo que lo hizo por eso.