XLV. Guerra de los 7 años.

56 7 2
                                    

-Fritz eey Fritz despierta.

-Uum

Abrí los ojos para encontrarme con ese par de ojos rojos tan brillantes con los que despertaba desde hace varios años.

G- Kesesese Feliz Cumpleaños Federico!!

y salto sobre mi abrazando me, también escuche a Gilbird que revoloteaba sobre mi cama.

F- jeje Gracias Gilbert.

Nos quedamos un momento así, ignorando todo lo demás, Gilbert siempre hacia que me olvidará del resto del mundo pero en este día fue demasiado ambos ignoramos el sonido de la puerta abriéndose.

- Je miren miren cuanta confianza.

Ambos nos sorprendimos al ver a mi hermana entrar, Gilbert salió de mi cama en un salto y yo solo alcance a cubrirme con las cobijas para que no me viera así de avergonzado aunque seguramente Prusia también estaba sonrojado.

G- Perdón su Alteza yo .. aa el .. y es que

- Jajaja Mariscal esta bien jajaja, y no te dirijas a mi tan formalmente.

G- aa... bu bueno me retiro.

Así Gilbert se fue rápidamente, por suerte el se levanto antes y ya estaba completamente vestido si no lo hubiera estado esta situación sería peor. Mi herma se acerco, se sentó a mi lado mientras se seguía riendo.

- je tus cartas no son tan sinceras Federico

F- Guillermina

- o que lindo es el Mariscal, mira.

Baje un poco la cobija para ver lo que me mostraba, era mi taza de chocolate matutina je Gilbert seguramente la trajo, fue algo tonto dormir este día juntos con toda la familia en el palacio, me levante y tome la taza para empezar a beber Guillermina solo seguía con su risita.

A pesar del ambiente en el que todos sabían que sería nuestra última reunión juntos, fue un buen cumpleaños, me estaba haciendo viejo y el tonto se Enrique solo se burló al verme con bastón mientras que mis hermanas se preocuparon.
Aún así al salir al balcón para ver a mis soldados y a la gente de Berlín felicitando me demostraba que esto hombres no me abandonaran en la guerra, soy su rey y soy un buen rey que los llevará a la victoria.

Pase el resto del día con Guillermina que exigió detalles sobre mi relación con Gilbert y claro, mi salud, ella siempre fue tan libre al expresarse, no había quien la contuviera, ni mi padre, ni su esposo, ni yo porque siempre me recordaba que ella era la mayor antes de que yo fuera el rey aunque nunca quise que se contuviera pero muchas veces le insistí en dejar a su esposo y volver a vivir conmigo, aquí no le faltaría nada, tendría mi autoridad (era a la única a quien le daba ese derecho siempre que me visitaba), sería libre de convocar a cualquiera, de leer y tocar lo que quisiera pero nunca me obedeció por lo que unos días después nos despedimos.

G- Cuídate mucho Federico, deja a los soldados luchar, tu ... Tu no tienes que estar ahí.
F- Tengo que luchar con mis soldados, con mi gente, tranquila no moriré tan fácilmente.
G- Eres tan necio, bueno rezaré por ti desde el primer día en el que marches a la guerra.
F- Gracias hermana, tú estarás segura en casa, todas lo estarán

Aunque me encontraba despidiendo la, llamo a Gilbert y cuando estuvo a su lado lo tomo bruscamente acercandolo a ella, nunca la vi ser tan violenta.

- Gilbert Beilschmidt jurame que protegeras a mi hermano, no solo como tú rey sino también como la persona que amas.

G- Lo juro.

- Y ... También protegelo de si mismo, el suele ser algo exagerado.

F- Hermana.

A tú ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora