VIII. Batalla de Mollwitz.

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A finales de marzo teníamos nuestra bases en la fortaleza de Ohlau desde ahí quisimos seguir avanzando pero las fuerzas austriacas no diezmaban su defensa que ganaron territorio hasta Brieg, ya no podíamos comunicarnos con Berlín. Teníamos que hacer algo, todo iba tan bien, esto ya debería terminan pero ahora.

- ¿Qué haremos Gilbert?
-Agggg Maldito señorito podrido, todo iba tannn bien y llega el a resistirse.
- ¿Él también está en el campo de batalla?
- NO! , Es un cobarde ni siquiera muestra la cara en el contraataque.

Al menos piensa como yo, ví el mapa que estaba frente a nosotros, si no podemos comunicarnos no puedo pedir refuerzos y esto se alargará innecesariamente.Pero si...

- Si tomo el mando de una ala y avanzó a Mollwitz
-No!
- ¿Por qué? Ya he estado suficiente tiempo en la retaguardia, tú dirigirás otra para mantener nuestras posiciones.
- Dime , ¿Qué pasa si mueres? O ¿Te capturan? Ehh? Solo tienes meses en el trono, no te arriesgues.

Me enojaba que no confíe en mí, aunque tal vez solo trata de protegerme aún así es cierto que no soy bueno para luchar, ni para ver sangre y que mi rango no es alto pero se lo suficiente, no viví recluido un año en Krüstrin ,ni estuve bajo la tutela del príncipe Eugenio de Saboya (aún que ahora sea mi enemigo) para nada.

- Déjame hacerlo!, si muero otro de mis hermanos aceptará el puesto con gusto y si me llegarán a capturar, te ordenó como tú rey que no cumplas ninguna de mis órdenes, ni que te rebajes para rescatarme. Yo solamente soy rey si estoy en libertad!!.
Prusia y los demás generales me miraron sorprendidos, aunque vaya que sería un problema ser capturado, en seguida pensé en ese enano de mi hermano.

- Si me capturan, Enrique el Coronel  del 35° regimiento de infantería dará las órdenes hasta terminar la conquista de Silisea.
Realmente mi hermano era más parecido a mi padre, un amante de la guerra, era mejor que yo en el campo de batalla para dirigir tropas o hacer estrategias ,pero admitirlo frente a él, NUNCA.
Prusia no volvió a decir nada durante la reunión, parecía pensativo, se acordó que estaría a cargo de llegar a Mollwitz. Al finalizar quise hablar con Prusia pero simplemente me digo:

- Es tú decisión y la respeto, solo no dejes que te maten.

Aaa no se qué pensar pero no moriré. Unas semanas después al marcharme solo me miró y me sonrió con algo de preocupación, no me gusta esa expresión pero no le diré nada, nunca me han gustado las despedidas, Gilbird estaba en su hombro con su cabeza le indico algo, el águila hurgo su pelo, salió volando hacia mí y se colocó en la cabeza de mi caballo.

Lo miré sorprendido ahora me sonreía como siempre, esa sonrisa que sería capaz de llevar alegría y confianza hasta en el rincón más oscuro del mundo, tal vez no confié plenamente en mi pero me desea suerte, le devolví la sonrisa , desviamos nuestras miradas , acaricie el plumaje de Gilbird y di la orden de avanzar.

Era el 10 de Abril de 1741, llegamos a Mollwitz aún con la gran tempestad que cubría el campo de batalla de blanco, sobre el cual Gilbird sobrevolaba para ver al enemigo como esperando mis órdenes para atacar. 

Teníamos más artillería que el enemigo pero nos superaban en número así que en la tarde ordene el fuego, el sonido de los cañones lleno el aire por varías horas, ni siquiera podíamos escuchar los gritos de nuestros enemigos. Unas horas más tarde los austriacos cambiaron al flanco derecho de nuestras fuerzas para evitar morir entre las balas, ya ahí empezaron la batalla contra el 11° regimiento del cual estaba a cargo, nos replegamos para intentar evadirlos, los batallones granaderos los detuvieron por un tiempo pero lograron avanzar entre el estruendo y las explosiones, asesinando a cuánto soldado se encontrarán.
Así eran las guerras por eso las odio, no hay humanos ,son enemigos, no son muertos , son cadáveres sin nombre, sin importancia.

Mi batallón fue reducido en cuestión de horas, había fallado pero seguiría luchando hasta que el último de los míos caiga ,por mí honor y el de Prusia o eso estaba pensando pero mi mariscal Kurt Christoph von Schwerin tocó mi hombro, bajo mis manos que sostenían mi espada bañada en sangre de los pocos soldados a los que les había quitado la vida y me miraba a los ojos, digo :

- Su majestad,está posición ya no segura para usted, por favor retire se y salve su vida. No es huir es ser inteligente como sé que usted es, hizo lo que pudo a veces ,en las guerras la situación cambia drástica mente como en este caso.
-Pero tengo que...
-No, no tiene ,ya hizo suficiente. Tiene que dirigir a Prusia, ese es su deber.

Antes de imponer mi voluntad, un Gilbird polvoriento se posó en mi hombro y picoteo fuertemente mi cabeza.
- Auu para! Detente.

Mi mariscal solo miró confundido está escena, Gilbird paro dentro de poco. Ya entiendo, esta águila se convirtió en sus ojos y oídos para vigilar me, he evitar que hiciera tonterías, vaya.

-De acuerdo, tiene prohibido morir en combate.
- Si, mi majestad.

Después de eso cabalgue hacia Oppeln pero gracias a Gilbird descubrí que ese pueblo estaba bajo control austriaco, evite por poco que me capturaran. Así que di la vuelta y regrese a la base en Mollwitz, Gilbird era muy fiable, iba adelante mostrándome los peligros del camino realmente es una águila espectacular.
Después me enteré que habíamos ganado la batalla y que el mariscal Schwerin no solo estaba vivo, si no que sus tropas habían sido parte fundamental para la Victoria.
Quiero llegar rápidamente a festejar nuestro triunfo, ojalá Prusia no me regañe y me prohíba dirigir de nuevo.

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Hola, perdón por no publicar el fin por eso les traigo una capítulo más grande, ojalá les guste. Y muchas Gracias por darle la oportunidad.


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