ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢ

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—Has cocinado esa carne y esas brochetas toda la mañana. ¿Cuánto falta? —preguntó DaeHyun, frotando su hambriento estómago y deleitándose con el exquisito aroma de la comida siendo preparada.

—No son para ti —sentenció SooYun, concentrada en sus platillos —. Son para YoonGi.

DaeHyun frunció el ceño, confundido. Él se esperaba una respuesta completamente distinta.

Se acercó a su hermana con una duda atrapada entre sus labios. ¿Había mencionado a un chico?

—¿Quién es YoonGi? —indagó con cierta seriedad en su tono.

—Vive al lado —respondió ella con simpleza —. Harás que me queme, fuera de aquí —empujó con su codo al mayor, provocando que éste trastabillara un poco hacia atrás.

—¿Te gusta el vecino? —abrió ambos ojos con sorpresa. Una amarga sensación se instaló en su pecho.

Y lo único que pudo calmar su afligido corazón fueron las carcajadas sonoras de su hermana. Y él mismo rió ligeramente ante su exagerada reacción.

—No, no... Solamente le debo una disculpa —explicó, mintiendo un poco para evitar otra incómoda pregunta. Tal vez YoonGi no le gustase con la connotación romántica de la palabra, pero le llamaba la atención en demasía—. Pensé que cocinarle algo sería lo mejor, ¿no?

—¡Ya, SooYun, nunca me has cocinado algo a modo de disculpas! —exclamó, indignado por el gesto tan atento de ella hacia un completo desconocido —. Soy tu hermano favorito, deberías hacerlo.

—Eres el único que tengo, no me queda de otra que tenerte como favorito —sonrió juguetona, ganándose como respuesta un suspiro de él.

—¿Qué le hiciste?

—Fui entrometida y grosera.

—Entonces... ¿Estás disculpándote con él por ser tú misma? —bromeó, arqueando una ceja.

SooYun entrecerró los ojos y lanzó una furiosa mirada a su hermano, que pronto desapareció cuando de él emergió una melodiosa risa. Sabía que no podía estar seria o enfadada con él por mucho tiempo.

DaeHyun sonrió, acariciando el cabello de su hermana y atrayéndola para poder besar su coronilla.

—Eres muy atenta. Gracias por conservar la dulzura y amabilidad en esta familia —besó su mejilla y salió de la cocina para brindarle mayor espacio y paz.

●•●

Kim SooYun

Otra vez me encontré de pie frente a la residencia de la familia Min, pero en circunstancias muy diferentes hoy. Y estaba segura de que esta vez el resultado sería desigual al de la noche anterior.

Golpeé la puerta y esperé pacientemente a que se abra, sujetando con fuerza la canasta donde se hallaban mis disculpas en forma de comida.

Cuando se abrió fui testigo de la mayor bienvenida que jamás había recibido. Apenas tuve tiempo de quitarme los zapatos cuando ya tenía a la Señora Min detrás de mí empujándome hacia las escaleras. Podía entender su emoción, pero eso no implicaba que me acostumbrara rápidamente a ella.

Volví a estar frente a la puerta de la habitación de mi objetivo principal, el motivo por el cual estoy aquí. Di ligeros toques en la puerta de madera, esperando escuchar su permiso para entrar. Cosa que no sucedió.

Repetí mi acción y esta vez sí pude oír actividad dentro de aquella habitación, dándole pie a mi corazón para comenzar a acelerar su ritmo. Y brinqué en mi lugar cuando la puerta se abrió repentinamente, dejándome ver un despeinado y adormilado YoonGi. Contuve una sonrisa al verlo de esa forma, pues era lo más adorable que había visto jamás. Y que deseaba seguir viendo por los siguientes días.