jû san

4.2K 474 138
                                    

Kim SooYun

Sonreí enormemente al golpear con fuerza el platillo, culminando con otra exitosa práctica. No podía evitar sentirme completa cada vez que tocaba ese magnífico instrumento. La música siempre había sido algo importante en mi vida. Era el escape de la monótona rutina que me obligaban a llevar mis padres, el quiebre del modelo de niña perfecta y sin libertad expresiva que ellos buscaban en mí.

Yo sabía muy bien que el día que les anuncié el camino que decidí tomar para mi vida, se les derrumbó cualquier idea positiva sobre mí. Su querida hija, la excelente alumna que solamente obedecía sin chistar, estaba negándose a seguir los planes de un futuro deseado únicamente por ellos. No iba a ser doctora, abogada o contadora, y ellos odiaron caer en la cuenta de aquello.

La opinión ajena siempre fue importante para mis padres, incluso en temas que ellos consideraban personales. Yo no podía vestir como más quería sin tener un largo escaneo antes, ya que "¿y qué tal si los vecinos te ven? ¿qué dirán sobre nosotros?". Tampoco podía opinar libremente sin ser regañada. Mucho menos podía tener los amigos que yo quisiera. Todos eran malas personas ante sus ojos, unos vagos que sólo se la pasaban tocando instrumentos o bailando en vez de preocuparse por sus estudios. Así de prejuiciosos lograban ser.

Solía ser amiga de un maravilloso y talentoso chico que asistía a las clases de baile junto con mi hermano DaeHyun luego del Instituto. Y yo siempre estaba allí para observarlos con suma fascinación. Él, para resumirlo, bailaba en la calle para ayudar económicamente en su hogar. Aprovechaba su talento para sobrevivir. Y cuando mis padres se enteraron de mi amistad con él, no tuvieron una mejor idea que darle un sobre con una suma importante de dinero y pedirle que se alejara de mí. Lo asustaron hasta que él decidió rendirse y tirar nuestra amistad a la basura.

Eran unos controladores dementes.

Suspiré algo agotada, guardando mis pertenencias y dirigiéndome hacia la salida de la sala de percusión. Capturé mi belfo inferior entre mis dientes al ver su figura de reojo cuando salí. Kim SeokJin, con la espalda apoyada sobre la pared, esperaba nuevamente por mí. Lo saludé sin muchos ánimos, y él me sonrió de la forma más amable que pudo.

—Te ves muy linda hoy, SooYunie —comentó en un tono apacible, comenzando a caminar a mi lado hacia la salida.

Le sonreí de forma amarga. Anteriormente, no quería actuar de esa forma con SeokJin, aunque su actitud hacia mí me parecía algo extraña. Algo repentino que era demasiado sospechoso para mi gusto.

No lograba entender porqué SeokJin se dedicaba a perder su tiempo con alguien como yo, que no era nada interesante y mucho menos cumplía con los estándares de belleza que sí podían ser alcanzados por la mayoría de las chicas en el departamento de Artes Escénicas. Además, no había una verdadera conexión entre nosotros. No teníamos casi nada en común y nuestras charlas se volvían incómodas con facilidad. Las actitudes de SeokJin siempre parecían planeadas de antemano, como si ninguna de sus reacciones ante mis palabras o acciones fuesen naturales. Todo en él parecía una maldita actuación.

Por eso, días atrás había decidido realizar mi propia investigación sobre el enigmático Kim SeokJin, y los resultados me habían parecido sumamente repulsivos.

—Estás demasiado callada hoy, ¿pasa algo? —se atrevió a preguntar.

Lo miré de reojo por unos escasos segundos, con las palabras que deseaba pronunciar aún atoradas en mi garganta.

—¿Por qué te empeñas tanto en estar conmigo, SeokJin?

Por la mirada que me dio, supe que, en efecto, esa era la pregunta que más temía recibir por mi parte. Fue caminando más despacio hasta detenerse, y yo le seguí el juego. Supe en ese instante en que se avecinaba una tormenta inmensa de explicaciones sin credibilidad y victimización barata por su parte. Me crucé de brazos y esperé pacientemente por su respuesta. Estaba sacando un lado de mí que no me gustaba, pero necesitaba confirmar todo lo que sabía de sus propias palabras.

ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora