Min YoonGi
Mis dedos repiquetearon sobre el colchón de mi camilla, en uno de mis tantos gestos de ansiedad. Ya había caminado sin rumbo en mi propia habitación, me había recostado a mirar el techo sin sentido, y había terminado con las secas galletas de avena que me dieron para desayunar. No sabía qué más hacer entre esas cuatro paredes para que el tiempo corriera a mi gusto.
Me habían anunciado, durante mi chequeo matutino, que ya podía salir de alta, con controles semanales y seguimiento estricto. Por el mismo motivo, mi madre se encontraba haciendo el papeleo necesario para que aquello pudiese ser posible. La emoción que sentí luego de la noticia aún seguía fresca. Era cierto que temía reencontrarme con el mundo real, pero la simple idea de estar junto a SooYun y enfrentar mis miedos para superarlos, me llenaba de una ansiosa felicidad. Era una mezcla que comencé a deducir que poseía hace bastante, más precisamente, desde que volví a plantearme el tan dichoso cambio en mi vida.
Suspiré con pesadez y observé el reloj de pared que decoraba la habitación, chasqueando la lengua al darme cuenta de que faltaban aún media hora para que pudiese realizar una visita a JungKook.
Luego de algunos minutos de estar hundido en mis propios pensamientos, decidí que, faltando ya menos para que me autorizaran a ingresar, lo mejor sería que fuese a tocar el piano un rato para distraerme. Lo pensé días atrás, y grabar las composiciones favoritas de JungKook sería el mejor regalo que podría dejar para llenar mi ausencia.
Guardé el celular de mi amigo en el bolsillo de mi pantalón y eché un vistazo al exterior. Por un lado, no encontré a nadie que pudiese impedir mi pequeña excursión, pero en el otro extremo, una escena protagonizada por dos personas logró llamar mi atención. Tragué en seco al reconocerlas al instante, sin haberlas visto juntas hace tanto tiempo. No es que me abrumara la presencia de ambas, pero la escena era la más triste de todas: SooYun, en una reverencia de unos perfectos 90 grados, se inclinaba ante mi madre, quien la observaba con los ojos brillando intensamente por la acumulación de unas lágrimas, mientras cubría su boca con una mano.
─Mi familia le causó tanto dolor a la suya, y estoy sinceramente arrepentida ante todo lo sucedido. Me hago responsable total de los hechos. Sufrió una gran injusticia, insensibilidad y maltrato, y le pido que sepa perdonarme a pesar de todo ello... Por favor, Señora Min, acepte el dinero de los gastos médicos, es lo menos que puedo hacer... P-Por favor... p-perdóneme ─su voz, quebradiza como un conjunto de ramas secas y frágiles, dijo aquello alzando su tono en una dolorosa petición. Podía ver las densas lágrimas cayendo poco a poco de sus ojos, en su incómoda posición, y a su vez, sus brazos extendiéndole un sobre blanco a mi madre. Apenas me di cuenta del momento en el que se formó un nudo en mi garganta, y sin dudarlo, quise acompañarlas en el descargo emocional. Escuchar la vergüenza en su voz, mezclada con el más puro y sincero pesar, me hizo sentir miserable. Pensar que se echaba todo el peso de la culpa sobre sus hombros también oprimía mi corazón, sabiendo de sobra que no era la verdad. Y al parecer, mi madre compartía los mismos pensamientos que yo; ella tomó a SooYun por los hombros y la obligó a abandonar su postura, para luego envolverla en el abrazo más sincero de todos.
─Lo que ha sucedido no es culpa tuya, SooYun, jamás creas eso... No necesitas disculparte, ni tampoco darme ese dinero ─intentó consolarla y, a su vez, quitarle el tormento que sentía en aquél instante. SooYun se mantuvo estática entre los brazos de mi madre, sin articular palabra alguna, pero seguramente atravesando un huracán en sus pensamientos. Desde sentirse responsable por todo hasta avergonzarse del comportamiento ajeno, todo aquello debía ser lo que oprimía su pecho.
No quise entrometerme en su pequeño momento, porque no consideré justo frenar un descargo por parte de las dos personas que soportaron las dificultades por mí; siempre con una sonrisa o unas dulces palabras. Permanecí en silencio y decidí esperar por ellas en mi habitación, sentado al borde de mi cama con la cabeza gacha.
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ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢ
FanfictionHikikomori: fenómeno social donde una persona decide aislarse de la sociedad. Portada by @Katykagamine