jû shichi

3.5K 417 33
                                    

Kim SooYun

Estar de pie fuera de la residencia Min se sentía realmente como un desafío. El palpitar de mi acelerado corazón, los nervios carcomientes y la ansiedad mezclada de forma casi desesperante con el miedo danzaban en mi interior y se preparaban para un espectáculo que comenzaría ni bien YoonGi apareciera en la puerta. Respiré hondo y capturé mi labio inferior entre mis dientes cuando el sonido de la puerta se escuchó, pausado y casi como si YoonGi supiese que yo estaba por presentarme ante él.

Mi semblante se bañó en pena cuando alcé la mirada y lo vi frente a mí. El encuentro de nuestros ojos fue como el choque de dos energías muy distintas; él poseía una mirada apagada y melancólica. Yo estaba consciente de que era la causa de ello. Una abrumadora sensación se vio instalada en mi pecho al ver cómo sus ojos se abrían ante la sorpresa y el brillo comenzaba a crecer en ellos. Su labio inferior tembló anunciando la peligrosa aparición del llanto, por lo que capturó éste entre sus dientes y lo masticó con nerviosismo.

MinMin... —murmuré, en un tono débil, casi como si tuviese miedo de su reacción. Quise estirar mi mano para tomar la suya, pero obtuve como respuesta un jadeo de sorpresa por su parte. Lo vi alejarse un poco, y en su mirada se notó el arrepentimiento luego de aquello. Bajé la cabeza algo avergonzada, hasta que pronto pude sentir unos brazos rodeándome para dar una bienvenida al abrazo más cálido y sincero de todos. YoonGi escondió su cara en el hueco de mi cuello y pronto la humedad de unas lágrimas se hicieron presentes sobre mi piel. Algo dentro de mí se retorció ante la amarga sensación de saber que estaba llorando. Los sollozos no tardaron en hacer su aparición, y solamente pude abrazarlo a la espera de que su descargo emocional acabe. Y aún cuando estaba pretendiendo que podía ser fuerte frente a él, estaba a punto de quebrarme.

—T-Te extrañé... —sollozó, aferrándose a mí con firmeza. Suspiré ligeramente en un intento por ignorar el nudo sofocante en mi garganta. Verlo de esa forma era tan triste, y saber que era por mi culpa me hacía desarrollar un odio intenso por mí misma —. ¿H-Has estado bien? —preguntó en un tono dulce y tan suave como una caricia, aún sin abandonar su puesto en mi cuello. Él estaba siendo un ángel a pesar de que yo lo había dejado de lado sin explicarle el porqué. Incluso sabía que estaba pretendiendo que aquello no había sucedido, seguramente por miedo a que vuelva a suceder. Así de dulce y predecible podía llegar a ser Min YoonGi a veces.

—No, MinMin... No he estado bien —admití. Él se separó instantáneamente, entregándome una mirada de preocupación total.

—L-Lo lamento... Te sientes así por mi culpa, ¿verdad? —dijo apenado, lleno de una culpa que no le correspondía. Fruncí el ceño y negué rápidamente con la cabeza.

—¿Cómo podría ser todo esto tu culpa, MinMin? ¡Fui yo quien te abandonó sin darte alguna explicación! —exclamé, incrédula ante su pensamiento—. No he estado bien por lo cobarde que he sido... Pretendía estar protegiéndote pero sólo te hice daño... Lo lamento tanto —me disculpé, agachando la cabeza—. Lo único que he hecho siempre es lastimarte...

—Ya deja de decir mentiras —dijo, severo. Me sorprendió en demasía su tono y, al alzar la cabeza y conectar nuestros ojos, también su gélida mirada—. SooYun... quiero hablarte sobre algo... pero no aquí.

Así fue como, después de sostener mi mano en un agarre delicado, me guió hacia el interior de su casa. Solamente había pasado una semana, pero yo lo sentí como si fuesen meses. La casa de YoonGi se había convertido en mi sitio favorito (junto con la sala de conciertos), y por eso, dejar de venir significaba abandonar una parte de mi rutina que había adquirido con gusto y cariño. Y ni hablar de lo mucho que había extrañado que él fuese parte de mis días. Su presencia se había vuelto necesaria y, por cada día que pasaba, solamente me sentía más y más miserable sin poder verlo.

ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora