Min YoonGi
Jugué con mis manos, entrelazándolas con nerviosismo mientras esperaba fuera de la oficina, apoyado contra la pared. Suspiré pesadamente, siendo consciente de que cualquiera del personal de la Clínica podría pasar y cuestionarme, y que probablemente fallaría en ocultar lo que estaba haciendo allí. No funcionaba bien en situaciones tan tensas, y jamás lo haría. Pero no era solamente el hecho de estar haciendo algo tan arriesgado, sino más bien, era también el miedo de involucrar a la enfermera que tanto nos había cuidado, y lograr que cometiera algo incorrecto que podría costarle su trabajo. A veces, incluso en los momentos menos adecuados, me sentía culpable por hacerles sentir a los demás cierto compromiso de ayudarme. Y yo era, simplemente, inútil junto a todos ellos.
Con mis pensamientos dando vueltas por mi cabeza, no me percaté de que otra de las enfermeras que estaba encargada de mí, me observaba desde la puerta de otra oficina cercana. Luego de examinarme, vi cómo volvía a colocar sobre su oreja un teléfono y hablaba con cautela, lanzándome miradas de reojo cada tanto. Aquello, en ningún lugar del mundo, podía ser considerado como señal de algo bueno. Sobre todo, en mi situación.
La idea de huir de allí surgió rápidamente en mi cabeza, pero a la par, también se unió la contraparte que me indicaba que eso se vería sumamente sospechoso y pondría en peligro todo el plan. La ansiedad de encontrarme allí, apoyado sobre una pared que enfriaba mi espalda y la entumecía, con las manos vagando sin rumbo nerviosamente sobre mis brazos, en un abrazo propio que intentaba frenar mi desesperación por un momento... Todo aquello era insoportable. Respiré hondo y clavé mi mirada en el suelo, escuchando que la puerta de la habitación donde había emergido esa enfermera, de repente, se cerró. Mi mirada viajó rápidamente hacia aquella puerta, como si de allí fuese a salir el mismísimo diablo y eso me impidiera moverse un sólo centímetro. Era aterrador pensar en qué pudo haber dicho esa mujer durante esa llamada; a quién podría haber estado llamando; todo era un disparador absoluto para mi paranoia.
Di un ligero brinco en mi sitio cuando la puerta a un lado de mí se abrió. La enfermera salió con una gran sonrisa en el rostro y una carpeta de oficina en su mano, siendo dicho objeto mi expediente médico, sin lugar a duda. Yo no pude devolverle semejante sonrisa victoriosa, pero ella pareció no tomarle demasiada importancia a aquello.
─Lo he conseguido ─anunció, enseñándome mis papeles con entusiasmo.
─Gracias, enfermera... ─mi voz sonó diminuta, no solamente porque estaba ocupado con mi pánico por la sospechosa situación de antes, sino también, porque me daba vergüenza reconocer que, después de tanto, no sabía su nombre ─. Uh...
─No puedo creerlo ─rió forzosamente, luciendo algo irritada de repente. Entrecerró los ojos y, para mi sorpresa, su dedo índice me apuntó peligrosamente cerca de mi rostro ─. La única forma en la que JungKook se refiere a mí es "enfermera fumadora", ¿verdad? ─su pregunta me hizo parpadear un par de veces, algo aturdido por su cambio de humor. Por mi mirada de nerviosismo, tal vez dedujo que la respuesta era afirmativa, y por eso bufó con molestia ─. Ese mocoso... Yah, soy la enfermera Kang SungHa, ¿de acuerdo? Dime enfermera Kang... No, señorita Kang suena mejor ─volvió a sonreír, cubriendo toda esa aterradora expresión de antes, mientras yo intentaba no espantarme demasiado con la situación. En otras circunstancias, si no estuviese con una inseguridad a flor de piel, hasta me causaría gracia su actitud.
─De acuerdo, señorita Kang... ─dije, decaído. Ella no lo había notado cuando salió de la habitación, pero en ese momento, tal vez pudiendo observar mejor la sombría ansiedad que se instalaba en mis facciones, supo que no era algo que debía dejar pasar.
─Yah... ¿qué sucede? ─me preguntó, borrando su alegre expresión para convertirla en una de total preocupación ─. ¿Alguien te ha dicho algo? ─indagó, probablemente presintiendo de qué se trataba todo. Nadie mejor que ella para entender sin demasiadas vueltas qué estaba ocurriendo. Pero aún cuando confiaba plenamente en su intuición y experiencia, decidí asentir suavemente como respuesta. Ella apretó los labios en una fina línea, para luego suspirar con algo de cansancio. Estaba claro, no sería tan sencillo realizar algo como esto. Otra vez, el sonido de una puerta abriéndose logró alarmarme. El nerviosismo comenzó a protagonizar un espectáculo en mi interior, creándome un nudo en el estómago. El eclipsado semblante de la enfermera me indicó que, en efecto, le había resultado sumamente sospechoso a alguien del personal. Probablemente, a alguien que conoce a la madre de SooYun ─. Debí suponerlo... ─murmuró, fastidiada. Por mi parte, di media vuelta y mi mirada se conectó con la de aquella enfermera que me había estado observando.
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ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢ
FanfictionHikikomori: fenómeno social donde una persona decide aislarse de la sociedad. Portada by @Katykagamine