JungKook parecía demasiado inquieto cuando ingresó en la habitación. Mientras YoonGi guardaba su libreta y secaba disimuladamente sus lágrimas, notó que JungKook no dejaba de voltear hacia la puerta que cerró detrás de él, y su ceño fruncido se relajó un poco solamente cuando hicieron contacto visual. Traía un mazo de cartas y dos bolsas de snacks en una mano, y una lata de refresco en la otra. Sonrió apagadamente, algo distraído mientras se acercaba a su cama. Luego de sentarse a los pies de ésta y posicionar todo lo que trajo sobre el colchón, obsevó a YoonGi silenciosamente por unos segundos. YoonGi se removió algo incómodo ante su penetrante mirada, y decidió romper con la falta de interacción insoportable por su cuenta.
—Tú... Uh... ¿Dónde conseguiste todo? —preguntó con curiosidad, viéndolo abrir una de las bolsas para comenzar a ingerir su contenido. JungKook inclinó dicha bolsa hacia él para ofrecerle lo que parecían ser papas fritas, así que agarró algunas sin dudarlo.
—Las máquinas expendedoras de la sala de espera. Siempre están llenas con los mejores snacks y bebidas porque allí no transitan los pacientes... Excepto yo, claro —rió suavemente, y en su tono se podía notar que algo había pasado antes de su llegada. Tal vez había sido regañado por las enfermeras de su piso, pensó YoonGi. Era la situación más posible si consideraba su actitud hacia algunas personas que no le agradaban del lugar —. ¿Jugamos? —sugirió el menor, abriendo la caja de cartas para quitar el mazo. Comenzó a mezclar hábilmente aquellas cartas, como todo un profesional. YoonGi lo observó fascinado, mientras él soltaba risas tímidas por su expresión embobada ante sus trucos. Una vez que terminó de mezclar, suspiró notoriamente y luego repartió mientras observaba al mayor —. ¿Estuviste llorando? —le preguntó, en un tono apacible. YoonGi mordió su labio inferior y posó su mirada sobre las cartas que eran puestas frente a él, asintiendo ligeramente con la cabeza. Por un momento se sintió totalmente expuesto, pero luego pensó que debió haber predicho que él lograría notar ese pequeño detalle sobre su estado de ánimo anterior a su llegada —. ¿Por qué?
—Y-Yo... estaba algo triste, es todo —respondió, escondiendo los detalles de la razón exacta que lo había hecho lamentarse hasta las lágrimas.
—¿Por SooYun? —cuestionó, logrando que un escalofrío le recorriera el cuerpo entero a YoonGi ante la mención de aquél nombre. Estaba más que claro que la respuesta a esa pregunta era afirmativa, y tal vez su silencio se lo confirmó a JungKook, pero aún así, decidió que sería mejor responderle con su propia voz.
—Sí —murmuró, en un tono apagado.
—Mencionaste antes que SooYun no viene a verte... ¿Hay alguna razón? —le preguntó, con una mirada sumamente inquisitiva puesta sobre él. YoonGi tragó en seco y se encogió de hombros, enfocando su atención en las cinco cartas que decidió agarrar. Él jamás había jugado al póker, sólo había podido presenciarlo cuando su padre jugaba con sus amigos los fines de semana en su casa, pero era demasiado pequeño como para recordar algo más que el sonido de las cartas siendo mezcladas, el tono animado de sus charlas, el humo de algunos cigarrillos y el olor a cerveza. Al final, siempre era echado de allí por querer vislumbrar un poco de ese ambiente. Ese recuerdo le hizo suspirar de repente, antes de que la voz de JungKook le devolviera a la realidad y le recordara que no tenía otra opción que seguir hablando de SooYun —. Debe haber algo... ¿Tu psiquiatra aún insiste con eso de que ella es un producto de tu imaginación?
—Pues sí... —respondió, con la cabeza gacha. No deseaba recordarlo, pero era básicamente lo único que rondaba por su cabeza casi todo el día. No podía evitarlo.
—Voy a proponerte algo, Yoongi hyung —anunció JungKook, haciendo el mazo de cartas a un lado. Se llevó a la boca unas papas fritas para comerlas con una lentitud considerable, mientras sus grandes y brillantes ojos se conectaban con los de YoonGi, siendo poseedor de cierta intensidad. La habitación adquirió un ambiente denso, y JungKook lucía más serio de lo normal. YoonGi pensó en aquél instante que mentiría si dijera que no se sentía sumamente inquieto —. ¿Qué tal si te ayudo a descubrir la verdad? —le propuso, en un tono firme. Hasta ahora, YoonGi sólo había visto lados de JungKook que eran más alegres y pícaros. Incluso, pudo verlo triste al hablar de su vida... Pero en pocos días, no lo había visto tan serio y decidido como en ese momento.
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ʜɪᴋɪᴋᴏᴍᴏʀɪ ; ᴍʏɢ
FanfictionHikikomori: fenómeno social donde una persona decide aislarse de la sociedad. Portada by @Katykagamine