Capítulo 35

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En el camino me pude dar cuenta de cosas que nunca había visto de Seúl, sitios extremadamente paradisíacos y calles muy decoradas; aproveche la cámara de inmediato y tomé algunas fotos de los bellos sitios, a pesar de que su primer plan no era llevarme a conocer Seúl, para mi si lo era. Por eso y mas, amo salir a pasear, no importa si es encerrada en una camioneta negra sin poder bajar las ventanas, o que las fotos no hayan salido como esperaba, siempre he dicho que la mejor cámara fotográfica son tus ojos, y la mas cara memoria es tu cerebro. Tan distraída estaba de lo lindo que era el clima y las calles de Corea, que ni cuenta me di que habíamos llegado a una montaña al parecer.

-Llegamos- dijo Namjoon soltando el cinturón de seguridad. Desperté de mis fantasías y baje del auto. Me sorprendí al ver a todas las personas que ayudan a que los vídeos salgan perfectos al igual que los chicos; como el staff y los camarógrafos.

Ahora mi vista estaba nublada de tan maravilloso paisaje, con una brisa que dejaba volar mi pelo y una paz que solo se sentía en mi espíritu, perfecto para hacer actividades como la yoga. Corrí hasta el final de un barranco, mire para abajo y sentí ese nerviosismo que recorre mi cuerpo, di unos pasos hacia atrás y choque con una persona, un chico; Jimin.

Estaba a punto de caer.

-Wow wow wow- dijo Jimin sosteniéndome -Cuidado te caes- dijo asustado. Yo me forcé en su agarre y me levanté.

-Gracias- dije sonriendo cálidamente.

Luego me distraje con un montón de mariposas que pasaron revoloteando, todas de colores cálidos y de distintos diseños. Una se poso en mi dedo índice, la contemple mientras duraba en mi dedo, le pedí a Jimin que tomara una foto antes de que escapara... Plan fallido, estábamos a punto de tomar la fotografía cuando las demás mariposas interrumpieron y tuvieron que irse todas juntas.

Después de un tiempo seguí observando y sintiendo el aire que recorría todo mi cuerpo, en un momento subí mis brazos como la mujer del titanic, Rose, Jimin llegó y colocó sus manos en mi cintura y poso su mentón en mi hombro, parecido al famoso joven Jack del titanic.

Una escena de película literalmente. Pude notar a Jungkook a metros de distancia viéndonos, no le di importancia. Él, al igual que yo, lo ignoré.

Pasaron unas cuantas horas, ya todo empezaba a oscurecer. Los chicos al fin decidieron irse del lugar, todos nos sentamos en las misma camionetas.

-Bien, iremos a un restaurante, sé que te encantará- dijo Jungkook en mi oído.

No podía creer cuan hermosa era Corea tanto de noche como de día. Sus paisajes son simplemente espectaculares. Soy coreana, con sangre europea también, nací en Busan pero nunca había visitado Seúl, vine para acá solo por los estudios y no me arrepiento de nada.

Nos detuvimos en un restaurante de aspecto caro, muy fino para mi criterio, con alfombra de terciopelo en la entrada y con una candelabro grandísimo en la parte del medio de todo el restaurante, mesas muy anchas y alargadas, con muebles de colores oscuros como la temática del negocio.

Todos nos sentamos en los debidos puestos, al lado tenia a Jungkook y a mi otro extremo a Suga. Llegó el camarero con la carta de la comida, los precios eran exorbitantes, abrí mis ojos al ver tantos ceros en tan solo un cuadro.

-¿Se puede saber quien pagara tan grande cantidad?- dije discretamente a Jungkook.

-Tranquila, no debería sorprenderte, esa camisa que traes puesta me costó millones de wones- mire mi camiseta sin poder creerlo, esas blusa me la regalo en mi cumpleaños, nunca creí que fuera tan cara.

Yo seguí viendo todos los platillos que presentaba la carta, subí mi mirada y noté a las camareras del fondo hablando y mirándonos, yo me acomode un poco mas el tapabocas y trate de ignorarlas.

Después llegaron los 8 camareros a servir nuestra comida. A pesar de que amo la comida coreana, mis padres también me acostumbraron a comer comida italiana hasta amarla. Por esa razón pedí una pasta con mariscos, mi faaavorita. Al terminar decidí ir al baño, lavarme la cara y mis manos. Al salir torpemente me tropecé con un chico, un camarero al parecer.

-Lo siento- dijo viéndome. Yo subí mi mirada y era un joven muy familiar para mi.

-¿Jackson? ¡Jackson, eres tú!- dije riendo tonta. Era obvio que era él.

-¡Savannah!- dijo riendo igual.

-¿Trabajas aquí?- dije curiosa.

-Sip, tengo muchos turnos de trabajo. Camarero, enfermero, fotógrafo, contador y muchaaaas cosas mas- yo me sorprendí.

-¿Enserio trabajas tanto?-

-Sep, para ganar dinero y cubrir las rentas ya sabes...- yo asentí.

-Bueno, fue un gusto haberme encontrado contigo... Por cierto, lamento lo de la otra noche, Jungkook es muy...

-Celoso, lo sé- dijo antes que yo.

-Okay, adiós- dije moviendo mi mano. Él hizo lo mismo. Cuando me voltee para ir camino hacia la mesa volví a tropezar con un chico.

-Enserio, ya me esta pasando esto demasiado- susurré.

-¿Ese era Jackson?- dijo la voz mas reconocible para mi.

-Sip, trabaja aquí... ¿Que bien, no?- dije levantandome con ayuda de Jeon. Él no dijo palabra alguna. Seguimos nuestro camino hacia la mesa donde todos se encontraban esperando la cuenta.

↗With Seven Boyfriends↖▶Editando◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora