↗With Seven Boyfriends↖▶Editando◀

Capítulo 3

-Nada... Es solo que siento cosas por...- fue interrumpido por Jungkook, quien venia a tomar un pedazo de pizza. El cerro la boca cuando noto al chico.

-Permiso...- pidió Jungkook entre nosotros -¿Interrumpió algo?- yo negué con la cabeza al igual que Taehyung.

Deje de comer y lave los platos, sin darme cuenta Jimin estaba detras de mi, yo me asusté  y sin querer tire un poco de espuma en su cara.

-L-lo siento- dije quitándome los guantes de limpieza y tomando una servilleta. Luego limpie su cara con delicadeza, a lo que el respondió con una sonrisa tímida.

-Gracias- sonrió. Yo asentí y continué lavando los trastes. El tambien me ayudo.

-Has cambiado..- yo sonreí

-¿Enserio? Nunca lo noté- dije sin dejar de limpiar.

-Si... Eres mas bonita y simpática, y divertida...- yo me sonroje ante estas tiernas palabras.

-Gracias, me lo dicen a menudo-

-¿Quien? ¿Jungkook?

-Bueno, si... Es mi novio, siempre cuida de mi, y me dice lo bonita que soy siempre- sonreí boba.

-Me alegro que tengas un novio con Jungkookie. Aunque, no puedes negar que es un chico muy celoso- yo reí.

-Pues si, pero sabe que yo nunca estaría con otros chicos que no fueran el- Jimin asintio.

Terminamos de lavar los platos. Los chicos subieron a sus 4 habitaciones y yo me quedé barriendo la cocina y tomando una taza de té luego de terminar. Jungkook se fue a nuestro cuarto a ducharse.

Estaba revisando algunas fotos en mi teléfono de Jungkook y yo en nuestros mas memorables momentos. Nuestra primera cita, cuando me pidió ser su novia, cuando nos mudamos acá a Corea juntos y muchos otros recuerdos que nunca en mi vida olvidaré.

Estaba viendo la brillante pantalla del electrónico cuando siento a una persona agarrarme por la cintura y acercarme a él, luego coloco su cabeza en mi hombro y pude sentir su respiración en mi oído.

-Hola, ¿que haces?- era Jungkook, me alivie -Oh! Somos nosotros- dijo señalando la imagen del teléfono. Fue el día en que fuimos a la feria juntos, recuerdo que gano un peluche gigantesco para mi. Amé ese recuerdo.

-Si... Recuerdas cuando jugamos a las pistolas de agua y te moje por completo?-

-Como olvidarlo- ambos reímos -Amo esos momentos, cuando estamos juntos, solo tu y yo...- dijo abrazándome -Te amo Sam- dijo en mi oído. Lo cual a mi me erizo la piel, y me reconfortó.

Me di la vuelta y empezamos con un beso lento, de esos que te hacen sentir en la nubes, esos cuando sientes que no hay nadie mas.

Luego subimos la temperatura. Después de besarme o comerme a besos, empezó a besar mi cuello, mi punto débil. Yo gemí de placer ante esas caricias y húmedos besos -¡Auch!- dije al sentir una mordida en mi cuello.

-Me lo debías- dijo riendo. Yo sonreí con los ojos cerrados. Luego me quito la blusa que tenia puesta, solo quede en brassier y shorts. Detuve a Jungkook cuando estaba apunto de sacar esta prenda.

-No no no, espera Jungkook- dije entre el beso -Aquí no, nos pueden escuchar- dije mirándolo. Sus labios estaban hinchados y rosados, amo morderlos.

-Que importa... Te haré mía esta noche- dijo volviéndome a besar, esta vez hizo lo que siempre hago, morder. De mi boca escapaban gemidos ahogados, no quería que nadie nos escuchara. Trate de detenerlo. Mis gemidos son un poco fuertes, si los chicos nos escucharan, seria incomodo hablar con ellos sobre esos sonidos que oyeron.

No quería eso.

Tuve que hacer mi mayor esfuerzo para no gemir. Jungkook sabe como excitarme de manera que me vuelvo loca. Con su mano tomo mi muslo derecho y lo subió, mientras que daba pequeñas caricias. Pude sentir su dura erección contra mi vientre. El gimió molesto, creo que su pantalón empezaba a molestar al igual que su camisa. Se la quite de un solo jalón, tenia un poco de problemas con los botones de su pantalón, pero al fin pude desabrocharlo.

Antes de que le quitara el pantalón por completo, me subió a la barra, la cual se encontraba despejada, y nuevamente empezó a besar mi cuello.

El mismo se deshizo del pantalón al igual que mi short y mi brassier. Se quito la ropa interior al igual que yo, y antes de penetrarme, metió dos dedos en mi interior. Yo arquee mi espalda de placer, y eche mi cabeza para atrás, dejando mi cuello totalmente descubierto, el lo beso con mordidas, las cuales indicaban que yo era de él.

La sensación era inexplicable, tantas emociones y sentimientos juntos.

Comenzó a dar masajes en mi clítoris con su dedo pulgar. Yo apretaba mi labio inferior para que no saliera de mi boca ni un gemido. Solo palabras ahogadas. Noté que su miembro estaba realmente erecto y lo empecé a manejar, él, al igual que yo, gemía en sus adentros.

Subía y bajaba mi mano, sentí como gotas de pre-semen salían de la entrada de este. El seguía con sus dedos adentro y fuera de mi.

-Estas tannn mo-mojada- decía respirando con dificultad, apretando sus ojos.

Llegué al orgasmo en un dos por tres. Él aún no.

Empezamos a besarnos con lujuria, como si nos necesitaríamos. Jugábamos con nuestras lenguas y mordimos cuando era posible.

El entrelazo sus dedos con los mios, yo empecé a besar su cuello, el gemía. Luego metió uno de mis pechos a su boca, como si fuera un caramelo. Mi labio estaba apunto de sangrar de tanto morderlo.

-Ya...- dije desesperada.

-Mmm!?- respondió sin dejar de lamer mi seno derecho

-Hazlo de... Una vez... Por todas Jungkook, introducelo- dije con mis ojos medio cerrados.

El obedeció a mis ordenes y fue entrando en mi poco a poco, yo gemía callada, sin dejar de apretar mi labio.

-Estas sangrando- me dijo viendo mi labio inferior, él seguía dentro de mi. Sin embargo, lo dijo pasivo.

-¿Q-que?- Pase mi mano por mi labio y si, estaba sangrando. Jungkook tomo una servilleta de la cocina y la paso por este, con delicadeza.

-No te muerdas así- dijo preocupado.

-Si no lo hago nos van a escuchar-

-No me importa si nos escuchan, lo importante es que no te haga daño- yo lo abracé y sin previó aviso me penetró hasta adentro. Yo suspire con la boca para atrás y mis ojos se encontraban cerrados. 

Empezó lento, luego mas rápido. Las estocadas empezaron a ser dolorosas, pero maravillosas. Ya no nos importó y gemí al igual que el. Si queríamos gritar de placer, gritabamos. Si queríamos gemir lo mas fuerte posible, lo hacíamos. Ya no nos importó nadie, aunque sabíamos que iba a ser incomodo los demás días.

-¡¡¡Aaahhhhhhh!!!- decía Jungkook con la boca totalmente abierta.

-Mas, por favor mas!!!- decía apretando mis senos. Se podía escuchar como nuestras pieles chocaban, era estupendo. La mejor sensación que un ser humano puede sentir diría yo.

-Oohhh Sam, estas apretada- dijo Jungkook abriendo mas mis piernas. Yo pasé uno de mis dedos por mi clítoris y empecé a estimularlo.

Jungkook y yo somos dos seres apasionados, que se aman sin poder explicarlo, que daríamos todo el uno por el otro. Somos drogadictos a nosotros mismos.