•Capitulo 3•

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—¿Que te pareció el Kinder? —Le pregunté a Julieta, mientras nos sentábamos a esperar que el bus que nos llevaría a casa viniera.

Ella acomodó mejor a Tyson en sus brazos, y le dió su mamadera para luego proceder a responderme.
Él la agarró con sus manitas, y se recostó en el pecho de Julieta.

—Sí, realmente me gustó el lugar.—Respondió la morocha. —A Tyson también, las maestras fueron muy amables con él, ¿No es así, cariño?

Tyson asintió, aún con el biberón en su boca, y rió.
Ese bebé es la cosa más tierna del mundo.

Le acaricié su mejilla, sonriéndole con ternura.

—Vas a ver que harás muchos amigos. — Le dije.—La vas a pasar muy bien.

Él solo me miro confundido, sin entender lo que había dicho, y aún así rió.

Eran aproximadamente las ocho de la noche, cada vez se estaba haciendo más oscuro, por tal motivo queríamos llegar lo más rápido posible a casa.
A medida que anochecía, también el frío invernal iba aumentando.

Julieta había cubierto a Tyson con su campera, ya que no habíamos traído demasiado abrigo, pensando que volveríamos temprano.
Al pequeño se le iban cerrando los ojos de a poco, estaba muy cansado.

Apostaba que en unos pocos segundos se dormiría.

—¿Y cuando va a empezar?—Le pregunté a Julieta.

—No lo sé, creo que este lunes, osea en tres días. —Me respondió.

—¿Tiene que llevar uniforme o algo así?

—Solamente la remera que tiene el logo del Kinder, pienso comprarsela este sábado.—Contestó.

Podríamos haber seguido hablando, pero el bus número diez llegó hacia la parada.

Nos subimos, y vimos al final de todo dos asientos libres.

Inmediatamente fuimos hacia allí, y tomamos asiento, yo del lado de la ventana.
Tyson ya se había dormido en brazos de Julieta, con su chupete puesto.

—Despiertame cuando lleguemos. —Me dijo ella, acomodándose para tratar de dormir un rato. Estaba muy cansada.

Yo suspiré, y busqué entre las miles de cosas que tenía en mi mochila los auriculares.

Me los puse, y subí el volumen al máximo.

Era una de mis cosas favoritas, viajar viendo la hermosa vista de Londres, con música.
Juro que no había nada mejor que eso, desconectarse del mundo por un rato.

                            (...)

—Hola.  —Nos saludó Guadalupe, apenas abrimos la puerta para poder entrar.

Pude percibir el olor característico de la famosa sopa que solía hacer Valentina, cuando estaba fresco.
Sonreí al instante, era mi plato favorito.

Estaba ya la mesa lista para cenar, y allí también se encontraba Aria.

—Las estábamos esperando. —Dijo, mientras se ponía de pie para saludar.

—Tyson, despierta.—Dijo Julieta, removiendo al pequeño.—Vamos a comer, amor.

Lentamente fue abriendo sus ojitos, y soltó un gran bostezo.

Valentina lo tomó en brazos, y lo colocó en su sillita de comer especial que él tenía.
Era de un color celeste claro, y tenía algunos dibujitos de animales.

A él le encantaba, además de esa forma se quedaba quieto y comía tranquilo.

—Te juro que adoro tu sopa, Valentina. —Le dijo Aria, mientras la comía desesperadamente.

Todos reímos, incluido Tyson.

El pequeño ojimiel estaba todo cubierto de comida, comía con sus manos y formaba un desastre, ensuciandose a él mismo y todo a su alrededor.

—Tyson.—Lo regañó Julieta. —Ahora tendré que bañarte.

—No te preocupes. —Le dijo Valentina, al verla tan agotada. —Yo puedo hacerlo, tu ve a dormir.

Julieta le agradeció con una sonrisa, y se fue a su habitación.
Sí que estaba cansada, ella se levantaba para trabajar mucho más temprano que nosotras, por eso la ayudabamos con Tyson cada vez que lo necesitaba.

—Hey. —Le hablé a Valentina, ella se volteó. —Si quieres hoy acuesta a Tyson conmigo, puedo dormir con él, sino despertará a Julieta y ella necesita descansar.

La ojiverde asintió, y se llevó a Tyson para poder darle un baño.

Yo me quedé hablando un rato con Guadalupe, Silver y Aria.

                              (...)

Abrí los ojos de golpe, cuando sentí que alguien golpeó mi puerta.
Estaba a punto de caer dormida profundamente.

Seguro sería Valentina.

—Pasa. —Le ordené, mientras me sentaba lentamente y frotaba mis ojos, tratando de despertarme.

Mire el reloj de mi mesita de luz, apenas eran las once de la noche.

—Aquí está Tyson. —Dijo Valentina, pasándome al pequeño quien estaba recién bañado. Desprendía un agradable aroma a colonia de bebé.

—Gracias. —Le sonreí.

—Buenas noches ____, buenas noches Ty.—Luego de pronunciar esas palabras, Valentina se retiró, cerrando la puerta y dejándonos solos.

Tyson se acomodó a un lado de la cama, y yo me coloqué a un lado de él pasando un brazo por encima suyo.
Temía que se cayera. También por las dudas puse almohadas a su alrededor, para evitar posibles accidentes.

                             
                        (...)

—ia...ia... —Me llamó Tyson al cabo de unos minutos, haciendo que me despertara de repente.

No me había dado cuenta que me había quedado dormida.

Él estaba sentado en el piso, y había revuelto el cajón de la mesa que se encontraba a un lado de la cama.

Tenía entre sus manitos un pedazo de papel bastante arrugado y viejo, parecía ser una foto.
Me lo extendió, mirándome con curiosidad en sus ojos, para que pudiera verla.

Una sonrisa bastante melancólica apareció en mi rostro.

Era una foto que salíamos todas con los chicos, el día que ganaron el partido, ese por el cual estaban tan nerviosos.
Recordaba cada momento a la perfección.

Louis y yo estábamos abrazados, ambos riendo.
Zayn tenía a Julieta en su espalda, y también reían.
Harry y Silver habían salido peleando, porque no se decidían quien iría arriba de quién.
Liam tenía su brazo en los hombros de Valentina, y ambos sonreían.
Y por último, Niall, quién se había doblado la pierna, junto a Guadalupe que le hacía burla con eso.

Reí al recordar el momento.

Tyson seguía mirándome con expectación, pude intuir que esperaba una explicación de quienes eran aquellos chicos, ya que nos había reconocido a nosotras en la foto.

—Ellos...—Empecé, largando un gran suspiro antes de volver a hablar.—Eran unos amigos nuestros, nada más, cariño. Esa foto la tomaron en preparatoria.

Tyson rió, y por suerte no hizo más preguntas sobre la foto.
La arrugue y volví a meterla en el fondo de mi cajón, un poco triste al recordar todo eso. Fue como un breve viaje al pasado.

Volví a acostarme y Tyson imitó mi acción, en pocos minutos ambos nos quedamos dormidos.

Back To You #2 (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora