•Capitulo 14•

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—Al fin terminó.—Suspiré, secando con la manga de mi buzo el resto de lágrimas que aún quedaban en mi rostro. —Ya vámonos, por favor.

Las chicas asientieron, y se levantaron de sus asientos para recoger todas sus cosas y salir lo más rápidamente posible de allí.

El estadio aún seguía lleno, no me extrañaba, podría apostar que algunas fans se quedarían allí el mayor tiempo que pudieran.

Aria estaba totalmente despeinada y desprolija debido a todo lo que había corrido, saltado y gritado.
Lo había disfrutado bastante.

Me arrepentía completamente de venir, pero ver la sonrisa de Aria me hacía recordar por qué lo habíamos hecho, vinimos por ella y se encontraba que irradiaba felicidad. Eso era lo más importante.

—Chicas, les juro que aún no caigo... —Mencionó, mientras saltaba. —Gracias por acompañarme, son las mejores amigas que podría tener.

—No tienes por qué.—Le dijo Silver, sonriente.

Mientras tratábamos de pasar entre la muchedumbre de fans que allí había, pude sentir como me chocaba con alguien haciendo que me cayera con todas mis cosas incluidas.

Lamentablemente no pude verle la cara, ya que estaba encapuchada, pero por su pelo pude notar que era una chica.

Detrás de ella se encontraban otras cuatro chicas, a las cuales tampoco pude distinguirles sus rostros.

—Fíjate por dónde pisas, idiota. —Me habló, mientras pasaba por mi lado con gestos de superioridad.
Las otras chicas rieron, siguiendo sus pasos.

—Ven. —Me dijo Valentina, extendiéndome su mano para que pudiera levantarme.
La acepté, y sacudí mi ropa mientras Aria y Silver me ayudaban a recoger mis cosas que estaban esparcidas por todo el suelo.

Quise voltearme para ver dónde estaba Guadalupe, cuando no la vi no hizo falta dudar de dónde estaba.
Giré mi cabeza y comprobé mi teoría, había ido detrás de esas misteriosas chicas.

Corrí lo más rápido que pude para detenerla, pero fue demasiado tarde.

—¿Y tú quién te crees, estúpida? —Habló, tomando de los hombros a la chica que me había hecho caer.
Tensé mi mandíbula, esto no iba a terminar nada bien.

—No me toques. —Le dijo la otra, empujándola bruscamente para que se aparte.

—Vete de aquí si no quieres problemas. —Respondió otra de las encapuchadas, defendiendo a su compañera.

En cuestión de segundos Aria, Silver y Valentina estaban alrededor del círculo que se había formado.
Valentina agarró suavemente a Guadalupe de los hombros para tratar de alejarla de allí, pero no hubo caso.

Guadalupe se enfureció aún más por las palabras de esta, y literalmente se lanzó sobre ella.

—Ya que eres tan rebelde.—Mencionó, forcejeando. —Muestra tu cara, inútil.

En un rápido movimiento, Guadalupe tomó ágilmente la capucha de la chica y se la sacó, dejando al descubierto su rostro por completo.

No hizo falta verla dos veces para que la reconociera al instante.
Era ella... Eleanor Calder. La novia oficial de Louis Tomlinson.
Mentiría si dijera que en ese momento mi corazón no se había roto.

—Me vas a pagar por esto. —Se dirigió a Guadalupe, volviendo a ponerse su capucha y comprobando que nadie más alrededor la hubiera visto. —No quiero volver a verlas por aquí.

Luego de que pronunció esas últimas palabras, les hizo un chasquido a sus compañeras de que se fueran de allí en ese instante.
En un par de segundos desaparecieron de nuestra vista.

Yo tenía mi mirada puesta en el suelo, me encontraba en estado de shock.

—Me hubieran dejado matarla allí mismo a esa zorra. —Dijo Guadalupe, enfurecida. Parecía que le salía humo por los oídos.

—Te hubiera ayudado. —Mencionó Aria.
Agradecí que no supiera de quién se trataba.

—____... ¿Estas bien? —Me preguntó Valentina, al notar que aún no salía de mi trance.
Reaccioné sacudiendo mi cabeza, y todas ya tenían su vista puesta sobre mí.

—N-no.. no es nada. —Suspiré.— Ya vámonos.

                              (...)

—¡Esperen! —Gritó Aria, mientras salíamos del estadio.—Olvidé mi sudadera.

Hizo una sonrisa para que no la mataramos allí mismo.

—¿¡Es enserio!? —Gritó Silver al cielo, frustrada.

—Por favor... —Suplicó Aria, poniendo su mejor cara de perrito mojado.—Será rápido.

Rodé los ojos y asentí.
Entre la pelea y todo lo que había ocurrido habíamos perdido demasiado tiempo, ya no quedaba casi nadie en el estadio, el silencio se hacía presente en todo el lugar.

Estaba totalmente lleno de papeles, banderas, y restos de lo que había sido el show.

No me sorprendía, había sido un concierto realmente impresionante.

Mientras caminábamos de vuelta hacia nuestros asientos, me detuve a mirar todo detenidamente y pensar por unos momentos.

Me di cuenta de cómo había cambiado todo, de como Louis pasó de ser un chico normal de dieciséis años a ser un chico el cual llenaba estadios enteros en una noche.
Me puse a pensar cómo él, cómo ellos habían llegado tan lejos, habían alcanzado la cima.
En el fondo de mi corazón estaba muy orgullosa, habían alcanzado su mayor sueño.
Tenían un gran talento, y sus fans los amaban.

Sin darme cuenta, comencé a alejarme de las chicas mientras caminaba sumida en mis pensamientos.

Observé las grandes filas de asientos, y pensar que todo eso se había llenado por ellos y solo por ellos.

¿Louis se acordará de mi? ¿Él seguirá queriéndome?
Esa y muchas más preguntas rondaban por mi cabeza en ese instante, pero la más importante y la que me lleva persiguiendo desde el día en que se fue... ¿Por qué no se despidió?

Volteé a ver a las chicas, y no vi rastro alguno de ellas.
Maldita sea, me había alejado demasiado.

Comencé a retroceder mis pasos con velocidad, me empecé a desesperar al no ver a nadie cerca, estaba completamente vacío.
Miré hacia lo lejos, en todas las direcciones y a mis costados.
No lograba verlas.

Me acerqué a la zona del escenario, quizás desde allí podría visualizarlas en la primera fila.
Me subí a unos escalones que allí se encontraban, y volví a mirar el estadio.
Nada. Absolutamente nada.

Iba a bajarme de allí, cuando sentí que alguien me agarraba por detrás y me arrastraba hacia las cortinas del telón.










Back To You #2 (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora