•Capitulo 38•

2.4K 121 39
                                    

Maratón 3/3

—Perdona por no haberte dicho todo antes, Aria. —Le supliqué con la mirada piedad, rogaba que fuera capaz de entendernos. No sé qué haría si la perdiéramos, se había vuelto alguien esencial en nuestra vida. —Teníamos nuestras razones.

Aria, Leo y yo nos encontrábamos sentados en el sofá del living.
Yo estaba posicionada en el medio de ambos, con mis piernas cruzadas.
Leo se encontraba tomando mi mano, y cada tanto me daba un apretón para alentarme a hablar y demostrarme que él estaba allí, pasara lo que pasara.

Luego de que terminé de hablar y explicar todo muy detalladamente, Aria se quedó en completo silencio.
No emitió ni una palabra, ni un gesto que indicara como se sentía ante mi confesión, absolutamente nada que pudiera darnos un indicio de cómo reaccionaría.
Se encontraba en un estado neutral, mirando hacia algún punto fijo perdido en el horizonte.

Cada segundo que pasaba se hacía más pesado y difícil para mí, el hecho de pensar que podría perderla para siempre me dolía en el corazón, también la desesperación de no saber que estaba pasando por su mente en esos momentos me carcomía.

Estuve a punto de hablar, pero para mi sopresa por fin ella reaccionó y lo hizo primero.

—Siéndote totalmente sincera, ____. —Por alguna razón esas palabras me dieron miedo, casi nunca indican algo bueno. Leo me sujetó la mano aún más fuerte. — Me dolió el hecho de que no me dijeran. Por más que parezca algo imposible lo que les pasó, a pesar de todo, yo les habría creído y lo saben. —Cada vez me arrepentía más de no haberle dicho todo desde un principio. Ella suspiró antes de continuar. —Y creo que si no hubiese pasado lo que pasó con los chicos en el concierto, jamás me habría enterado.

Otro silencio se produjo en la habitación. No pensaba interrumpirla, yo quería que ella se desahogara y me dijera todo lo que sentía, tenía total derecho a estar dolida.

—Ahora comprendo varias de sus actitudes, por ejemplo... Cuando apagaban la televisión o la radio apenas hablaban algo de ellos, o sus miradas tristes al ver un anuncio de la banda. También sus lágrimas incesantes en el concierto al verlos y oírlos. —Mientras hablaba, razonaba lo que decía. —Si me lo hubieran dicho podría haberlas ayudado, y evitarles todos esos malos momentos. Y más aún siendo que yo soy súper fan de la banda y me la paso escuchando sus canciones y hablando de ellos, si hubiera sabido podría haber hecho algo al respecto. Tampoco habría comprado entradas en primera fila sabiendo esto. Es por eso que me lastimó que no me lo dijeran, me sentí excluida.

Tuve que contener con mucha fuerza el sollozo que amenazaba con salir de mi garganta. Mi vista cada vez se nublaba más debido a las lágrimas.

—Pero... —Levanté la mirada, con algo de esperanza.—Está bien. Aún así entiendo sus motivos, y el miedo que tenían al pensar que yo podía tomarlas de locas.

Reí ante eso, lo que le provocó una sonrisa a Aria.

—No quiero perderlas, y menos por esto. —Dijo, para luego, sin previo aviso, brindarme un gran abrazo. Sonreí en medio de éste. —Solo quiero que confíen un poco más en mí.

—Por supuesto que sí, Aria. —La abracé aún más fuerte. —Nunca volverá a pasar, te lo prometo. Te quiero, gracias por comprendernos.

—Te quiero más.

Sin embargo, había un pequeño detalle que yo no le había contado.
No porque no confiara en ella ni mucho menos, sino porque no me correspondía a mi comunicárselo.

—Necesito que más tarde hables con Julieta. —Le dije, guiñándole un ojo. —Ella tiene algo muy importante que decirte.

                             (...)

Todo pasó tan rápido que ni siquiera fuimos capaces de darnos cuenta.
Ya eran aproximadamente las nueve de la noche, y nos encontrábamos todos sentados en el piso, incluyendo a Leo y Aria, sobre unas mantas, comiendo pizza y conversando acerca de diferentes temas de la vida. Una que otra vez reíamos todos en conjunto por algo gracioso que alguno seguramente dijo.

Amaba estar así junto a ellos, despreocupados y tranquilos, sin que nos importe nada más a nuestro alrededor.
De alguna o otra forma, me hacían olvidarme de todo aunque sea por un rato, incluyendo todo lo que pasó con Louis. Sabía que cuando ellos se fueran y todo acabara, sentiría ese vacío en mi pecho y la nostalgia me atacaría debido a lo ocurrido, ya que ni siquiera había tenido tiempo de procesar todo y acomodar los pensamientos en mi desordenada mente.

Los minutos pasaban y pasaban y seguíamos riendo sin parar. A veces no era consciente de lo rápido que pasaba el tiempo con su compañía.

Aria tenía al pequeño Tyson sentado sobre ella, mientras el bebé reía y aplaudía al ver caras y gestos que hacíamos con el fin de alegrarlo. Tenía su chupete celeste con temática de autos colgando en el cuello.
En la tarde, Julieta y Aria habían conversado y por fin la morena pudo contarle toda la verdad, que Tyson era hijo de Zayn Malik.
Al principio le costó a Aria procesar toda esa información de repente, pero terminó dándole un cálido abrazo a Julieta y diciendo que tenía todo su apoyo, incondicionalmente.

Por otro lado, Leo y Julieta también habían arreglado sus diferencias, ya que estaban bastante distanciados desde que ocurrió aquella escena en el hospital. Leo explicó que lo había hecho todo con el fin de protegerla y evitar que se armara un escándalo allí, y Julieta lo comprendió.
Por suerte todo se había arreglado y parecía ir bien.

Cuando Aria y Leo se fueron, volvimos a quedarnos solas con las chicas.
Las risas y charlas que resonaban por todo el lugar momentos atrás pasaron a ser reemplazadas por un prolongado silencio, en el cual ninguna sabía exactamente qué decir.

Yo me dediqué a lavar los trastes que habíamos utilizado, en completo silencio, tratando de que mi cabeza pensara lo menos posible.
Valentina y Guadalupe se encontraban en el sillón, ambas bastante concentradas en las pantallas de su celulares.
Julieta se encontraba a tan solo escasos centímetros míos, preparándole la mamadera a Tyson para poder por fin llevarlo a dormir. El pequeño ojimiel bostezaba repetidas veces, mientras que con su manito se frotaba uno de sus ojos con cansancio.
Por último Silver, la cual estaba parada en el medio del living, mirándonos una por una.

—Chicas. —Habló, llamando nuestra atención. Todas volteamos a verla con una mueca en nuestros rostros, con miedo a lo que podría llegar a decir. De todas maneras, todas sabíamos que alguna tendría que dar el primer paso. Teníamos que hablar. —¿Y ahora qué?

































-----------------------------------------------------------

Holaaaa! Cómo están? ❤️
Hemos llegado al final del maratón .

Les gustó la sopresa?

Enserio espero que les haya gustado tanto como a mí 💞 lo escribí con muchísima dedicación y cariño. :)

Todo, vuelvo a repetir, va dedicado a aquellas personitas que nombre en las dedicaciones ❤️ millones de gracias a cada una de ellas. Todo esto es especialmente para ustedes, es mi manera de agradecerles por su apoyo.

En fin, la idea de este maratón era escribir capítulos en los cuales se les aclararan bastantes dudas respecto a la novela.

Dejen aquí todas sus preguntas/dudas/sugerencias, voy a estar leyendolas y respondiéndolas con gusto! 😊❤️

Gracias por leer!
Los amooooo ❤️

                                                        Luu🔼

Back To You #2 (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora