"Como yo"

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-Siento todo esto... Tuviste que pasar por muchas cosas sola y- lo interrumpí.

-Peter, soy una mujer fuerte, pude superar ello. Puedo superar que te follaras a Melissa, que me mintieras y vuelvas a mi casa con vaya a saber qué en las venas... Pero esto no es un juego. Estamos hablando de una persona en potencia que yo llevaba en mi vientre.- la voz se me empezaba a quebrar.

Peter bajó la cabeza y me dejó seguir hablando.
-Había decidido tenerla... Podría haber abortado, pero quería tenerla. No por obligación, porque sabía que podía hacer feliz a alguien.- confesé.
-Me encantaba imaginar el solo hecho de despertarme con mi hijo o hija saltando en mi cama... Hacerle el desayuno y acompañarle al colegio.- y, esta vez, yo no pude hablar.

Y el me abrazó.
Es que, ya no me importaba de ellos, yo quería a mi bebe, y a nadie mas que a mi bebe.

-Dominique, no quería hacerte daño. Quería sacarte de mi cabeza. Te amo, Dominique. Y a pesar de que peleamos por esto, aveces caigo...- habló en mi hombro, con su voz ahogada.

-Te amo, Dominique- dijo, se separó de mi, tomó mi cara con sus manos y me miró a los ojos para comenzar a hablar.
-¿Nunca sentiste nuestras manos? Cuando dormía a tu lado, entrelazaba nuestras manos, Dom, y encajaban perfectamente... Como si estuvieran hechas para ser asi. Y, diablos, no quería aceptarlo, pero sabes que somos el uno para el otro. Y me duele, y quiero luchar pero me siento culpable... Pero ya no quiero ocultar mas mis sentimientos... Te amo, te amo exactamente como eres- sus ojos se llenaban de lagrimas otra vez, al igual que los mios.

Negué con la cabeza y bajé la mirada.
-Sé que te amo cuando noto que no puede faltarte una taza de cafe por las mañanas, por las noches, y todo el cafe que puedas tomar- dijo, iba a terminar pero soltó una risita y limpió sus lagrimas.

-Sé que te amo cuando me pierdo en tus lunares, en tus pecas, en tus hoyuelos... Sé que te amo y, mi amor, nunca vas a amarte como yo lo hago...- su voz se quebró, mi cara se arrugó y lanzé un sollozo.
-Dominique, si tu no me perdonas, estaré perdido... Estuve al tanto de ti todo el tiempo, esperando que estes con Isaac, por el solo hecho de que seas feliz con alguien de tu edad. Pero, Dominique, no quiero fingir mas...- y lo callé.

Le planté un beso en los labios, aún con lagrimas descendiendo por mis mejillas.

Deposité rapidamente mis labios sobre los suyos, y el tomó mi cara suavemente... Una vez mas...

OMEGA  • Peter Hale •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora