OMEGA • Peter Hale •

"Ya estas muerta"

Tomó mi mochila y mi camiseta, me las devolvió y me dijo que me encierre en el baño, que cualquier cosa que pasasé, que no salga.

-¡PETER!- gritó un hombre.
-¿Que quieres?- Peter parecía enfadado.
-Nos tenemos que ir- dijo, mientras buscaba una chaqueta.
El cerrojo del baño estaba muy sucio, asi que no podía ver mucho.
-¿Ahora? ¿A donde vamos?- preguntó Peter, mientras se volvía a poner su camiseta y sacaba su celular.
-Los niños. Los niños estan en peligro.- dijo el hombre con barba, y salió del departamento.

Mi celular vibró y era un mensaje de Peter.
"Lo siento linda, realmente lo siento. Te lo compensaré, lo prometo."
Suspiré, algo desilucionada.

Me pusé mi camiseta, cargué mi mochila en mi espalda y salí del baño.
La casa estaba vacia, y me quería ir ya... Me sentía insegura a pesar de todo.

Baje a la calle, tome un taxi hasta la escuela y de ahi camine a casa.
-¿Malia? ¡Ya llegué!- grité, pero nadie contesto.
-¿Malia?- pregunté al entrar a su habitación.
Las sabanas estaban arañadas y la ventana estaba rota.
No podía percibir su aroma.
Saque mi celular temblando y salí de la casa.

-¿Stiles?- la voz me temblaba, al igual que mis manos.
-¡LO SÉ, ESTOY YENDO A BUSCARTE!- gritó desesperado, y en unos minutos estaba en su Jeep, en la esquina de mi casa.
Corrí y me subí al auto, cerrando la puerta con fuerza.

-¿Que pasó? ¿Por qué no me llamaron?- pregunté.
Stiles se giró para explicarme, pero se quedó duro viendome.
-¿QUE PASÁ?- grité.
Miró a la carretera, me volvió a mirar y por fin se concentró en conducir.
-¿Eres un coyote?- dijo con un hilo de voz.

Abrí mis ojos como platos y me miré en el espejo retrovisor.
Mis ojos estaban azules como la brillantina.
-Si, Stiles... Pero necesito que me expliques lo que esta pasando- le dije tranquila, necesitaba que me diga que estaba pasando con Malia.
-Alguien secuestró a Malia. Ibamos a salir, y nunca tarda en llegar. Me puse paranoico, llamé a Scott, me dijo que estaba paranoico y le dije que no, no iba a decirle que estaba paranoico- habló rapido y gesticulaba a mil por hora.
-¡STILES!- grité, y se calló.
-Mi hermana, Stiles, ¿Donde esta Malia? ¿A donde vamos?- dije
-Scott encontró donde esta, pero tenemos un plan y debemos separarnos para encontrarla. Vas conmigo.- explicó.
Suspire.

Tenía ganas de llorar. Mi hermana desaparecida y yo a punto de tener relaciones. Soy un asco.
Stiles conducía muy rapido, asi que llegamos al lugar.
Era una especie de fabrica abandonada, con distintos sectores. Stiles y yo debiamos ir por el sector D.

-¿Por qué nos mandaron juntos? Se supone que no saben que eres un coyote, estaríamos indefensos ante el ataque de un hombre lobo- susurró Stiles.
-Siempre sospeche que Scott lo sabia, y lo acabo de confirmar- dije, mientras sacaba mis garras.

Caminabamos a la par, yo siguiendo un rastro desconocido y Stiles mirando hacia todos lados con un bate.
Habia sangre en el piso, un gran charco... Y a su lado, una mano.
-No puede ser.- dije, y cuando me giré a ver a Stiles, se habia desmayado.

Corrí, habia percibido su aroma, Malia estaba allí.
Corrí lo mas rapido que pude, ya me habia convertido.
Y la encontré.

Estaba atada de manos y piernas a una cama metalica, pero en vertical.
-¡Malia!- exclamé, pero una mujer apareció.
-Oh, Dominique Parrish. ¿Sabias tú que ese seria tu verdadero nombre?- me habló, mientras sacaba sus garras.
-¿De qué hablas?- estaba muy enojada.
-A ti tambien te adoptaron, Dominique. Eres otra hija bastarda.- me dijo, mientras se acercaba a mi.
-Eso no significa nada. Ella es mi hermana.- dije, y la arañe, pero sin hacerle el suficiente daño.
Empezamos a pelear, oía como Malia se agitaba y tosía fuertemente.

Empujé a la mujer y fui corriendo a desatar a mi hermana.
Pero una pared de luces me golpeo tan fuerte como una pared de cemento
Me empujó metros atras y me golpeé la cabeza contra el piso.
-Si tu supieras quien es su padre, me pedirías que te asesine ahora mismo. Asi que te hago el favor- hablaba tranquila, y se oía como sus pasos se acercaban sigilosos a mi.

Levante mi cabeza pero me mareé.
-No lo intentes, amor. Ya estas muerta-