"Mi vicio"

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-¿Recuerdas todo lo que me dijiste?- pregunté, mientras un sabor a cigarrillo se apoderaba de mis papilas gustativas.
Justo AHORA mi vicio peleaba con volver.

-Si, Dominique. Pero, dejame explicarte qu-iba a seguir balbuceando, pero lo interrumpí.
-Tu sabes cómo es esto, Hale. Yo pregunto, y tu respondes con sinceridad. Si mientes en un detalle, te ardera completamente el cuerpo, como si se llenara de aconito. Y si te crees muy valiente para pasar aquello, dejame decirte que despues de ese sufrimiento, solo queda la muerte.- expliqué. Y otra vez me pregunté si esto era demasiado. Pero es un hombre adulto, deberia saber qué es lo que hace.

-Eres... ¡Ugh! Eres un idiota, Peter. Realmente creí ser la unica mujer en tu vida y resulta que NO. Soy un niña, y la mujer aquí es una tercera. Asi que quiero que me expliques cómo conociste a Melissa y con qué frecuencia la veías- ordené. Suspiró y comenzo a hablar.
-Conocí a Melissa hace un largo tiempo, poco despues de haber mordido a Scott. No te diré que me enamoré, pero no había visto a nadie tan atractiva como Melissa- cada una de sus palabras actuaban como agujas en mi pecho, pero tragué duro y lo miré directo a los ojos. Debía mantenerme fuerte.

-La invité a salir, ella tambien creía que yo era atractivo. Scott intentó detenerme, pero yo quería salir con ella, y lo hice.- dijo. ¿QUÉ?
-¿Lo hiciste? ¿Te la follaste?- pregunté con una mueca de asco. ¿En serio?
-No. Osea, si, pero no en ese momento- me interrumpió, siendo algo ironico. Pero luego añadio aquelll y la termino de cagar.
Hice una mueca sarcastica de "Oh, okey" y lo miré, esperando que siguiera.
-Salimos unas cuantas veces mas, pero a escondidas de su hijo. Ella no sabia que yo lo había mordido, ni que con quien salía se trataba de un alfa en plena desesperación de poder- explicó. Otra vez, ¿QUE?
-¿Tu mordiste a Scott?- pregunté. Él suspiró, asintió y siguió hablando.

-Un dia, cuando iba a ir al hospital a verla, dado que es enfermera, pasé por una calle inusual. No quería parecer un desesperado o algo asi, solo que hacía mucho que no estaba con nadie, y esa mujer era hermosa- contó.

¡Gracias, Peter! Mi corazón duele cada vez mas

-Cuestión, que cuando pasé por esa calle, lo que menos creía que iba a pasarme, era que iba a atropellar a alguien- dijo, y mi corazón dió un salto. Él miró mi pecho y sonrió.

-Eras un niña, que se hacía daño. Lo cual me dio un poco de miedo cuando supe que eras un coyote, ¿Y si lo seguías haciendo y yo no me enteraba, porque te curabas? Me lo preguntaba siempre.- dirigió su mirada al techo y bufó.
-No me importaba que fumaras, a tus pulmones no les haría daño. Pero sí me daba miedo que te lastimaras. Si te pasabas de la raya, todo se iba al demonio- una lagrima se deslizó por mi mejilla y la limpié al instante.

-Tu fuiste la razón por la que ese dia tiré todas mis cuchillas y, bueno, fumé todos mis cigarrillos.- sonreí de lado. No quería tirar mis cigarros, asi que los fumé a todos.
Se sorprendió y sonrió con tristeza.

OMEGA  • Peter Hale •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora